En pleno nacimiento de los videojuegos, nos encontramos con un título que supondría uno de los pioneros en el subgénero de conducción en primera persona: Night Driver. De hecho, son muchos los que afirman que podría ser uno de los primeros títulos en primera persona, independientemente del hecho de que sea un juego de conducción.
Night Driver sería desarrollado y distribuido por Atari en 1976, por un equipo formado por Dave Shepperd, Ron Milner, Steve Mayer y Terry Fowler. El título tendría una buena acogida como máquina recreativa, hasta tal punto que, ya en los 80, Rob Fulop realizaría conversiones para Atari 2600, Apple II y Commodore 64 (esta última también bajo el título de Night Drive). Desde 2007 se han realizado diferentes conversiones para MSX, Atari 8-bit y Atari XL/XE. También está incluido en el Microsoft’s Game Room de XBox 360.
En Night Driver tendremos que conducir un vehículo a toda velocidad en plena noche, teniendo que evitar, lógicamente, salirnos de los límites de la carretera (en versiones domésticas también nos encontraremos con otro tipo de obstáculos como coches en sentido contrario) y tratando de conseguir el mayor número de puntos antes de que se consuma el tiempo. En la versión arcade nos encontraremos con tres circuitos de dificultad creciente, definida por el número de curvas que nos encontraremos en el camino. En las versiones domésticas, además, se incluye un cuarto circuito «aleatorio» que supone un nuevo desafío, al no poder memorizarse el trazado.
Uno de los aspectos más destacados de Night Driver es cómo se solventaron las limitaciones técnicas propias del año 1976, primeramente emplazando el viaje a la noche, disculpando la ausencia de escenarios a causa de la oscuridad.
Por otro lado, el coche protagonista no se encuentra implementado en software, así que se encontraba pintado o pegado sobre la pantalla de la máquina, indicándonos si iba por el camino correcto. Night Driver también sería pionero en el uso del volante y acelerador en sus máquinas, existiendo una versión clásica de pie y otra con la forma propia de un vehículo.
En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Según iba entrando la década de los 90, las compañías españolas iban entrando poco a poco en crisis e iban cayendo una a una, debido a sus problemas económicas y de adaptación a las nuevas tecnologías. De hecho, la década prácticamente solo la completaron
El planteamiento de Radikal Bikers es muy simple, somos un repartidor de pizza que tenemos que llevar nuestro pedido al destino antes que el repartidor de la pizzería rival, por lo que tendremos que hacer uso de una conducción con nuestra motocicleta algo más que temeraria. El juego se divide en el reparto de tres pizzas: Margarita (fácil), Caprichosa (medium) y Diabola (difícil). Ambos motoristas saldrán a la vez y consiguiendo llegar el primero, podremos escoger otro reparto.
Aparte de vencer finalmente al repartidor rival, tendremos que ir pasando una serie de checkpoints dentro de un tiempo establecido. La dificultad se basa principalmente en el caótico tráfico que domina la ciudad, por lo que tendremos que esquivarlo ya sea usando nuestra habilidad al manillar, usando trampolines o incluso atajando por callejones o edificios. Para nuestra ayuda, contaremos con una serie de items que podremos ir recogiendo en el camino: Turbo, Power Kick (que nos permitirá destruir vehículos a patadas durante un cierto periodo de tiempo), Extra Time y Extra Points.
La máquina era la típica «de pie», pero con un manillar incorporado para el control que se adaptaba perfectamente al juego y tenía una gran respuesta. Lo más destacable del juego a nivel técnico son los gráficos, realizados con mucho sentido del humor y con un gran rendimiento, a pesar de la increible cantidad de elementos en la pantalla que aparecen a gran velocidad. Por otro lado, el juego cuenta con una banda sonora muy simpática con un tema titulado Pizza Man y unos efectos sonoros también realizados con mucho humor.
El personaje destacado de hoy es muy especial, ya que se trata del hombre que consiguió el primer éxito comercial de un videojuego con Pong: Nolan Bushnell. Este oriundo de Clearfield, Utah, nacería el 5 de Febrero de 1943 y, ya desde joven tendría altos intereses en el mundo de la electrónica. En 1968 conseguiría su título de Ingeniería Eléctrica por la Universidad de Utah y durante todo su periplo universitario demostraría su interés en el emergente campo de la informática. Basándose en las copias de Spacewar que había en los mainframes de su Universidad, en 1971 junto a su compañero Ted Badney diseñaría un clon de dicho juego al que titularon Computer Space. Conseguirían la distribución por parte de Nutting Associates de máquinas recreativas con dicho programa, pero el experimento resultó todo un fracaso comercial. Sin embargo, se ha convertido en un videojuego de culto, ya que establecería las bases de lo que sería un juego arcade, incluyendo el diseño de la máquina, y podemos considerarlo como el primer título comercial de la historia.
A pesar del fracaso de este primer intento, Bushnell estaba convencido de las posibilidades potenciales del ocio electrónico, por lo que se dedicaría a intentar idear un juego que pudiera ser atrayente para el público. La bombilla se le encendió durante su visita en 1972 a la Feria de Informática de Burlingame, California, donde pudo ver por primera vez una
Tras su periplo en Atari se centró en los Pizza Time, unos curiosos locales creados por Atari donde se vendían pizzas y se podían jugar a los videojuegos. Bushnell se haría con el control de la franquicia al comprar la licencia a Warner Communications en 1977, cuando aún estaba en Atari. Durante esa época diseñó diversos robots que tocaban música en los locales, creando a la mascota Chuck E. Cheese, que fue un homenaje de Bushnell a Disney (donde siempre quiso trabajar), cambiando el nombre de la cadena a Pizza Time Theatres (actualmente se llaman Chuck E. Cheese’s Pizza Time Theaters). También colaboraría con sus diseños de robots con la empresa Androbot Inc.
Su vuelta a los videojuegos llegaría en 1984 cuando funda Sente Games, consiguiendo la distribución de sus títulos por parte de
El meteórico éxito de
La historia continúa los hechos con los que finalizaba la primera entrega, volviendo a tomar el rol de un marine espacial, que es teletransportado de nuevo y, en esta ocasión, aparece en la Tierra. Una vez allí se da cuenta que el planeta se encuentra bajo el yugo de una invasión infernal. De esta manera, nuestro protagonista tendrá que volver a enfrentarse a las hordas infernales a lo largo de los 32 niveles que componen el juego (dos de esos niveles son secretos y un homenaje a
Como podéis comprobar, la historia no es de una excesiva profundidad y es que Doom II se basa en las mismas premisas que la primera entrega, una acción directa. Eso no quiere decir que el juego sea estrictamente lineal, ya que en la mayoría de los niveles tendremos que ir realizando diferentes operaciones antes de terminarlo, como puede ser encontrar diversas llaves para poder tener acceso a la salida. El sistema de control no tuvo cambios relevantes (algo razonable teniendo en cuenta la poca diferencia temporal entre ambos desarrollos), de tal manera que la principal novedad fue la inclusión de un catálogo de enemigos el doble de extenso que en la primera entrega, así como la inclusión de la escopeta de doble cañón como nuevo arma.
A nivel gráfico nos encontramos con un motor idéntico al de la primera parte, donde se pueden destacar las animaciones realizadas para los nuevos enemigos, así como los diseños para los nuevos niveles. De esta manera, a nivel técnico las principales mejoras se encuentran en el modo multijugador, donde destaca la inclusión de la conexión por LAN.
La primera expansión llegaría en Diciembre de 1995 con Master Levels of Doom II, que incluía 21 nuevos niveles. Ese mismo año también aparecería D! Zone, una colección con cientos de niveles para los dos juegos de la saga, pero de una calidad más que dudosa. En 1996 se publicaría Final Doom con dos nuevos episodios de 32 niveles cada uno. La última expansión vendría para la reciente versión de XBox Live Arcade bajo el título de No Rest for the Living.
Aunque su principal actividad estaba centrada en el mundo de las videoconsolas y los videojuegos,
El nombre de la máquina deriva de las características de ésta, ya que ST es la abreviación de Sixteen/Thirty-two (procesador Motorola 68000 y buses externos de 16 bits). El resto de características de Atari ST eran muy novedosas, ya que buscaban el potencial multimedia de los Macintosh pero a un precio mucho más reducido. Atari ST contaba con dos puertos MIDI, puerto ACSI (para disqueteras externas e impresoras láser), puerto de impresora Cetronics, puerto serie, puerto de monitor de trece pines, puerto de disquetera y puerto de cartuchos. Durante la década de los 80 se fabricarían modelos de 16 bits, dando el salto a los 32 bits en la década de los 90, hasta la cancelación de la producción en 1993, cuando Atari se quiso centrar en el desarrollo de Atari Jaguar.
El sistema operativo de la máquina fue inicialmente negociado con Microsoft para que fuera Windows, pero el lanzamiento del producto de Bill Gates estaba previsto para una fecha demasiado tardía para los intereses de Tramiel. Por esto, y rechazando la posibilidad de crear un nuevo sistema operativo desde cero, se optó por la opción del Graphical Enviroment Manager (GEM) de Digital Research, una interfaz gráfica de usuario que operaba sobre el sistema operativo CP/M (aunque versiones posteriores funcionarían también sobre DOS). GEM era un sistema de ventanas de un aspecto similar al que tenían los Macintosh de la época.
Dentro del mundo de los videojuegos, Atari ST tuvo una cierta popularidad gracias a sus excelentes características de hardware, por lo que el catálogo de videojuegos de la máquina destacó por su gran calidad gráfica y sonora. Además, la gran cantidad de puertos con la que contaba, facilitaba el uso de joysticks y otro tipo de periféricos. En cuanto a calidad técnica, se ha puesto a la altura del Amiga, sin embargo, no llegaría a tener la popularidad de la máquina de Commodore.
En varias ocasiones hemos hablado en el blog de juegos que se enmarcan dentro del subgénero del «survival horror» como Silent Hill, Alone in the Dark, Dino Crisis o Resident Evil. En el caso del juego que vamos a analizar, Haunted House (no confundir con la aventura conversacional homónima para TRS-80 publicada en 1980), no podemos hablar de un «survival horror» tal y como lo conocemos hoy en día, pero sería uno de los primeros títulos que empezarían a acercarse a este tipo de argumentos. El título estaría desarrollado por James Andreasen para
El juego nos presenta una especie de vista cenital en la que solo podremos ver los ojos del protagonista brillar en la oscuridad. Cada una de las plantas de la mansión esta repleta de habitaciones diferentes que tendremos que recorrer en busca de las piezas, pero teniendo cuidado con las diferentes criaturas que la habitan. El problema radica en que en la completa oscuridad no somos capaces de ver lo que hay en las distintas habitaciones. Así, tendremos la ayuda de una caja de cerillas infinita que nos iluminará momentáneamente un área alrededor nuestra, aunque no faltarán las ráfagas de viento provocadas por las criaturas que terminarán apagándola.
Pero las cerillas no serán los únicos objetos que utilizaremos, ya que contaremos también con las llaves y el cetro. Con las llaves podremos ir abriendo las diferentes puertas que nos vayan cerrando el paso y con el cetro seremos inmunes a las criaturas que nos acechan. Por desgracia, nuestro protagonista no puede llevar los dos objetos a la vez y tendrá que soltar uno para poder coger el otro, por lo que se añade un componente estratégico a la hora de afrontar cada nivel. Dicha restricción también incluye a las distintas piezas de la urna, por lo que si cogemos una, no podremos llevar ninguno de los otros dos objetos.
A nivel técnico tenemos las limitaciones propias de la consola de Atari, con unos gráficos muy funcionales (eso sí, con un scroll muy suave) pero que son suplidos por la originalidad del planteamiento (algo de lo que escaseaba bastante el catálogo de la consola). Igualmente, el sonido es muy básico, incluyendo tan solo los efectos del personaje caminando y algún que otro sonido más.
A mediados de la década de los 90, era difícil darle un toque de originalidad a un videojuego de lucha, debido a la gran cantidad de títulos diversos que aparecerían a partir de
Un meteorito ha caido en la Tierra devastándolo todo y llevando a la civilización a un retraso tal, que los seres humanos que quedan vuelven a reunirse en tribus, con un nivel de avance tecnológico similar a la Edad de Piedra. El impacto también ha provocado cambios en la morfología y características del planeta, por lo que nuevas especies emergen y evolucionan. Dichas especies tienen características sobrenaturales, hasta ser considerados dioses de un diferente aspecto de la naturaleza. Dichos dioses, lucharan por la supremacía en la Tierra.
El planteamiento del videojuego es el clásico de un título de lucha bidimensional, pero con los peculiares protagonistas que hemos comentado. Dichas criaturas se dividen en dos tipos, por un lado nos encontramos con las bestias virtuosas (Sauron, Armandon, Blizzard y Talon), que son dioses de los aspectos de la bondad. Las de la maldad serían las bestias destructivas (Chaos, Diablo y Vertigo).
Aparte de las características de juego para dos jugadores confrontados, Primal Rage cuenta con un modo campaña para un jugador en el que nos vamos enfrentando a cada uno de las demás bestias, con un nivel de dificultad con crecimiento paulatino. Quizá por la escasez de personajes, se implementaría una fase final en la que nos enfrentaremos a todos. Para ello tendremos una barra de vida más grande de lo normal que definiremos con un minijuego antes de la batalla final.
Como es tradicional en los títulos de lucha, cada uno de los personajes tienen sus propias características de lucha. La forma de ejecutar los golpes difiere de otros títulos similares, ya que no se basan en el movimiento del joystick y luego pulsar un botón sino, de forma inversa, pulsar los botones pertinentes y entonces realizar el movimiento. En posteriores revisiones de la máquina se volvería al método tradicional. En el escenario podremos ver varias tribus de seres humanos adorando a su Dios, que podrán ser devorados para recuperar energía.
A nivel técnico destacan la calidad de sus gráficos de corte realista. Las distintas bestias tienen un modelado muy detallado y cuentan con un «efecto 3D» bastante efectivo y que encaja perfectamente con los escenarios. Las animaciones de las bestias son bastante suaves, lo que ayuda también a una experiencia realista, combinado con unos escenarios muy dinámicos. A nivel sonoro también nos encontramos un trabajo correcto, sobre todo en lo que se refiere a los efectos en la lucha.
Hoy vamos a revisar un videojuego que tuvo buena parte de culpa de la
Como habréis observado, la historia hasta aquí solo trata de derechos y dinero, siendo a la larga el principal problema, ya que se negociaba sobre un videojuego, pero nadie estaba pensando en el videojuego en sí. De hecho, cuando Ross comunicó a Atari la necesidad de desarrollarlo, el responsable de la subsidaria, Ray Kassar, describió el asunto como una idea estúpida. Pero el mal (y el pago) ya estaba hecho, por lo que se continuó con el proyecto.
A petición del propio Spielberg, contento con la adaptación de Raiders of the Lost Ark, el desarrollo de E.T. The Extra-Terrestrial sería encargado a Howard Scott Warshaw. Pero tras las duras negociaciones, Warner no estaba dispuesta a esperar mucho para el lanzamiento del título (su intención era llegar a la campaña de Navidad), poniendo el 1 de Septiembre de 1982 como fecha límite de entrega del producto. Eso implicaba que sólo quedaban cinco semanas para realizar un encargo que, en circustancias normales, hubiese llevado un mínimo de seis meses de trabajo. Aún así, tuvieron que darle una buena oferta a Warshaw ya que aceptó el trabajo y se puso manos a la obra.
Warshaw tenía la idea original de crear un videojuego que siguiera de alguna manera el argumento de la película, pero en vista de la cercanía de la entrega, poco a poco iría desechando muchas de sus ideas simplificando cada vez más el título. El juego fue entregado en la fecha fijada y las prisas de Atari, hizo que ni siquiera realizara las pruebas de aceptación entre el público, que se suelen hacer a este tipo de productos previo al lanzamiento. A pesar de ello, Atari tuvo un optimismo desaforado y encargaría cuatro millones de copias. De éstas, tan solo se vendieron un millón y medio, lo que provocó que, a pesar de ser el octavo juego de mayor venta de la historia de la compañía, acumulara unas pérdidas de 536 millones de dólares en 1983, lo que derivaría en la división de Atari en 1984. A partir de ahí se inició una de las leyendas urbanas más conocidas de los videojuegos, cuando se afirma que los cartuchos sobrantes fueron enterrados en un vertedero de Nuevo Mexico, cerca de El Paso, y que serían cubiertos por una capa de hormigón.
Decir que
El objetivo principal es el mismo, el personaje protagonista tendra que recorrer los laberínticos escenarios comiéndose todas las bolas de cada nivel. En nuestra contra tendremos una serie de fantasmas que procurarán alcanzarnos para que no podamos conseguir nuestro objetivos, si bien podremos comerlos durante un corto periodo de tiempo al comer una bola especial.
A nivel visual existen más mejoras aparte del cambio de perspectiva. Nos encontramos con cuatro niveles distintos (Block Town, Pac-Man Park, Sandbox Land y Jungle Steps), con diferentes motivos en los escenarios, más un quinto nivel oculto, Coin Town, que se desbloquea si terminamos Block Town sin utilizar ninguna bola especial.
De nuevo toca revisar uno de los títulos que desarrollaría
El argumento nos indica como el Imperio Vaxxiano domina la galaxia desde hace tiempo. Muchos seres humanos han sido abducidos y llevados a su planeta, y solo unos pocos científicos consiguen escapar. Tiempo después, la civilización Vaxxiana desaparece, pero sus estaciones siguen vigiladas por robots que tienen programadas las ordenes de defensa originales de cuando fueron creados. Para conseguir el control de dichas estaciones, los científicos humanos crean un clon humano conocido como Major Havoc, el cual, a bordo de su Catastrofighter tendrá que liderar un ejercito de clones.
The Adventures of Major Havoc cuenta con distintos niveles en los que el sistema de control difiere. Antes que nada, tendremos un minijuego similar a
En el juego vemos una mejora importante en la calidad de los gráficos vectoriales, sobre todo en la fluidez con la que estos se mueven en comparación con los primeros títulos que usaban esta técnica. De esta manera, los niveles de manejo de la nave son espectaculares, con una naves enemigas que se mueven a una velocidad verteginosa. Sin embargo, esta característica queda desaprovechada en las fases de plataformas, ya que se desarrollan en 2D y se perdía la ventaja que daban los gráficos vectoriales, quedando superados por títulos que usasen la típica técnica de «sprites».