Aunque ya existían algunas experiencias con la estrategía en tiempo real, no sería hasta mediados de los 90 cuando este género llegara a su máximo esplendor con títulos como Age of the Empires, Dune o el que analizamos hoy: WarCraft. Con WarCraft se impuso el punto de inflexión en la estrategia en tiempo real, pasando de ser un género de minorías a un superventas. Fue desarrollado y publicado por Blizzard en Enero de 1994 en EEUU, y un año más tarde en Europa con la distribución a cargo de Interplay.
WarCraft estaba inspirado por el famoso juego de mesa de estrategia por turnos Warhammer. Emplaza su historia en el reino de Azeroth, un área del mundo ficticio del Universo WarCraft (desarrollado a lo largo de la saga). En esa tierra viven los humanos gobernados por el rey Lane Wyrne III. Un portal dimensional ha sido abierto por el último guardían Thirisfal Medivh, dando paso a una horda de salvajes horcos dirigidos por el Señor de la Guerra Blackhand (controlado secretamente por el brujo Gul’dan), empezando la Gran Guerra entre orcos y humanos.
El videojuego nos permite ponernos a los mandos de cualquiera de los dos bandos. El juego no consiste simplemente en batallar, sino que tiene un montón de funciones, siempre inspiradas por los tópicos de la literatura fantástica. Por un lado tendremos que construir distintos edificios para preparar nuestro ejercito como casas o cuarteles. Para ello deberemos conseguir materias primas como madera u oro, por lo que también necesitaremos casas para los distintos trabajadores, almacenes… A la hora de atacar podíamos coger las distintas unidades, ya fuera individualmente o en grupo, para atacar a las distintas unidades enemigas o a las diferentes construcciones.
Técnicamente no destacaba especialmente, sus gráficos eran bidimensionales y no eran una gran maravilla. El sonido tampoco destacaba especialmente. Pero esto no fue impedimento para el éxito, ya que su punto fuerte estaba en una poderosa inteligencia artificial y una dificultad bien medida. Unido a una historia que engancha y un sistema de juego que, aunque recordaba a Dune, tenía sus pecularidades que lo hacían único.
El juego se convirtió en un autentico superventas y no tardó en salir su secuela. Fue a finales de 1995 con WarCraft II: Tides of Darkness con su correspondiente expansión WarCraft II: Beyond the Dark Portal, que suponían una importante mejora en todos sus aspectos, con unas cifras de ventas muy superiores al original. Tras un tiempo de silencio llegaría en 2002 WarCraft III: Reign of Chaos y la expansión Warcraft III: The Frozen Throne, donde se daba el salto a las tres dimensiones y aumentaba exponencialmente las virtudes del juego. En 2005 se lanzaría World of WarCraft, una versión online que ha revolucionado la forma de jugar a través de la red. Cabe destacar todo el material paralelo que ha tenido la saga, en forma de libros, novelas y comics manga, además de un proyecto para hacer una versión cinematográfica.
En este video podeis ver la intro de WarCraft: Orcs & Humans (1994):
Y en este como se jugaba: