Aunque pudiese parecer un tema más que recurrente lo cierto es que la Navidad, a pesar de que cuenta con una cierta cantidad de títulos, no ha sido explotado en el mundo de los videojuegos de forma masiva. La mayoría de las ocasiones se han quedado en desarrollos más bien de estilo amateur o bien en desarrollos por encargo de alguna compañía. Sin embargo, contamos con una serie de excepciones y, en esta ocasión, vamos a echar un vistazo a uno de los primeros títulos que tomó este tema en el mundo de los videojuegos.
Special Delivery: Santa’s Christmas Chaos es un videojuego que fue desarrollado por Dalali Software, una compañía que por aquellas fechas estaba empezando y que no tendría muchos éxitos en su dilatada carrera en el tiempo, ya que mantendría sus actividades hasta 1990. La distribución fue llevada a cabo por Creative Sparks para Atari 8-Bit, Commodore 64 y ZX Spectrum. Con un abanico tan pequeño de plataformas y una distribuidora tan poca poderosa, os podéis imaginar que es más que normal si no habéis oído hablar nunca del juego. Una pena, porque dentro de su contexto se trata de un título bastante interesante.
La premisa principal del juego no puede ser más simple: Santa debe repartir todos los regalos en la noche de Navidad. Para ello, el videojuego se divide en tres niveles básicos. Durante el primero manejamos el trineo por el cielo y tenemos que ir recogiendo los regalos que nos van lanzando los elfos, sin perder la vista sobre montañas y nubes que nos harán perder la vida si colisionamos.
Una vez que hemos recolectado suficientes regalos, podremos pasar a descender por la chimenea. La perspectiva del título cambia y nos encontramos con tres escaleras por las que podemos descender, evitando los obstáculos que aparecen en nuestro camino, principalmente brasas que ascienden por la chimenea y bolas de nieve que caen.
Por último, una vez en la casa, tenemos que conseguir dejar los regalos en el árbol de navidad. Para ello, tenemos que movernos por las distintas habitaciones de la casa intentando evitar ser vistos por los habitantes de la misma. De igual manera, tenemos que conseguir encontrar la llave que nos permita tener acceso al exterior por la puerta.
Como podéis suponer, el videojuego tiene un planteamiento simple, pero la variedad de sus situaciones lo hace bastante entretenido, sobre todo teniendo en cuenta que en 1984 la mayoría de videojuegos se limitaba a un único tipo de sistema de juego. Por otro lado, la ambientación del título está muy lograda y, a pesar de las limitaciones técnicas del hardware para el que se programó, el resultado es bastante bueno, con elementos muy reconocibles y que no entorpecen para nada en el control del juego. De igual manera, la banda sonora nos dará un tema navideño que se adaptará perfectamente a la ambientación.
En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Aunque sin duda la saga de Metal Gear es conocida internacionalmente, esta fama a nivel mundial no vino desde su primera entrega. Más allá del confuso hecho de que el primer título de la saga, 

































Durante la época de desarrollo de lo que iba a ser la futura , hubo una colaboración entre Philips y Nintendo para la inclusión de un reproductor de CDs interactivos en la consola de 16 bits. Philips, como compañía inventora del formato, parecía ser el compañero ideal de viaje para esta tarea pero, finalmente, Nintendo se decidió a volver a apostar fuertemente por el cartucho y la Super Nintendo saldría al mercado sin el susodicho CD (de hecho, Nintendo volvería a apostar una vez más por el cartucho en la siguiente generación con Nintendo 64).
A pesar de que el proyecto no llego a buen puerto, no fue una ruptura comercial crítica y Philips aprovechó la experiencia para el desarrollo de su reproductor interactivo CD-i. Fruto de la colaboración de Philips con Nintendo, la compañía holandesa consiguió el derecho de utilizar franquicias de Nintendo en sus propio hardware, siendo una de las pocas ocasiones en las que la compañía japonesa dejó salir a sus personajes de sus dominios. De esta manera, basados en la franquicia Zelda se desarrollaron tres títulos de calidad más que cuestionable: Zelda: Link: The Faces of Evil, Zelda: The Wand of Gamelon y Zelda’s Adventure, además del título que hoy nos ocupa e incluso hubo un proyecto para hacer una versión de Sonic Eraser que no terminó de salir al mercado debido al fracaso de la propia CD-i.
Probablemente, Hotel Mario fue el videojuego que sale mejor parado de estas cesiones de derechos pero, aún así, queda bastante lejos de lo que se podría esperar de un videojuego basado en el famoso fontanero. Aunque la distribución fue llevada a cabo por la propia Nintendo, el desarrollo del producto sí es de Philips y es algo que queda presente. Aunque en un primer vistazo Hotel Mario tiene el aspecto de plataformas, en realidad está enfocado más hacia el género de plataformas.
En Hotel Mario tenemos que rescatar por enésima vez que, de nuevo, ha sido secuestrada por Koopa mientras preparaba un picnic para Mario y Luigi en el Reino del Champiñón. Esta historia está contada por una serie de vídeos animados introductorio que se suponen que aprovechaban la capacidad de reproducción de vídeo del CD-i, pero cuya calidad como dibujos animados es bastante cuestionable. Por otro lado, no parece haber una verdadera relación con cómo se desarrolla el juego, ya que el objetivo es ir a siete hoteles regentados por Koopa y dejar encerrados en él a todos los koopalings y, de alguna manera, esto haría recuperar a Peach.
Cada uno de los hoteles tiene diferentes niveles que vamos pasando si conseguimos cerrar todas las puertas del mismo. Esta tarea que en un principio puede parecer fácil, se complica debido a que los koopalings no paran de abrir las puertas que acabamos de cerrar, por lo que hay que intentar realizarlo lo más rápidamente posible. Estos enemigos podemos derrotarlos también de la manera clásica de Mario, saltando sobre ellos y, como último elemento en la ecuación nos encontramos con una serie de ascensores que nos irán llevando a distintos lugares de la pantalla.
Particularmente, me resisto a calificar rotundamente a Hotel Mario como un videojuego malo. Si no fuese por el peso de su personaje protagonista, lo podríamos considerar un videojuego de puzzle bastante solvente y que incluso realiza una mezcla de géneros interesante. De hecho, su principal contra, el control, no se encuentra en el juego en sí, sino en un hardware y unos mandos más pensados para una experiencia de vídeo interactivo que para jugar. Por otro lado, si obviamos las horrendas animaciones que acompañaban cada interludio, nos encontramos con unos gráficos en un nivel similar o superior al que ofrecía los videojuegos del fontanero en Super Nintendo y es algo que también se notaba en el audio de calidad CD. Probablemente sea uno de los videojuegos de Mario con peor fama, pero si podemos obviar la grandilocuencia de su personaje, nos puede aportar unas cuantas horas de entretenimiento.
El reciente fallecimiento del gran actor Robin Williams me han hecho traer de nuevo a mi memoria alguno de los videojuegos basados en una de sus películas más populares: Hook. Hace ya bastante tiempo en este mismo blog, hicimos el análisis de la
El desarrollo original del título fue realizado en 1992 por parte de Ukiyotei Company para
Curiosamente, esta versión de Hook se centra en una parte de la película que es pasada prácticamente por alto por la aventura gráfica, quizá por tratarse de la que en más acción discurre. De esta manera, tomamos el papel de Peter Banning justo cuando los Niños Perdidos comienzan a entrenarlo para convertirlo de nuevo en Peter Pan. De esta manera, en el primer nivel ya nos encontramos a nuestro protagonista caracterizado como Peter Pan y los Niños Pérdidos harán las veces de enemigos aunque no los mataremos, sino que simplemente levantarán las manos en forma de tregua.
Los controles son muy simples, ya que el juego se basa en el ataque con espada de Peter Pan y su gran habilidad de salto, la cual se ve potenciada si encontramos polvo de hadas de Campanilla que nos permitirá volar durante un pequeño periodo de tiempo. Una vez que, al final de la primera fase, venzamos a Rufio, recorreremos distintos lugares de Nunca Jamás hasta finalmente llegar al barco del Capitán Garfio, en un itinerario que dista mucho de ser directo.
En dichos niveles ya nos enfrentamos a enemigos «reales», como distintos secuaces de Garfio y algún que otro animal que, por alguna razón, están empeñados en acabar con nosotros. Estos niveles se estandarizan más en lo que es un plataformas, ya que no tienen una relación directa con la película, ni en los escenarios ni en los personajes. Las referencias al film vuelven en el último nivel donde nos enfrentamos finalmente a Garfio y comienzan una serie de cinemáticas que evocan la película de Spielberg.
Gráficamente tanto la versión de Super Nintendo como la de Mega Drive son muy parecidas, sin demasiada diferencia cromática como en otros títulos. De hecho, la versión de Game Gear, a pesar de las limitaciones de los 8 bits, tiene muy buen aspecto y no tiene trabas en su jugabilidad. En líneas generales, Hook es un plataformas solvente que si no llega a tener el impulso de la película, hubiese pasado sin pena ni gloria. Sin embargo, tiene un diseño de niveles interesantes que lo hace apropiado para alguna que otra partida esporádica.