El título que hoy nos ocupa sería una secuela no oficial del conocido Shinobi de 1987 (la oficial llegaría también en 1989 con Shadow Dancer), intentando aprovechar el tirón del título original, tomando parte del nombre del juego. A pesar de esta falta de «oficialidad», nos encontramos con uno de los títulos más populares de la SEGA Mega Drive, (en buena parte por su inclusión en diferentes packs como el Mega Games II o el Mega 6). The Revenge of Shinobi (The Super Shinobi en Japón) sería desarrollado por la propia SEGA, con un equipo dirigido por Noriyoshi Ohba y que contaba con Shizuoka Taro como principal diseñador.
El argumento de The Revenge of Shinobi toma lugar tres años después de los sucesos del título original, cuando la organización criminal Zeed se reorganiza bajo el nombre de Neo Zeed, con la intención de vengarse de Joe Musashi y su clan. Para esto, deciden asesinar al Maestro del clan Oboro Ninja y secuestrar a la prometida de Musashi, Naoko. Joe decide vengar a su Maestro y viajar por todo el mundo en busca de su amada.
The Revenge of Shinobi tiene una estructura similar al título original, siendo un plataformas en dos dimensiones con scroll horizontal, dividido en ocho zonas, antes del enfrentamiento final con el jefe de Neo Zeed. Aunque tiene elementos de acción y una buena cantidad de enemigos saldrá a nuestro paso, The Revenge of Shinobi no es totalmente lineal, teniendo en ciertos momentos elementos de puzzle que, en ocasiones, nos hará volver sobre nuestros pasos.
Contaremos como arma principal una serie de dagas limitadas que nos permitirá realizar lanzamientos a distancias, así como una espada para los enfrentamientos a corta distancia. Nuestras armas podrán ser cambiadas y mejoradas, recogiendo los correspondientes «power ups». De los movimientos del personaje destaca el doble salto, que permitirá alcanzar zonas más altas del escenario, así como realizar un lanzamiento en abanico de dagas.
Por otro lado, nuestro personaje podrá utilizar, una vez por cada nivel, una técnica de Ninjutsu: Ikazuchi, que proporcionará un escudo de luz; Karyu, dos columnas de fuego en forma de dragón alrededor del personaje; Fushin, que aumentará la capacidad de salto de Musashi; Mijin, con el que nuestro explotará y eliminará todos los enemigos de la pantalla a costa de perder una vida.
En lo que se refiere al aspecto gráfico, sigue las directrices y estética de Shinobi, pero con una notable mejora en el diseño, tanto de escenarios como de personajes. Cabe destacar el diseño de los jefes de final de nivel, con aspecto muy similar a personajes cinematográficos como SpiderMan, Rambo o Godzilla, en ocasiones para promocionar ciertas licencias, pero cuyos gráficos se fueron modificando en versiones posteriores disimulando ese parecido. La banda sonora, sin ser de sus mejores, cuenta con la calidad de Yuzo Koshiro, toda una leyenda dentro de las bandas sonoras de SEGA.
En este vídeo podéis ver cómo es el juego:


El argumento es el siguiente: Mysterio vuelve a querer fastidiar al hombre araña y no tiene mejor idea que secuestrar a su esposa Mary Jane. Como no podía ser de otra manera, nuestro héroe va a ir a su rescate en distintos parajes preparados por Mysterio. Debido a la obsesión de su enemigo con las películas, los niveles estarán divididos en actos y, muchos de ellos, serán parodias de diferentes géneros cinematográficos.
¿Y qué tiene este The Amazing Spider-Man de especial? Pues la primera en la frente, ya que nuestro héroe ¡¡¡no podrá dar puñetazos ni patadas!!! Efectivamente, como indicábamos al inicio, el título deja a un lado el género de acción y se centra en una mezcla entre puzzles y plataformas, en una arriesgada apuesta que, probablemente, se adelantara a su tiempo. De esta manera, los movimientos de nuestro héroe se limitarán al salto y el lanzamiento de redes en las ocho direcciones básicas (las cuales tendremos que utilizar para atrapar a nuestros enemigos, pero no abatirlos). Además, contaremos con la habilidad de trepar por las paredes y quedarnos suspendidos del techo, lo que será esencial para la resolución de los puzzles.
Así nos quedamos con un juego de una mecánica peculiar, pero que resulta de lo más entretenido para jugadores del perfil de títulos como
Los gráficos son bastante simples, lo que hace que no haya apenas diferencias entre las versiones de las distintas plataformas. Sin embargo, dicha simpleza favorece al estilo de juego, con una vista lateral por «pantallas» (al más puro estilo 8 bits) y unos gráficos totalmente en 2D. El apartado sonoro es bastante flojo, con someros efectos y una banda sonora que en poco tiempo nos taladrará la cabeza, por lo que, debido a su poca importancia para el desarrollo del juego, en poco tiempo estaremos quitando el sonido.
No todo el mundo sabe que entre la primera aparición del fontanero más famoso de los videojuegos en
Probablemente en busca de una expansión del personaje de manera universal, se le dotó de un argumento al juego que daría lugar al nombre del personaje.
Cada uno de los niveles del juego cuentan con una serie de plataformas, cuatro secciones de tubería y un objeto cuadrado con el texto «POW» dentro. Para acabar con los enemigos tendremos que correr hacia ellos y darles una patada mientras se encuentran boca abajo, para lo que tendremos que pulsar «POW» para que éstos se den la vuelta durante un cierto tiempo. Si le damos tiempo a que se den la vuelta, los enemigos se enfadarán y se moverán mucho más rápido.
En el apartado del diseño, al personaje se le terminaría por dar más caracteristicas que lo identificaran como fontanero (en vez del supuesto carpintero de Donkey Kong). El resto del nivel se encontraba en el estándar gráfico de Nintendo de la época, con fondos totalmente negros, destacando plataformas y personajes. Respecto al diseño de los enemigos, nos encontramos con un trabajo correcto que sería el punto de origen de inspiración para los futuros enemigos del resto de la saga.
Tras el éxito a escala mundial que tuvo
El juego se ambienta justo después de lo ocurrido en la primera entrega, con Bob y Bub recuperando su forma humana y siendo denominados con sus nombres reales: Bobby y Bubby. Un dragon burbuja gigante conocido como el «Jefe de la Sombra Oscura» ha convertido a todos los habitantes del archipiélago de las Rainbow Islands en dragones burbuja. De esta manera, nuestros protagonistas tendrá que ir por todas las islas para acabar con los secuaces del dragón gigante hasta el gran enfrentamiento final.
Los niveles quedan representados por cada una de las diez islas que componen el archipiélago (cada una de las islas consta de cuatro niveles). En cada isla tendremos que actuar rápidamente, ya que éstas se van hundiendo poco a poco en el mar, por lo que tendremos que ir subiendo por las plataformas hasta llegar a la cima de la isla y enfrentarnos al jefe final.
Para ello contamos con la capacidad de crear pequeños arcoiris por los que podremos ir subiendo para alcanzar los lugares más altos. Por otro lado, dichos arcoiris también nos servirán para atacar a los enemigos e incluso para recoger «power ups» que no estén a nuestro alcanza. Dichas mejoras nos permitirán enlazar varios arcoiris, la velocidad de los mismos o caminar más rápidamente.
A nivel técnico nos encontramos con un salto de calidad importante respecto a Bubble Bobble, a pesar de la cercanía en el tiempo de ambos lanzamientos. Aparte de la aparición del scroll en el nivel en vez de las pantallas fijas, nos encontramos con una paleta de colores más extensa dando un resultado más amigable. Por otro lado, se pone un mayor esfuerzo en el diseño de niveles y fondos (que en el primer título apenas tiene variaciones), proponiendo diversos temas dependiendo del nivel en que nos encontremos. Estas mejoras también se pueden ver en las escenas introductorias y menús, así como en la banda sonora.
En 1982, Data East publicaría uno de los videojuegos más curiosos y originales de la época, BurgerTime, donde tomamos el papel de un chef que tiene que hacer sabrosas hamburguesas. En un principio,
Como hemos indicado, nuestra misión como chef es la de ir haciendo hamburguesas, pero nuestra cocina es un tanto especial,ya que está formada por las escaleras y plataformas típicas de los videojuegos de la época. Los diferentes ingredientes de la hamburguesa (pan, carne, queso, lechuga y tomate) se encuentran repartidos por las diferentes plataformas y si el cocinero pasa por encima, el ingrediente correspondiente caerá a la plataforma inferior, así hasta llegar a los platos, que se encuentran en la parte inferior.
Pero se ve que la predilección de nuestro cocinero por las hamburgesas enfada tanto a los perritos calientes como a los huevos fritos y los pepinillos, que estarán contínuamente persiguiéndonos para quitarnos una vida. Éstos nos dejarán en paz durante un tiempo limitado si conseguimos que un ingrediente caiga sobre ellos, provocándose además que los ingredientes caigan más de un nivel en este caso. También podremos inmovilizarlos momentáneamente haciendo uso de nuestro bote de pimienta, el cual tiene una cantidad limitada, pero que podremos recargar recogiendo cafés, patatas fritas o helados. Una vez hayamos terminado todas las hamburguesas del nivel, pasaremos al siguiente, con un laberinto más complicado y unos enemigos más agresivos.
El buen resultado del juego provocó que se empezara a trabajar en una secuela bajo el título de PizzaTime, pero la crisis de los videojuegos del 83 daría al traste con el proyecto. Cuando la situación empezó a estabilizarse en 1984, se lanzaría Peter Pepper’s Ice Cream Factory, un título similar pero inspirado en un heladero. Una secuela más clara llegaría en 1990 con Super BurgerTime, conservando el espíritu original pero con una sensible mejora técnica. Por último, saldría en 2007 una versión para móviles bajo el título de BurgerTime Delight.
Hoy toca hablar de otro de los grandes clásicos de Nintendo que dio origen a una longeva saga: Castlevania. Este título desarrollado y distribuido por
Castlevania se ambienta en la Transilvania de 1691, donde tomamos el papel de Simon Belmont, un cazador de vampiros, que tendrá la difícil misión de enfrentarse al inmortal Drácula, el cual resucita cada 100 años para aterrorizar a la zona. Para ello, tendrá que adentrarse en la fortaleza de Drácula y hacer frente a la legión de criaturas que tiene el conde a su servicio (murciélagos, esqueletos, cabezas de medusa…), hasta el enfrentamiento final con éste.
Castlevania es el típico plataformas con tintes de acción de la época (dos dimensiones, vista lateral y scroll de desplazamiento horizontal), desarrollándose a través de seis niveles, cada uno con su correspondiente jefe final. Nuestro arma principal será el látigo caza-vampiros, aunque existen otras armas secundarias como las dagas o el agua bendita, que podremos conseguir al recolectar items que encontraremos a lo largo de los niveles, normalmente al destrozar los candelabros que encontramos en el escenario.
A nivel técnico nos encontramos con uno de los juegos más completos que vio la 8 bits de Nintendo. Los gráficos funcionan perfectamente a la hora de crear un ambiente de terror y los diseños de los personajes, aunque pequeños, cumplen perfectamente su función y cuentan con una animación fluida. Cabe destacar que la sensación de profundidad de los personajes respecto a los escenarios apenas fue trabajada y esto, que podría ser considerado una traba, terminaría siendo una seña de identidad del título a lo largo de la extensa saga. A nivel de sonido nos encontramos con el catálogo de efectos sonoros estandar de NES y con una banda sonora compuesta por Kinuyo Yamashita, Kenichi Matsubara, Yoshinori Sasaki, Jun Funahashi & Yukie Morimoto, que terminaría por hacerse una de las más míticas de la época de los ocho bits.
Tras el éxito del primer título, en 1987 aparecería Castlevania II: Simon’s Quest, dando el salto a las recreativas en 1988 con Haunted Castle.
De Super Nintendo se despediría con Castlevania: Dracula X y se estrenaría en
A casi todos los aficionados de los videojuegos de plataformas con una cierta edad, le sonara
Tomamos el rol de un policía de la época Heian (último periodo de la historia clásica japonesa), que debe defender su ciudad de la invasión de un ejército de aliens. El sistema para acabar con ellos es rudimentario pero efectivo, nuestro protagonista tendrá que cavar agujeros en el suelo, esperar a que caiga un alien dentro y rellenar dicho agujero después. Esta operación ha de hacerse lo más rápidamente posible, ya que los aliens podrán salir del agujero pasado un cierto tiempo, si éste no ha sido tapado.Nuestro personaje perderá una vida si un alien entra en contacto con él y existe un tiempo límite que, una vez superado, provocará la aparición de una cantidad ingente de aliens hasta que es imposible acabar el nivel.
Como os podéis imaginar por la fecha de lanzamiento, el apartado técnico era muy simple, sin embargo eso repercutió en un gran dinamismo y una buena respuesta de las animaciones. En versiones domésticas posteriores se mejoró el apartado gráfico aunque sin influencia apenas en el sistema de juego, por lo que en muchos casos se ha limitado a aumentar los detalles de los escenarios, sin cambiar la esencia del título. Asimismo, en posteriores versiones se añadiría banda sonora y mejores efectos de sonido.
Congo Bongo es un divertido videojuego de plataformas publicado por
Tomamos el papel de un simpático explorador que tiene como objetivo capturar un simio gigante conocido como Bongo, para tomar venganza, ya que dicho simio nos ha incendiado la tienda. Evidentemente, el mono gigante no se va a dejar cazar fácilmente y no dudará en pedir ayuda a todos los animales de la selva, así como atacar directamente a nuestro protagonista.
En el apartado gráfico destaca su extraordinario colorido y el cuidado en el diseño de los niveles. La perspectiva axométrica está heredada de
The Blues Brothers es un videojuego basado en la película homónima (aunque en España se tituló Granujas a todo ritmo), dirigida por John Landis, protagonizada por John Belushi y Dan Arkroyd y estrenada en 1980. El videojuego llegaría once años después de la mano de Titus Software para diversas plataformas (PC,
El videojuego se nos presenta como un plataformas bidimensional clásico con vista lateral, donde tenemos que evitar a enemigos y trampas que se cruzan en nuestro camino. Nuestros personajes protagonistas no tienen habilidades más allá de correr y saltar, así que se tendrán que valer de los distintos objetos que se encuentren para poder avanzar. Así, nuestra principal arma de ataque serán las cajas que cojamos y lancemos a nuestros enemigos; usaremos globos de helio para alcanzar los lugares más altos; y gracias a un paraguas podremos descender suavemente desde grandes alturas.
En cada uno de los niveles tendremos que recoger un objeto especial para poder terminarlo (una guitarra, un micrófono) alcanzando un banderín que indica la salida. Además podremos ir recogiendo diferentes discos de vinilo que, al llegar a cierto número, aumentará nuestra vida. Sin embargo también existen vinilos rotos que nos reducirá el contador de discos.
Los gráficos están creados desde un punto de vista cómico, con una divertida representación de los dos protagonistas. Todo los personajes se mueven con fluidez y una velocidad que provoca una experiencia de juego muy dinámica, aumentando la diversión (que podría verse mermada por lo repetitivo de su desarrollo). Los diseños de los escenarios no son nada del otro mundo, pero cumplen su función a la hora de ambientar la partida. Respecto al apartado sonoro, destacar la banda sonora con algunos temas de la película, aunque en unas versiones mejorables. Además, dicha banda sonora es el único sonido que tiene el juego, por lo que se echa de menos algún que otro efecto.
Tras este primer título, en 1993 se lanzaría The Blues Brothers: Jukebox Adventure para PC,
Hace un cierto tiempo hablamos de la compilación de videojuegos nipona conocida como
Los protagonistas son los hermanos Robo y Mobo (en algunas versiones son Mike y Spike), que se dedican al poco noble oficio de ladrones. Precisamente, se preveía que dicho argumento podría tener problemas de polémica fuera de Japón, por lo que en algunas versiones se presenta a los protagonistas como dos personajes dedicados a testear las medidas de seguridad de los distintos edificios (de un modo algo cutre, ya que al perder la partida seguiremos apareciendo encerrados en prisión). Así, nuestra misión será la de allanar diferentes edificios (un banco, la mansión de un millonario, una galería de arte, un casino, etc…), evitar a los guardias, robar una serie de objetos y subir hasta el tejado para ser recogidos por un zeppelin.
El juego se nos presenta como un plataformas con tintes de acción, de tal manera que nuestro protagonista podrá moverse por el escenario y hacer uso de un arma para acabar con los guardias, aunque también podremos elegir escondernos en determinadas zonas para que no nos encuentren.