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Adventure (1979)

El título de hoy es todo un hito en el mundo de los videojuegos, ya que Adventure es considerado el primer juego de aventura y acción, así como el primer en incluir un «huevo de pascua» (Easter Egg). Adventure fue producido por el equipo de desarrollo de Atari 2600, basándose en la aventura conversacional Colossal Cave Adventure, que sería desarrollada por Will Crowther en 1976. A pesar de que desde la propia Atari no tenian muy clara la viabilidad del proyecto, Warren Robinett consiguió implementarlo y conseguir que fuera un éxito tal, que llegó al millón de copias, siendo el séptimo título más vendido de la consola.

El argumento de Adventure es muy simple, ya que el objetivo del juego es conseguir el cáliz encantado y regresar sano y salvo al Castillo Dorado. Nuestro protagonista se encuentra representado por un simple cuadrado, que tendrá que ir recorriendo diversos laberintos y castillos en busca del cáliz, donde podemos encontrarnos diversos objetos para avanzar la aventura. Entre ellos destacan las llaves, que nos permitiran acceder a los tres castillos que nos encontraremos, así como objetos mágicos como el puente (que nos permite cruzar paredes) o el magneto que permite acercarnos objetos lejanos.

El switch de la Atari 2600 nos permite elegir entre tres modos de juego: Game 1, una versión básica con menos enemigos y localizaciones; Game 2, la versión completa con la ubicación de los objetos fija; Game 3, la versión completa con la ubicación de los objetos de forma aleatoria. Este último modo de juego tiene un fallo, ya que al ser aleatoria la ubicación de los objetos, podría darse el caso de que la llave de un castillo se encontrara dentro del propio castillo, haciendo imposible finalizarlo. Nuestro protagonista tendrá la habilidad de coger y soltar los objetos, ya que solo puede cargar uno a la vez y la estrategia será esencial (para acceder a un castillo requeriremos de una llave, pero si éste lo defiende un dragón, primero tendremos que soltarla para coger la espada).

Los combates con los dragones son simples, pero bastante más profundos de lo habitual en los juegos de Atari 2600. Los dragones solo pueden ser atacados con la espada mientras tienen la boca cerrada, pudiendo atacarnos en esa posición y, además, según el nivel de dificultad pueden llegar a huir si se asustan. También nos encontraremos con murciélagos que, de forma aleatoria, pueden coger objetos y enemigos, y cambiarlos de sitio.

Como hemos indicado antes, este sería el primer videojuego con un «Easter Egg», siendo más bien un alegato reivindicativo de Warren Robinett. Por las fechas de desarrollo del juego, el reconocimiento del trabajo de los desarrolladores por parte de las compañías era una utopía, no solamente por la falta de derechos de autor, sino que ni siquiera aparecían sus nombres en los títulos de crédito. De esta manera, en Adventure, si activamos en cierto lugar un punto gris «invisible», podremos acceder a una habitación donde podemos leer el texto «Created by Warren Robinett».

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Othello (1980)

En esta ocasión vamos a revisar una conversión de un clásico de los juegos de mesa, pero que destaca dentro del mundo de los videojuegos por ser uno de los pocos juegos de puzzle que fueron publicados para Atari 2600. Se trata de Othello, una versión comercial de Reversi que fue publicado como juego de mesa por parte de Goro Hasegawa en 1971 (si bien el Reversi original data de finales del siglo XIX en Inglaterra), con un gran éxito a nivel internacional.

La primera versión para videojuegos sería en 1980 desarrollado y publicado por la propia Atari. Posteriormente aparecerían diversas versiones caseras sin licencia para diversos ordenadores personales y consolas (algunas con la denominación de Reversi). La siguiente versión licenciada llegaría por parte de Acclaim en 1986 para NES y en 1990 para Game Boy, con desarrollo de Hal Laboratories.

Tal y como dice el eslogan publicitario del juego, «A minute to learn… A lifetime to Master», la mecánica del juego es realmente sencilla, pero dominarlo es tremendamente dificil. Nos encontramos con un tablero formado por una cuadrícula y unas fichas que tienen una cara blanca y otra negra. Una vez que hayamos elegido nuestro color, el juego comienza con dos piezas de cada color en el centro del tablero. Por turnos, cada jugador coloca una pieza de su color y, encerrando una del oponente con otra del color propio, la del oponente se volverá de nuestro color. Así hasta rellenar por completo el tablero, ganando aquel jugador cuyas fichas sean mayoritarias.

La versión de Atari 2600 es muy simple en lo que se refiere a gráficos y sonidos, pero dada la simplicidad del juego, esto no es un «handicap» y el resultado es bastante más satisfactorio que en otros títulos de la máquina, donde cuestra trabajo saber qué representa cada «sprite». Además, el juego tiene la posibilidad de un modo de dos jugadores y tres niveles de dificultad en los duelos contra la máquina (aunque los tres son de una dificultad endiablada).

Las versiones para las consolas de Nintendo se basan en la misma premisa y el sistema de juego es idéntico. La diferencia radica en la lógica mejora gráfica, la inclusión de una banda sonora, más opciones y una mejor curva de aprendizaje con un sistema de niveles de dificultad más balanceado.

Posteriormente han ido apareciendo más versiones en distintas plataformas (con licencias más o menos legales), destacando en los últimos años su aparición en webs y teléfonos móviles.

En este vídeo podéis ver la versión de Atari 2600:

En este otro la de NES:

Outlaw (1976)

Tras el gran éxito que supuso para Midway el lanzamiento de Gun Fight en 1975, desde Atari pretendían seguir la estela en la búsqueda de un juego similar para no perder su posición de liderazgo en el mundo de los videojuegos en aquella época. De esta manera, en 1976 lanzarían la máquina recreativa Outlaw, de nuevo basada en los típicos duelos del Salvaje Oeste.

Evidentemente la temática no daba para mucho más y el juego iba a resultar muy similar, por lo que Atari quiso sorprender con el modo de juego e incorporaría una pistola de luz para dotarle de un mayor realismo y que ayudaría en la popularidad del título.

Outlaw nos permite elegir entre dos personajes, «Half-Fast» Pete, que tiene una mayor precisión, o Billy «The Kid», que desenfunda más rápidamente. En pantalla aparece un forajido al cuál hay que abatir lo más rápidamente posible, una vez que él haya desenfundado y nos dispare. Dependiendo de las veces que ganemos el duelo, obtendremos una serie de puntos que servirá para que el juego califique nuestro nivel entre «Dude», «Greenhorn», y»Top Gun».

En el aspecto técnico, evidentemente lo más destacado era el sistema de recepción de la pistola de luz y la principal nota diferenciadora respecto a Gun Fight. De hecho, gráficamente, tiene un estilo muy similar al título de Midway, con gráficos generados por hardware, almacenada en las ROM y complementado por escenarios puestos en láminas pintadas en la pantalla.

Cuando llego el momento de realizar una versión para Atari 2600, lógicamnete no se podía adaptar el sistema de juego con la pistola de luz. El trabajo fue encargado a David Crane, que realizó un juego más similar a Gun Fight que a su homónimo arcade. De esta manera, se trata de un título de dos jugadores con una perspectiva lateral y manejado por joysticks. Esta versión se utilizaría posteriormente para recopilaciones arcade.

En este vídeo podéis ver la versión doméstica:

David Crane, en los albores de los videojuegos

La carrera de David Crane prácticamente se inicia con la propia historia de los videojuegos, ya que sería desarrollando videojuegos para Atari 2600 donde empezaría sus pasos como programador (fue el desarrollador de Outlaw). El trabajo en Atari por aquella época no era nada fácil para los programadores, ya que contaban con un sueldo bastante bajo, jornadas maratonianas y una pérdida total de los derechos de autor sobre sus propios videojuegos. Todo esto vino propiciado por la dirección Ray Kassar, tras la marcha de Nolan Bushnell en 1978. Su mandato con mano de hierro, caracterizado por la maximización de los beneficios y el maltrato hacia sus programadores, al no permitirles aparecer en los títulos de crédito, provoca una verdadera diáspora en al compañía norteamericana. Uno de los efectos más notables fue la marcha de Crane que, junto a Alan Miller, Larry Kaplan y Bob Whitehead para crear su propia compañía.

De esta manera nace en 1979 Activision, una empresa que tenía el reconocimiento de sus creadores como principal premisa. Su equipo fundador suponía más de la mitad de la producción en Atari, por lo que el punto de inicio no podía ser mejor, lo que no quitaría que tuvieran sus problemas judiciales, ya que Activision fue la primera third-party (el dominio de sus programadores sobre la Atari 2600 era innegable) y desde Atari no estaban dispuestos a tolerar desarrolladores independientes para su consola.

Aunque ya había firmado Dragster y Freeway, el gran éxito de Crane llegaría en 1982 con el lanzamiento de Pitfall!, su juego más complejo hasta la fecha y toda una revolución comercial y para muchos uno de los mejores títulos que tendría la Atari 2600. Tras éste le seguirían Pitfall II: Lost Caverns, Ghostbusters y Little Computer People. Éste último sería todo un título experimental para la época, siendo un simulador de la vida de una persona, sin tener ningún objetivo concreto, en lo que sería un verdadero precursor muy temprano de Los Sims, reconocido por el propio WIll Wright.

Pero la historia volvería a repetirse en Activision, Jim Levy dejaría la compañia y el nuevo dirigente empezaría a maltratar el producto. De esta manera, en 1986 David Crane dejaría Activision y fundaría una nueva compañía junto a Garry Kitchen llamada Absolute Entertainment. En esta compañía programaría desde su casa de California y tendría un nuevo éxito con A boy and his blob: Trouble on Blobolonia para NES y su correspondiente versión para Game Boy David Crane’s The Rescue of Princess Blobette.

Absolute Entertainment cerraría sus puertas en 1995, mismo año en que David Crane funda Skyworks Technologies, donde tendría el puesto de jefe técnico de organización, una compañía de videojuegos que se especializaría en el desarrollo de tñitulos promocionales, donde destacan ESPN Arcade, Candystand, ATV: Quad Frenzy y Texas Hold’em Poker.

En este vídeo podéis ver una conferencia de David Crane:

720 Degrees (1986)

En esta ocasión vamos a analizar 720 Degrees, un título de Atari que ostenta (junto a BMX Simulator) el honor de ser pionero a la hora de llevar deportes extremos al mundo de los videojuegos. El nombre del videojuego tiene su origen en uno de los trucos más complejos de skateboard, consistente en dar dos vueltas completas con el monopatín en el aire tras saltar desde una rampa.

720 Degrees aparecería inicialmente para máquinas recreativas, apareciendo conversiones a partir de 1987 para Amstrad CPC, Commodore 64, Game Boy Color, Nintendo Entertainment System y ZX Spectrum, desarrollados por la compañía británica US Gold.

El juego nos pone en la piel de un intrépido aficionado al skateboard que vive en Skate City. Inicialmente comenzaremos con una cantidad de tickets que podremos usar para poder realizar eventos, los cuales se encuentran en distintos puntos de la ciudad. Para llegar hasta ellos iremos rulando por el barrio y podremos realizar toda una serie de trucos sobre el mobiliario urbano, lo que nos permitirá acumular puntos y conseguir nuevos tickets.

En la ciudad también podremos encontrar diversas tiendas donde poder equiparnos con mejoras, pero que tendrá un coste monetario que tendremos que amortizar al realizar las pruebas. Sin embargo no podemos deambular indefinidamente por la ciudad acumulando puntos, ya que tendremos un temporizador que se va reduciendo. Cuando éste llegue a cero, el juego nos dirá «Skate or Die» y rápidamente tendremos que ir hasta el evento correspondiente, antes de que nos empiecen a atacar avispas enfurecidas. Dicho temporizador se rellena realizando correctamente las pruebas.

720 Degrees nos presenta cuatro eventos distintos. Ramp, el típico medio tubo (halfpipe), donde tendremos que realizar todo tipo de piruetas; Downhill, un largo recorrido de descenso a través de distintas rampas donde tendremos que evitar caernos al vacío; Slalom, similar a la prueba de esquí, donde tendremos que realizar un circuito de obstáculos, pasando siempre entre las banderas; Jump, una prueba de salto en la que tendremos que conseguir el impulso y la dirección correcta para llegar a romper un ojo de buey.

A nivel técnico nos encontramos con un videojuego muy trabajado, sobre todo teniendo en cuenta la fecha de lanzamiento. Su velocidad trepidante no ha mermado el buen trabajo para ambientar la ciudad y los lugares típicos de los skaters. Igualmente, las animaciones son correctas, siempre en busca de no perder velocidad por el exceso de sprites en movimiento. Todo esto viene acompañado por una banda sonora bastante mejor que lo se suele esperar de un juego deportivo de la época.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Tempest (1980)

Tempest es un shoot’em up lanzado por Atari en 1980 y diseñado por Dave Theurer (responsable también de Missile Command y I, Robot). El título se caracteriza por el uso de gráficos vectoriales, técnica muy popular por aquella época por su espectacularidad técnica y que permitía simular las tres dimensiones en lo que se suele denominar el subgénero de los «tube shooter». Originalmente en su desarrollo se planteó crear una versión tridimensional de Space Invaders, pero los distintos problemas de adaptación de la idea hizo replantearse el diseño y crear un juego diferente.

El objetivo del juego es muy simple, tenemos que conseguir sobrevivir destruyendo enemigos el máximo tiempo posible para así acumular una puntuación más alta. Manejamos una extraña nave en forma de garra y tendremos una visión trasera de la misma.

Nos moveremos en diversos escenarios, ya sean cerrados o abiertos, en una forma de «tubo» dividido por secciones, de tal manera que veremos acercarse a los enemigos por el mismo y podremos atacarlos si nos encontramos en la misma sección. En total tendremos 16 niveles distintos que, al acabarlos, volverán a repetirse con la dificultad incrementada. También tendremos disponible el Superzapper, que podremos usar una única vez por nivel y que acaba con todos los enemigos que se encuentren en ese momento en la pantalla. Una vez que acabemos con todos los enemigos del nivel, podremos avanzar al siguiente si pasamos una zona final de pinchos.

Tempest trajo muchas novedades al mundo de los videojuegos. Por un lado, fue el primer título en permitir la selección de nivel dependiendo de la habilidad del jugador, siendo bautizada esta opción como SkillStep. Por otro lado, aplicaba a los gráficos vectoriales el sistema Color-QuadraScan de Atari, que suponía una importante mejora en el color (de hecho, al terminar los 16 niveles, éstos cambiaban la paleta de colores).

Las especiales características técnicas de Tempest aumentarían la dificultad de conversión y tardarían años en aparecer versiones domésticas. Se hicieron prototipos para Atari 2600 y Atari 5200 que no llegaron a ver la luz (en el primer caso por la baja calidad de la conversión y en el segundo, probablemente, por la corta vida de la consola). Finalmente aparecerían versiones para Amstrad CPC (1987), Atari ST (1989), BBC Micro (1985), Acorn Electon (1985) y ZX Spectrum (1987).

La primera secuela llegaría en 1996 con Tempest 2000 para Atari Jaguar, SEGA Saturn, MS-DOS, Apple Macintosh, y Sony PlayStation (bajo el título de Tempest X3. Posteriormente aparecería Tempest 3000 para los reproductores de DVD Nuon. En 2007, aparecería un remake para XBox 360.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

A Toda Máquina XXIV: Atari 5200

Tras el éxito a nivel mundial de la Atari 2600, desde la compañía norteamericana se buscaba dar un salto de calidad tecnológico con el lanzamiento de una nueva videoconsola que tuviese unas características técnicas únicas en su momento. De esta manera, en Noviembre de 1982 Atari lanzaría la consola en Estados Unidos y Canadá. A pesar de ser toda una revolución tecnológica, la videoconsola fue un fracaso, sobre todo en comparación al éxito de su predecesora, por lo que en tan solo dos años dejaría de fabricarse.

La Atari 5200 contaba con un procesador MOS 6502C a 1.79 Mhz, 16 KB de RAM, una resolución en pantalla de 320×192 con una paleta de colores de 256 colores (aunque solo podían aparecer 16 simultáneamente) y un sistema de sonido de 4 canales. Con estas especificaciones técnicas se encontraría a la cabeza del ocio doméstico, acompañando el lanzamiento de la consola con los títulos Super Break Out, Galaxian, Space Invaders y Asteroids, grandes éxitos de las recreativas que funcionaban con soltura en la nueva consola.

El sistema de control también fue revolucionario, aunque un tanto contraproducente, ya que pocos títulos aprovechaban al máximo sus posibilidades. Dichos controles contaban con un teclado numérico (el cual también era usado para botones de acción) y una palanca analógica que permitía posiciones en 360º, muy superiores a las 4 u 8 posiciones discretas de los controles de la época. Sin embargo, estás ideas innovadoras se aplicaron en un material deficiente, con un diseño incómodo y que resultaba excesivamente complicado para jugar.

Aparte de lo anteriormente comentado, uno de los principales problemas que desembocaron en el fracaso de la consola fue su precoz lanzamiento. La penetración en el mercado de la Atari 2600 era demasiado grande y el público no estaba dispuesto a realizar un nuevo desembolso. Por otro lado, los cartuchos de la 2600 no eran compatibles con la 5200, y el catálogo de la primera era exageradamente más amplio, por lo que fue otro motivo clave por lo que los usuarios no cambiaban de consola.

En este vídeo podéis ver un anuncio de la Atari 5200:

Breakout (1976)

En el blog ya hemos hablado de diversos títulos de la saga Arkanoid, máximo exponente del subgénero conocido coloquialmente como «rompeladrillos». En esta ocasión vamos a revisar el título original que crearía el género, en pleno nacimiento del ocio electrónico. Breakout sería lanzado por Atari el 13 de Mayo de 1976 en EEUU para máquinas recreativas.

La idea del juego sería obra de Nolan Bushnell (creador de Pong, título que influye claramente en Breakout) y Steve Bristow, aunque el primer prototipo del título sería encargado a Steve Jobs y éste le pasaría el proyecto a su colega Steve Wozniak. Ese mismo año, ambos fundarían Apple.

El desarrollo del juego se basa en la búsqueda por parte de Atari de una versión de Pong que pudiera jugarse con un único jugador. De esta manera, tenemos una plataforma similar a la de Pong pero, en esta ocasión, en la parte inferior de la pantalla. En la parte superior tendremos un conjunto de ladrillos que habrá que ir destrozando rebotando una pelota con nuestra plataforma.

La máquina Breakout original carecía de microprocesador, siendo desarrollada usando únicamente compuertas lógicas, gracias a la simplicidad del concepto, lo que permitió un desarrollo más económico. El prototipo original de Wozniak no fue utilizado finalmente por Atari, al parecer por tener un diseño más complejo (reducía en más de la mitad el número de chips de la versión de producción) que impedía que la compañía norteamericana pudiera desarrollarlo. No obstante, esto no estaria exento de polémica, ya que el diseño de Wozniak contaba con 42 chips y Atari aseguró que su versión final contaba con 100, sin embargo, Wozniak nunca encontró diferencias en la experiencia de juego entre el diseño suyo y el final.

Rápidamente Breakout contaría con una popularidad similar a la de Pong, gracias a la posibilidad de jugar con un único jugador (existían versiones multijugador por turnos). En 1978, Atari lanzaría unas consolas dedicadas conocidas como Video Ball con Breakout, saliendo también ese mismo año una versión para Atari 2600. Posteriormente se lanzaría Super Breakout para Atari 2600, Atari 8-bit, Atari 5200 y Atari ST. En 1983, el MSX contaría con su propia licencia oficial. Más adelante irían apareciendo todo tipo de clones, destacando el éxito de la serie Arkanoid.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Missile Command (1980)

Missile Command es un videojuego diseñado por Dave Theurer (I Robot, Tempest) en 1980 para Atari, compañía que también se encargaría de su distribución en Norteamérica, cediendo la licencia a SEGA para la distribución en cierto número de países.

Missile Command es considerado uno de los juegos clave de inicio de los 80, justo antes de la gran crisis de 1983, convirtiéndose en todo un juego de culto que contaría con conversiones para las distintas máquinas de Atari. Sin embargo, también terminarían saliendo todo tipo de clones para las máquinas de la competencia, por lo que la popularidad real y total del título es dificilmente medible.

Unos alienígenas provinientes del planeta Krytol están atacando diversas ciudades de la Tierra con una serie de rayos y nuestra misión es lanzar una serie de misiles contra dichos rayos, para cortar su trayectoria y evitar que alcancen a las ciudades. Sobre la pantalla podremos ver un escenario nocturno, en el que podemos ver el suelo donde se encuentran seis ciudades y tres baterías de misiles colocadas entre ellas. Desde el cielo iran cayendo los distintos rayos que van lanzando los alienígenas.

Con un puntero apuntamos y, con el botón correspondiente, realizamos el lanzamiento de un misil desde la batería correspondiente. Cuando nuestro misil alcanza el lugar a puntado explotara creando una onda expansiva. Si dicha onda expansiva alcanza la punta del rayo enemigo este se cortará, en caso contrario seguirá su camino hacia el suelo, pudiendo llegar a destruir una de nuestras seis ciudades. Cada nivel tendrá una ráfaga de lanzamientos de los alienígenas y contaremos con un número limitado de misiles que habrá que utilizar con delicadeza para evitar quedarnos sin munición. Cuando se acaba el nivel, si conseguimos un número de puntos suficientes, puede que se llegue a reconstruir alguna ciudad, acabando la partida cuando todas las ciudades han sido destruidas.

A nivel gráfico nos encontramos con un trabajo muy funcional con una representación muy básica, lo que no afecta al desarrollo del juego e incluso lo facilita. Lo más destacado es el concepto del juego en sí, totalmente novedoso tanto en planteamiento como en el sistema de control, normalmente basado en el uso de un «trackball» que facilitaba el manejo del punto de mira y tres botones, correspondiente a cada una de las baterías de misiles.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego en su versión arcade:

Y en éste, la versión correspondiente a Macintosh de 1984;

Night Driver (1976)

En pleno nacimiento de los videojuegos, nos encontramos con un título que supondría uno de los pioneros en el subgénero de conducción en primera persona: Night Driver. De hecho, son muchos los que afirman que podría ser uno de los primeros títulos en primera persona, independientemente del hecho de que sea un juego de conducción.

Night Driver sería desarrollado y distribuido por Atari en 1976, por un equipo formado por Dave Shepperd, Ron Milner, Steve Mayer y Terry Fowler. El título tendría una buena acogida como máquina recreativa, hasta tal punto que, ya en los 80, Rob Fulop realizaría conversiones para Atari 2600, Apple II y Commodore 64 (esta última también bajo el título de Night Drive). Desde 2007 se han realizado diferentes conversiones para MSX, Atari 8-bit y Atari XL/XE. También está incluido en el Microsoft’s Game Room de XBox 360.

En Night Driver tendremos que conducir un vehículo a toda velocidad en plena noche, teniendo que evitar, lógicamente, salirnos de los límites de la carretera (en versiones domésticas también nos encontraremos con otro tipo de obstáculos como coches en sentido contrario) y tratando de conseguir el mayor número de puntos antes de que se consuma el tiempo. En la versión arcade nos encontraremos con tres circuitos de dificultad creciente, definida por el número de curvas que nos encontraremos en el camino. En las versiones domésticas, además, se incluye un cuarto circuito «aleatorio» que supone un nuevo desafío, al no poder memorizarse el trazado.

Uno de los aspectos más destacados de Night Driver es cómo se solventaron las limitaciones técnicas propias del año 1976, primeramente emplazando el viaje a la noche, disculpando la ausencia de escenarios a causa de la oscuridad.

Por otro lado, el coche protagonista no se encuentra implementado en software, así que se encontraba pintado o pegado sobre la pantalla de la máquina, indicándonos si iba por el camino correcto. Night Driver también sería pionero en el uso del volante y acelerador en sus máquinas, existiendo una versión clásica de pie y otra con la forma propia de un vehículo.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego: