
Respecto a la primera secuela del mítico Space Invaders hay bastante confusión debido a un problema de nomenclatura. El caso es que existen dos videojuegos oficiales de Taito que parecerían referirse a la primera secuela. Por un lado tenemos Space Invaders II, que fue lanzado en 1980 de forma exclusiva en Norteamérica y cuya principal característica era la inclusión de un modo competitivo para dos jugadores, gracias al uso de una hardware horizontal, conocido como cabina cocktail. Pero antes de ese lanzamiento existió otro, que es el que hoy nos ocupa, que tuvo como nombre Space Invaders Part II y cuya primera aparición fue en Japón en 1979.
Para ser honestos, estamos hablando más de una versión mejorada del original que de una secuela en sí. De hecho, en Norteamérica el videojuego fue comercializado como Space Invaders Deluxe bajo la distribución de Midway. Estamos ante un juego muy similar, en el que la novedad más destacable era la inclusión del color en los gráficos.
A nivel de mecánicas de juego estamos prácticamente ante el videojuego original. No en vano, el diseñador del titulo fue el mismo que el de Space Invaders, Tomohiro Nisikado. En un escenario estático manejamos un cañón en la parte inferior de con movimiento horizontal, con la posibilidad de lanzar proyectiles. Nuestro objetivo es defendernos del ataque de olas de alienígenas que van bajando hacia la Tierra y lanzando a su vez proyectiles. Aparte de nuestros propios proyectiles, tenemos unos muros a modo de defensa que son sensibles tanto a nuestros disparos como a los de nuestros enemigos. De forma esporádica también apareceran platillos volantes que, al ser abatido, nos darán puntuación extra pero que no es condición indispensable para acabar cada nivel. Según vamos acabando con los enemigos, estos empezarán a aumentar su velocidad hasta el punto de que cuando quede uno solo sea realmente complicado acertarle.

A pesar de estas similitudes, sí es cierto que se introdujeron ciertas mejoras. Algunos de los enemigos tienen la habilidad de dividirse en dos cuando reciben un disparo en vez de desaparecer directamente, lo que añade algo de variedad y dificultad extra a la jugabilidad. Por otro lado, tenemos dos tipos nuevos de platillos volantes: uno tiene la habilidad de hacerse invisible (e invulnerable) durante cortos periodos de tiempo y el otro tiene la habilidad de generar nuevos enemigos si no lo abatimos a tiempo.

El resto de novedades son de un caracter más técnico. El límite de puntuación aumenta de 9.990 a 99.990 puntos y además se incluye la posibilidad de incluir las iniciales junto a la puntuación. Se añadieron pequeñas escenas cinemáticas entre los distintos niveles y estos además son numerados. Por último cabe destacar una versión especial que obtuvo también el nombre de Prize Space Invaders, en la que el precio de la partida era más alto pero existía la posibilidad de conseguir premios monetarios dependiendo de la puntuación obtenida.
En general, la experiencia jugable con Space Invaders Part II es más satisfactoria que la del videojuego original, pero el halo nostálgico que genera el primer título lo ha dejado más en el olvido. De hecho, no hubo mayor referencia a esta entrega hasta 10 años después, cuando se lanzó Space Invaders para Game Boy, que está basado en esta versión. Posteriormente si ha aparecido en diversos recopilatorios como Space Invaders Virtual Collection para Virtual Boy; y ya para diversas plataformas Space Invaders Anniversary en 2004, Taito Legends en 2005 o Taito Legends Power-Up en 2007.
En este vídeo podéis ver cómo es el juego:








Cuando se lanzó
Como es lógico, un año es muy poco tiempo para innovar con nuevas características y mucho menos en un videojuego del estilo de Puzzle Bobble 2, así que el título se basa en una pequeña evolución de los dos modos de juego de la primera entrega. El modo Puzzle, no deja de ser similar que el modo principal del juego original: la misión es la de ir pasando niveles, para lo cual tenemos que ir lanzando bolas de colores, agrupando tres o más para que desaparezcan. Aún así se añadirían novedades como alguna bola especial más y, sobre todo, la implementación de una ruta de niveles. Esto es, después de un conjunto de niveles tenemos que elegir en una bifurcación cual es el siguiente grupo de niveles a realizar. Esta característica le daba una mayor durabilidad al juego y sería un sistema que se rescataría años más tarde para el remake del propio Puzzle Bobble.
Respecto al modo versus, en Puzzle Bobble 2 se le da especial relevancia. Ya no se limita a ser un modo exclusivo para dos jugadores, sino que existe la posibilidad de enfrentarnos a la CPU. El juego nos presenta una serie de enemigos con dificultad creciente que se irán enfrentándonos a nosotros sucesivamente. La pantalla se divide en dos y ambos contendientes juegan exactamente el mismo nivel. Al más puro estilo Puyo Puyo, si se consiguen hacer distintos combos con más de tres bolas o haciendo caer bolas intermedias, una serie de bolas extras pasarán a la pantalla del contendiente, haciendo más difícil su supervivencia en el nivel.
Técnicamente estamos ante un juego de similares características a la primera entrega, donde las novedades se encuentran en el diseño de los nuevos niveles que, por lo general, son bastante más grandes que en la primera parte. Gráficamente tan solo tenemos alguna mejora en el diseño de los personajes con una pequeña renderización y una serie de escenas introductorias sin mayor influencia en el juego. El banco de sonidos es idéntico al de la primera parte e incluso se llega a reciclar alguna melodía del videojuego original. Si se lanzaría al poco tiempo una versión especial navideña con nuevos niveles bajo el título de Puzzle Bobble 2X.
Hoy volvemos a los orígenes de los videojuegos para analizar Space Chaser, un videojuego lanzado en Octubre de 1979, coincidiendo en el tiempo con
Las similitudes con Pac-Man también se encuentran en el diseño de niveles, consistentes en laberintos muy parecidos, aunque con ciertas zonas especiales en algunos niveles, donde los misiles van más rapidos. Destaca el uso del color azul como fondo, en vez del habitual negro de los videojuegos de la época, así como pequeños detalles como el hecho de que cuando nos alcanza un misil se produce una explosión cuya onda expansiva destroza los pasillos por donde nos encontremos. Por otro lado, aunque aún era algo primitiva, es reseñable la inteligencia artificial aplicada a los misiles, teniendo en cuenta de que estamos hablando de un videojuego de 1979.
Tras los éxitos de
Tras haber salvado a los habitantes de Rainbow Islands, Bubby y Bobby pretenden tomarse unas merecidas vacaciones, pero el malvado Chaostikahn no está dispuesto a permitirlo, ya que se está dedicando a invadir diferentes planetas y a robarles el color. Bubby y Bobby se pondrán manos a la obra, utilizando sus parasoles mágicos, que fueron los regalos de agradecimiento de los habitantes de Rainbow Islands.
El sistema de juego vuelve a hacerse similar a la primera entrega. Parasol Stars se desarrolla a lo largo de 8 planetas que constan de 6 niveles cada uno, habiendo un jefe final en el último de cada uno de ellos. Todo se moverá alrededor de los parasoles que portan los protagonistas, que les permitirán paralizar y arrojar enemigos, defendernos de ellos y acumular gotas mágicas, las cuales pueden ser acumuladas y arrojadas a los enemigos. Las gotas pueden ser de agua, fuego, rayos y estrellas, pudiendo crear una gota gigante si acumulamos cinco del mismo tipo. Por otro lado, podremos ir recogiendo diferentes power-ups que nos dará poderes distintos.
Como ya hemos indicado, el juego cuenta con muchas similitudes con Bubble Bobble y esto incluye la estructura de los niveles. No obstante, en lo que es el diseño de personajes y enemigos, el estilo es más similar a Rainbow Islands (no en vano son los mismos protagonistas), con unos gráficos muy coloridos, aunque empezaban a estar algo obsoletos al comparar con otros juegos contemporáneos.
Superman puede que sea el superhéroe de cómic más conocido del mundo, sobre todo en lo que se refiere al público general. Setenta años de publicación que iniciaría un género que terminaría siendo básico en el mundo de los cómics. Como es lógico, muchos han sido los intentos de llevar a Superman al mundo de los videojuegos pero, por desgracia, muy pocos de esos intentos han dado un videojuego de calidad. Parece increible que, habiendo otros héroes que han tenido magníficos títulos, el más longevo de ellos no consiga una conversión que haga honor a su fama. Aún así, entre tanta mediocridad encontramos algún producto que merece la pena, como la versión para máquinas recreativas que comentamos hoy.
Superman sería lanzado en 1988 por la conocida compañía nipona
La historia comienza en Metropolis para después seguir en diversas ciudades de EEUU para terminar con una batalla final en una nave espacial. Los cuatro primeros niveles cuentan con tres subfases cuya estructura consiste en una primera parte donde nos encontramos con un videojuego estilo beat’em up, una segunda parte con desplazamiento vertical donde Superman vuela y una tercera donde nos encontramos un shoot’em up donde Superman utilizará el poder de los rayos de sus ojos. El nivel final incluye una subfase beat’em up extra al principio y la lucha final contra el jefe al final.
En los niveles de beat’em up Superman puede utilizar la fuerza de sus puñetazos y patadas para acabar con los enemigos como suele ser habitual en este subgénero, si bien el juego incluye como novedad la habilidad de volar del superhéroe, por lo que puede desplazarse por toda la pantalla con facilidad. Además podra utilizar distintos objetos del entorno como arma arrojadiza, así como un proyectil especial conocido como «Sonic Blast». Por su parte, en la fases shoot’em up utilizaremos los rayos de los ojos de superman a menos que el enemigo este cerca y de nuevo usaremos los puños.
Gráficamente nos encontramos con un juego bastante destacado para la época con un diseño de Superman bastante fiel al original (obviando la bizarrada del segundo jugador). Los enemigos pecan de ser demasiado monótonos y carecer de variedad, aparte de no haber relaciones directas con personajes del cómic. De la música es destacable la existencia de pasajes extraidos de la banda sonora de John Williams correspondientes a las películas sobre el superhéroe, aunque el sonido era bastante mejorable.
Chase H.Q. es un videojuego desarrollado y publicado por
El juego consta de cinco niveles, correspondiente a cinco criminales que tendremos que capturar, por lo que la duración del juego es realmente corte, ya que realizar las cinco capturas no lleva más de diez minutos. Sin embargo, la alta dificultad del título provocaba que no fuese nada sencillo conseguir todas las capturas con un único crédito.
Al comienzo de cada nivel, empezaremos con un juego de conducción típico en el que tendremos que evitar colisionar con otros vehículos o salirnos de los limites de la carretera, lo que nos haría reducir bruscamente nuestra velocidad y las posibilidades de capturar al villano. En pantalla tendremos un mapa esquemático en el que podremos ver a que distancia se encuentra nuestro enemigo y, además, tendremos indicaciones de las curvas más peligrosas del recorrido.
Si conseguimos alcanzar al vehículo rival antes de agotar el límite de tiempo, dicho límite volverá a aumentar y tendremos que empezar a colisionar con éste, hasta conseguir que su coche se estropee y se pare, lo cual vendrá indicado por una barra de energía creciente. Si conseguimos destruir su vehículo antes del límite de tiempo, el coche del criminal se detendrá y se procederá a su detención.
Los gráficos de Chase H.Q. beben principalmente de títulos clásicos como
Debido a la buena acogida por parte del público, a lo largo de los siguientes años se hicieron conversiones para
En 1989 aparecería la primera secuela del juego bajo el título de Special Criminal Investigation, con un concepto similar en el que se incluía el uso de armas pero, a pesar de las mejoras, no tuvo buena acogida. En 1992 aparecería Super Chase: Criminal Termination, que presentaba una vista en primera persona. En 1997, cuando Taito lanzó Ray Tracers, afirmó que el juego se encontraba inspirado por Chase H.Q.. Sin embargo, la secuela «oficial», no llegaría hasta 2006 cuando se lanzara Chase H.Q. 2.
Power Blade nos sitúa en 2191, cuando la Tierra se está recuperando de años y años de cruenta guerra. En algún lugar del planeta se encuentra el computador maestro, que contiene una base de datos con información vital de la Tierra que, en manos equivocadas, podría ser el fin de la humanidad. Dicho computador es atacado por seres extraterrestres, lo que está provocando el mal funcionamiento del computador maestro. Esto provoca que Nova tenga que hacerse cargo de la situación y arreglar el computador, para lo que tendrá que reunir seis dispositivos de almacenamiento, defendidos por las fuerzas hostiles, para finalmente acceder al computador y restaurarlo.
Power Blade nos presenta una perspectiva bidimensional, con scroll horizontal y vista lateral, típica de los videojuegos de acción de NES. Nuestro personaje contará como arma principal con el Power Blade, un boomerang de energía que podrá lanzar en las ocho direcciones básicas. Este arma puede ser mejorado (número de boomerangs, poder de los mismos…) a lo largo de los niveles recogiendo distintos power-ups. La vida de nuestro protagonista está representada por una barra de energía, que se verá reducida si es alcanzado por un enemigo, perdiéndose una vida si ésta se acaba (lo cual también ocurrirá si hay una caída desde gran altura o se acaba el tiempo límite para el nivel).
El título se encuentra dividido en siete niveles. Los primeros seis se desarrollaran en los distintos sectores donde tendremos que conseguir las cintas de almacenamientos, para lo cual tendremos que enfrentarnos con un guardián más poderoso al final de cada nivel. Una vez tengamos las seis cintas, accederemos al computador maestro, para el enfrentamiento final con el jefe de los extraterrestres.
Para analizar el nivel técnico del título, hay que tener en cuenta que Power Blade se desarrolló en 1991, en pleno ocaso de la NES que se veía superada por las máquinas de 16 bits que empezaban a copar el mercado. Por esto, aunque tiene un nivel gráfico de los más destacados del catálogo de la consola, se ve muy superado por otros títulos de la época. Sin embargo, es de destacar la complejidad de los niveles y la suavidad del scroll, lo que permite una experiencia de juego muy fluida. Un caso parecido ocurre con el apartado sonoro, que se mueve por los estándares de la consola.
Tras el éxito a escala mundial que tuvo
El juego se ambienta justo después de lo ocurrido en la primera entrega, con Bob y Bub recuperando su forma humana y siendo denominados con sus nombres reales: Bobby y Bubby. Un dragon burbuja gigante conocido como el «Jefe de la Sombra Oscura» ha convertido a todos los habitantes del archipiélago de las Rainbow Islands en dragones burbuja. De esta manera, nuestros protagonistas tendrá que ir por todas las islas para acabar con los secuaces del dragón gigante hasta el gran enfrentamiento final.
Los niveles quedan representados por cada una de las diez islas que componen el archipiélago (cada una de las islas consta de cuatro niveles). En cada isla tendremos que actuar rápidamente, ya que éstas se van hundiendo poco a poco en el mar, por lo que tendremos que ir subiendo por las plataformas hasta llegar a la cima de la isla y enfrentarnos al jefe final.
Para ello contamos con la capacidad de crear pequeños arcoiris por los que podremos ir subiendo para alcanzar los lugares más altos. Por otro lado, dichos arcoiris también nos servirán para atacar a los enemigos e incluso para recoger «power ups» que no estén a nuestro alcanza. Dichas mejoras nos permitirán enlazar varios arcoiris, la velocidad de los mismos o caminar más rápidamente.
A nivel técnico nos encontramos con un salto de calidad importante respecto a Bubble Bobble, a pesar de la cercanía en el tiempo de ambos lanzamientos. Aparte de la aparición del scroll en el nivel en vez de las pantallas fijas, nos encontramos con una paleta de colores más extensa dando un resultado más amigable. Por otro lado, se pone un mayor esfuerzo en el diseño de niveles y fondos (que en el primer título apenas tiene variaciones), proponiendo diversos temas dependiendo del nivel en que nos encontremos. Estas mejoras también se pueden ver en las escenas introductorias y menús, así como en la banda sonora.