Konami lanzaría en 1991, uno de sus «beat’em up» más míticos: Vendetta. Se trataba del segundo título de la saga Crime Fighters y, para muchos, la más afortunada de todas (aunque pocos dudan de la calidad de la serie al completo). Aún así, solo se conocería como Crime Fighters 2 en Japón, por lo que muchos jugadores tenían la creencia de que era un título totalmente independiente. De hecho, tuvo ciertos problemas al salir del mercado asiático al ser censurado un enemigo que vestía de cuero y que atacaba al jugador con, lo que parecía, prácticas sexuales.
Vendetta saldría de forma exclusiva para máquinas recreativas y, como era popular por la época, permitía su implementación en máquinas de hasta cuatro jugadores, por lo que se convertiría en un arcade muy popular entre los grupos de amigos que visitaban los salones recreativos.
El argumento es el clásico de los «beat’em up»:secuestran a una chica conocida como Kute Kate, la cual pertenece al clan de Los Cobra. Dicho clan está formado por Boomer (especialista en artes marciales peligrosamente parecido a Jean-Claude Van Damme), Sledge (un exconvicto militar con un «look» similar al de Mr. T), Hawk (un ex luchador de wrestling que recuerda inevitablemente a Hulk Hogan) y Blood (un boxeador afroamericano), y no dudarán en ir al rescate de su compañera.
El sistema de juego también se rige por los típicos clichés de los «beat’em up». El videojuego se desarrolla sobre un scroll horizontal, con una perspectiva bidimensional en tercera persona. Tendremos que ir avanzando por distintos niveles, acabando con todo enemigo que se nos cruce por delante haciendo uso o de nuestros puños, o de las diversas armas que podemos ir consiguiendo por el camino como martillos, ladrillos, cócteles Molotov o cadenas de motocicletas. Al final de cada nivel nos enfrentamos con el jefe final, que en este juego destacan especialmente tanto por su diseño como por sus curiosos nombres (Kruel Kurt, The Rude Brothers, Missing Link…).
Como he ido indicando durante todo el artículo, Vendetta es uno de los mejores ejemplos de lo que significaba un «beat’em up» de principios de los 90, y el apartado técnico no es una excepción. Nos encontramos con escenarios urbanos bastante bien diseñados, donde destaca la interacción con algunos elementos del entorno como pueden ser los andamios, los cuales podemos golpear para que caigan encima de los enemigos. Los personajes, tanto los protagonistas como los enemigos, tienen un buen trabajo de diseño, tratado con mucho humor, en especial en las animaciones a la hora de recibir golpes. En el apartado sonoro, de nuevo nos encontramos con un catálogo de efectos clásicos del subgénero y una banda sonora compuesta por Michiru Yamane (conocido por su trabajo en las sagas Castlevania y Suidoken) e Hideaki Kashima.
En este vídeo podéis ver como es el juego:

Target: Renegade es la segunda parte de
Mr. Big ha vuelto a la ciudad y, con esa obsesión en fastidiarnos, ha secuestrado a nuestro hermano. De nuevo, tendremos que ir a su encuentro, en una guarida conocida como Big’s Pig Pen que se encuentra en la zona más alta de la ciudad. Por desgracia, parece que todos y cada uno de los maleantes de la ciudad están de su lado y no dudarán en ponérnoslo lo más duro posible.
Target: Renegade se encuentra enormemente influenciado por
A nivel técnico, curiosamente, son mejores las versiones de ordenador que la de NES, a pesar de que ésta última es la más similar a Double Dragon. La principal ventaja de las versiones de ordenador se encuentra en un mejor control, que hace una experiencia de juego más divertida. A excepción de en la versión de Commodore 64, el título permite la participación de dos jugadores de forma cooperativa, lo que le hizo ganar muchos puntos al juego, ya que no existían demasiados títulos con esa característica en los ordenadores de 8 bits. En lo que se refiere a gráficos, las versiones de Spectrum y CPC se basaron en la misma, teniendo una mejor paleta de colores el primero, mientras que en la versión de Commodore 64 nos encontramos con unos sprites más pequeños pero más estilizados.
Hoy le toca el turno a Crime Wave, un videojuego que, si bien tiene ciertas lacras de jugabilidad, consiguió en su momento ser todo un referente del potencial tecnológico que podían llegar a tener los ordenadores personales, mostrándose como una alternativa real a las videoconsolas en lo que a software de entretenimiento se refiere. El título, desarrollado por Access Software en 1990 y publicado por US Gold (versiones de
El videojuego se ambienta en 1995, cuando la atractiva hija del presidente de los EEUU es secuestrada por King Pin (efectivamente, este hombre se mete en todos los berenjenales), como punto álgido de la ola criminal que está creando con sus múltiples secuaces. Ante la desesperada situación, el jefe de policía encarga la misión a su mejor agente, Luke McCabe, quien se enfrentará a solas con toda la banda de King Pin.
El juego se nos presenta como el clásico beat’em up en dos dimensiones con scroll horizontal, existiendo tres niveles de dificultad con los que enfrentarnos al reto de salvar a la hija del presidente. La mecánica es bien sencilla, todo lo que se mueva por la pantalla debe ser aniquilado, para lo que haremos uso de todo tipo de armas que iremos encontrando y mejorando a lo largo del recorrido. El juego cuenta con una cantidad de niveles bastante alta, tanto es así que en los últimos se resiente la linealidad del juego y termina volviéndose algo tedioso.
Sin embargo, por lo que destaca (y tal como fue conceptuado el juego) es por el apartado técnico, en especial el gráfico, que es realmente impresionante para las fechas que hablamos. La pantalla nos presenta una especie de sala de control de la policía donde podemos ver las evoluciones de Luke. Todos los personajes han sido digitalizados a partir de imágenes de personas reales, por lo que imprime un realismo que no se había visto en ningún juego de acción para ordenadores personales hasta la época. De igual manera, los escenarios tienen una excelente calidad, casi fotográfica, de tal manera que los personajes se acoplan muy bien en su entorno.
Pero lo que dejó a todo el mundo con la boca abierta fueron las escenas introductorias e intermedias, ya que no se había visto nada parecido por aquella época en un videojuego de ordenador. Basadas en fotografías y animaciones digitales, hoy en día parece mentira que todo aquello pudiese caber en un disquette de alta densidad. Por desgracia, el apartado sonoro no estaba a la altura, a excepción de la música digitalizada de la introducción. Probablemente, la calidad de éste tuvo que verse mermada para reducir los gastos de producción que supondría el lanzamiento del juego en más disquettes.
Mutation Nation es uno de los múltiples beat’em up que lanzaría SNK para la
Nuestros dos protagonistas estarán de vuelta en la ciudad tras un largo tiempo fuera y se dan cuenta de todo lo que está sucediendo. Es por ello que deciden tomar sus propias medidas y ponerse manos a la obra para acabar con la plaga, antes de que se extienda por el resto del país y acabe con todas las pesonas.
El juego nos presenta el típico formato de los beat’em up de los 90, con una perspectiva lateral con scroll horizontal, permitiendo la participación de uno o dos jugadores de forma cooperativa. La idea es ir acabando con todos los enemigos que nos salen al paso, para llegar al final del nivel y nos enfrentemos al jefe de la fase. Como novedad, el videojuego permite que nuestros personajes realicen un mayor número de movimientos especiales que lo que suele ser normal en el género, probablemente heredado de la gran experiencia en juegos de lucha de SNK. Este ya de por sí amplio catálogo de ataques, se aumenta gracias a las distintas esferas que nos podemos encontrar en el camino que nos daran tres tipo de poderes: luz, fuego y viento.
A nivel gráfico nos encontramos un buen trabajo, donde tanto los personajes protagonistas como los enemigos tienen un gran tamaño, lo que terminaría siendo la seña de identidad de los beat’em up de SNK. Los escenarios, aunque llenos de los clichés típicos del subgénero, le dan el ambiente urbano que se busca. Quizá sea el apartado sonoro el más flojo, donde el barullo montado por los efectos de sonido apenas deja oir la banda sonora, aunque tampoco es que nos perdamos gran cosa.
Smash TV es un videojuego de acción que fue desarrollado por Williams Electronics Games para máquinas recreativas en 1990. La idea sería desarrollada por el equipo formado entre Eugene Jarvis (Robotron 2084, Stargate, NARC, Blaster…) y Mark Turnell, con Jon Hey ocupándose del sonido y la banda sonora. Tras un paso exitoso por los salones recreativos, Acclaim Entertainment se encargaría de hacer las conversiones para sistemas domésticos:
La temática del videojuego está basada levemente en la novel El Fugitivo de Stephen King. Se nos presenta un programa de televisión en el año «futuro» de 1999. Se trata de un concurso en el que cada concursante tendrá que ir acabando con todos los enemigos que vayan saliendo en cada habitación, para conseguir el gran premio final: la libertad.
El apartado técnico está pensado para favorecer el sistema de juego. Aunque la definición no es la principal característica de sus gráficos, si son muy funcionales, ya que permiten el movimiento de muchos elementos a la vez en la pantalla, consiguiendo una experiencia de juego de lo más dinámica. El sonido, aunque termina siendo algo repetitivo, ayuda a mantener la tensión que provoca tanto enemigo atacándonos.
Como mi particular homenaje al recientemente fallecido Michael Jackson, vamos a recordar uno de los videojuegos que salieron a raíz de su película: Michael Jackson’s Moonwalker.
El objetivo del juego es muy simple; ir pasando los niveles rescatando a todos los niños que han sido secuestrados. Michael atacará con poderes mágicos con una especie de halo azul que lanza. Por otro lado, y de forma limitada, tendremos una magia especial en la que ejecutaremos pasos de baile que despistarán y haran bailar a los enemigos para realizar un ataque final.
Michael Jackson’s Moonwalker está dividido en cinco niveles (Cavern, Amusement Quarter, Night Street, Graveyard y Evil Fortress), cada uno de los cuales teniendo como música de fondo uno de los grandes éxitos de Michael Jackson (Bad, Beat it, Smooth Criminal y Another Part of Me) en una version sintetizada. De todas maneras, puede que sea el apartado gráfico el que más destacara del videjuego. El juego permitía la participación de hasta tres jugadores simultáneos, todos manejando a Michael pero con trajes blanco, rojo o negro. De esta manera el trio formado por su jugabilidad, apartado técnico y personaje de reclamo, conseguiría convertirse en uno de los videojuegos más populares de ese año y uno de los arcades más recordados.
Una de las grandes desarrolladoras niponas,
En Baraduke manejamos un astronauta provisto de un bio-traje, bajo el nombre de Kissy si se trata del jugador 1 y de Takky si es el jugador 2. La misión será la de acabar con todos los seres extraterrestres que nos encontremos en cada uno de los niveles.El juego está compuesto de ocho plantas, en cada una de las cuales nos encontraremos con cinco niveles estandar, más uno con el enfrentamiento al «jefe» de final de fase.
Nuestro personaje tendrá total libertad de movimientos ya que, gracias a su traje, podrá moverse por cualquier lugar de la pantalla. Como ataque principal contaremos con un rifle de ondas de energía para acabar con los enemigos. Una vez que hayamos acabado con todos los enemigos, se nos abrirá una compuerta que nos llevará al siguiente nivel para acabar con otra ola.
Gráficamente no introdujo novedades destacables, pero sigue la buena senda de los títulos anteriormente comentados: buenos gráficos, muy coloridos y con unos movimientos fluidos. A día de hoy no parece nada especial, pero hablando de mediados de los 80 tras la grave crisis de los videojuegos, podemos decir que el trabajo técnico fue más que meritorio.
Cannon Fodder es el primer título de una saga bélica que debutaria en 1993 para
El videojuego mezcla la acción con la estrategia en tiempo real, dando como resultado un juego muy dinámico y enormemente divertido. Nos encargamos de un escuadrón formado hasta por ocho miembros divididos en tres grupos. Todos ellos cuentan con una ametralladora con munición infinita y tienen la posibilidad de recoger granadas y misiles en los escenarios de la batalla.
La clave de Cannon Fodder está en su simpleza, ya que las misiones serán del tipo «Acaba con todos los enemigos» o «No dejes ni un edificio en pie», sin decir ni quienes son estos enemigos ni porqué. No importa, lo importante es un sistema de juego con una inmediatez de diversión, con un control tan sencillo como es botón izquierdo moverse, botón derecho atacar. Eso no significa que podamos ir «a lo loco» y, sobre todo en misiones avanzadas, habra que hacer un poco de preestrategia antes de atacar, intentando evaluar los pros y contras de tomar una decisión u otra. Esto viene provocado por una inteligencia artificial muy bien implementada para la época de la que hablamos.
A nivel técnico tenemos que diferenciar dos campos. Por un lado, la presentación del videojuego cuenta con una canción muy cuidada por parte de Jon Hare (también diseñador del juego) y Richard Joseph (un clásico en el mundo de la música para videojuegos), todo esto acompañado por imágenes digitalizadas. A la hora de la acción, el apartado gráfico es más simple, pero enormemente funcional para el sistema de juego para el que ha sido desarrollado, dando una interfaz ideal para divertirse con el videojuego.
El juego vino sucedido por Cannon Fodder 2, publicado un año más tarde, muy similar a la primera entrega pero con el apartado gráfico y el sistema de juego más afinado. Paralelamente, de forma gratuita, se adjuntaría, junto al número de Navidad de ese año de la revista Amiga Format, dos niveles extra conocidos como Cannon Soccer, donde los guerreros protagonistas lucharán contra hordas de jugadores de
Nos encontramos en 1988, con los beat’em up poniéndose muy de moda y, como no podía ser de otra manera,
Vigilante se ambienta en la ciudad de Nueva York, donde un grupo de skinheads tiene aterrorizada a la población. Nuestro protagonista es un gran conocedor de las artes marciales, que se ha convertido en «vigilante» para proteger a los suyos de la amenaza. Por si fuera poco, la banda de skinheads secuestra a su novia, Madonna, lo que no le deja más remedio que arreglar el asunto a tortas. Supongo que por motivos de derechos con la conocida cantante, en las versiones domésticas se cambió el nombre de la chica a rescatar por María. También se cambiaría el nombre de la banda enemiga, denominándose The Rogues.
Con Vigilante nos encontramos con un típico beat’em bidimensinal con scroll horizontal. De hecho, podemos de cir que es una versión mejorada de Kung-Fu Master, donde se le ha dado profundidad a los escenarios y una mayor variedad de situaciones.
En lo que se refiere a los gráficos, destaca tanto el diseño de personajes como el de los escenarios, llenos de detalles y bastante bien creados, lo que le daba una buena sensación de realismo (teniendo en cuenta la época de la que hablamos). Sin embargo, estos gráficos se ven empañados por unas animaciones muy toscas, que dan la impresión de ver a un montón de personajes patinando. En lo que se refiere al apartado sonoro, la música acompaña estupendamente la acción del juego, pero habría que destacar la enorme calidad de los efectos de sonido.
En la época en la que Disney tenía practicamente el monopolio de los films de animación, uno de los fenomenos de masas llegaría en 1994 con el estreno de El Rey León, película que rápidamente se convertiría en un clásico de la productora. Siguiendo la política que llevaba en esa época, se lanazaría un videojuego multiplataforma de forma prácticamanete simultánea. El desarrollo del mismo sería llevado a cabo por Westwood Studios Inc. y tendría una distribución por parte de Virgin Play para
El videojuego sigue el desarrollo de la película, comenzando con Simba siendo un cachorro y terminando con el león protagonista ya adulto, enfrentándose a Scar. El juego se nos presenta como un plataformas bidimensional con vista lateral, aunque con algún nivel en el que este sistema de juego difiere un poco (como en el nivel de la estampida de ñus).
El estado de nuestro personaje dependerá de dos barras. Por un lado la típica barra de vida que se reduce cuando Simba es herido y que es recuperada con la ingesta de insectos. Por otro contamos con la barra de rugido que ira mejorando según vaya creciendo. Aparte de manejar a Simba, las fases bonus estarán protagonizadas por Timón y Pumba.
En el apartado técnico destacan los gráficos por su fidelidad al original. De hecho, serían diseñados por los propios estudios de animación de Walt Disney. Por otro lado, la banda sonora son versiones de la del film, lo que ayudó a la identificación con la película. El videojuego contaría con una buena recepción por parte tanto de público como de crítica, aunque se destacaría una excesiva dificultad en un producto que podría ser atractivo para los más pequeños de la casa.