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River Raid (1982)

Portada de River Raid

Si algo caracteriza al catálogo de Atari 2600 es su totalmente sobredimensionado tamaño, algo que en términos económicos acabo desembocando en la crisis del videojuego de 1983, y que desde el punto de vista exclusivamente jugable nos dejó una infinidad de videojuegos mediocres. Las limitaciones de la consola, la falta de experiencia de ciertos programadores y unas fechas de entrega exageradamente cortas, hacen que un porcentaje demasiado alto del catálogo de la consola de Atari no merezca la pena. Sin embargo, ciertos títulos demuestran que no era un problema implícito de la Atari 2600 y que los juegos que fueron desarrollados con mimo y tiempo tienen cabida por méritos propios en el mundo de los videojuegos.

Es el caso del videojuego que hoy nos ocupa, River Raid, y de prácticamente de toda la obra de su creadora, Carol Shaw. Esta desarrolladora, considerada la primera mujer diseñadora de videojuegos de la historia, cuenta en su haber con una corta pero destacable lista de videojuegos. Su trabajo empezó con el desarrollo de versiones electrónicas de clásicos juegos de mesa, en los que demostró un dominio de la, todavía, rudimentaria inteligencia artificial, y River Raid supuso su salto al mundo de los videojuegos de acción.

El río con un tráfico que ni la M-30 por las mañanas

River Raid es un shooter vertical que fue lanzado para Atari 2600 bajo el sello de Activision y que su éxito hizo que tuviese conversiones para Atari 5200, Atari 8-bit, ColecoVision, Commodore 64, Intellivision, MSX y ZX Spectrum; además de diversas apariciones en máquinas posteriores a través de recopilatorios. De igual manera, hubo una secuela en 1988 pero ya sin la participación de Shaw. En River Raid manejamos un caza militar que sobrevuela un río en el cual tendremos que ir acabando con los enemigos que nos salgan al paso, eliminar obstáculos que se nos pongan enfrente y todo esto echándole de forma permanente un ojo a nuestro tanque de combustible.

En el juego en sí, decir «sobrevolar» es exagerar un poquito, ya que vamos a estar limitados al lecho del río, de tal manera que si nos salimos del cauce de este, nuestra aeronave explotará. Podremos mover a la misma de forma horizontal y, si bien, no podemos movernos verticalmente, si podemos acelerar y desacelerar el ritmo de movimiento del scroll. Para acabar con los enemigos contamos con una munición infinita de balas que podremos utilizar independientemente de la supuesta altura en la que se encuentren nuestros enemigos. Estos serán barcos, aviones, helicopteros, etc… los cuales nos proporcionarán una puntuación variable dependiendo de la dificultad de los mismos.

Balas con el tamaño de un helicóptero, así se ganan las guerras

De igual manera, nos vamos a encontrar puentes en nuestro camino que debemos destruir con nuestra munición para evitar el impacto con ellos. Dichos puentes nos dan la máxima puntuación, 500 puntos y, además, hacen las veces de puntos de guardado. Por último, hay que tener en cuenta nuestros indicadores de combustible, que podrán recargarse sobrevolando bidones con la palabra «FUEL» escrita en ellos.

River Raid destaca dentro del catálogo de Atari 2600 a nivel técnico por varios motivos. Primeramente, los movimientos de los enemigos no siguen un patrón fijo sino que realizan movimientos según los realice el jugador en busca de enfrentarse con él, en una implementación de inteligencia artificial tosca pero efectiva. Los gráficos, dentro de las limitaciones de la máquina, nos dejan diferenciar los distintos elementos claramente y cabe destacar la suavidad del scroll, cuya fluidez no se ve afectada con la aceleración y desaceleración del avión. Por otro lado, los puntos de guardado, el continuado sonido del motor o el hecho de que el videojuego no se bloquee cuando se llega al límite máximo de puntuación, son factores que demuestran que este videojuego fue realizado con más dedicación que la media del catálogo de la consola de Atari.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:


Jungle Hunt (1982)

Portada de Atari 2600

Cuando asociamos saltos en lianas y pensamos en el cine. sin duda alguna, nos viene a la cabeza cualquier película de Tarzán – o en su caso el homenaje realizado en Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal –. Si hacemos el mismo ejercicio pero desde el punto de vista de los videojuegos, fácilmente nos vienen dos títulos a la mente: Pitfall!, del que ya hablamos en su momento y el juego que hoy nos ocupa, Jungle Hunt. Curiosamente, ambos fueron lanzados en el mismo año, 1982, pero antes de entrar en conspiranoias sobre plagios y demás, hay que decir que fueron lanzados para plataformas distintas y, probablemente, desarrollados simultáneamente en el tiempo, así que podemos decir, a falta de mayor información que se trata más de una casualidad que de otra cosa.

Curiosamente, si existe una relación directa entre Tarzán y Jungle Hunt. Taito originalmente lanzó el videojuego para máquinas arcade bajo el nombre de Jungle King y el protagonista era un personaje de estética muy similar al protagonista de las novelas de Edgar Rice Burroughs y aunque no había una referencia directa, estaba claro al personaje al que se refería. Incluso, se oía el clásico grito cinematográfico de Tarzán durante el transcurso de videojuego. Sin embargo, problemas en cuestión de derechos hicieron que la compañía nipona tuviera que reprogramar el juego para cambiar el aspecto visual del juego y el nombre del mismo. De esta manera, el protagonista pasaba a ser un explorador con un aspecto similar al del protagonista de Livingstone Supongo, cuya misión es la de rescatar a su amada de manos de los caníbales.

Haciendo el Tarzán

Jungle Hunt es un videojuego de loops formado por cuatro niveles que van aumentando de dificultad en cada loop. En el primer nivel nos encontramos la icónica escena de las lianas (en este caso cuerdas para evitar las acusaciones de plagio) y en la que tenemos que ir saltando por ellas por encima de la selva hasta poder alcanzar el río y zambullirnos en él. Las cuerdas realizan movimientos pendulares a distintos ritmos por lo que hay que coordinar bien el salto para ir de una a otra. Hay que tener en cuenta que según aumente la dificultad puede haber monos en las cuerdas que nos tiren, por lo que también hay que acertar la altura correcta en la que alcanzamos la siguiente cuerda.

En el segundo nivel nos encontramos en el río que está infestado de cocodrilos. Podemos atacarlos con nuestro cuchillo pero siempre y cuando estos no tengan la boca abierta, ya que nos devorarán y perderemos una vida. Debido a esto, en muchas ocasiones es preferible esquivarlos, para lo cual podemos bucear teniendo en cuenta nuestra limitada barra de respiración, la cual nos obligará a subir a la superficie cada cierto tiempo. Por último, nos encontraremos en diversos lugares de la ruta columnas de tortugas que nos limitarán el movimiento, con el consiguiente peligro de ser devorados por los cocodrilos, y nos obligarán a ir a la superficie.

Johnny Weissmüller estaría orgulloso de nosotros

El volcán es la localización del tercer nivel, en el cual tendremos que ir subiendo hacia el cráter, esquivando y saltando las rocas de fuego que el volcán va escupiendo. Una vez arriba, en el último nivel, nos encontraremos a una serie de caníbales a los que habrá que ir saltando hasta alcanzar y rescatar a nuestra amada, la cual se encuentra suspendida con una cuerda sobre una olla hirviedo.

A nivel visual, teniendo en cuenta su año de lanzamiento, el aspecto de Jungle Hunt es magnífico, destacando lo colorido y lo detallista de sus escenarios, así como unas animaciones muy solventes. A nivel jugable no hablamos de un videojuego perfecto (las físicas en el primer nivel son raras al no tener en cuenta las inercias), pero si de una gran variedad en los planteamientos de cada nivel, lo cual lo hace uno de los títulos más divertidos de la época. Como también pasara con Pitfall!, el videojuego tuvo la suficiente influencia como para que juegos futuros rescataran muchas de las ideas implementadas en este.

A estos caníbales no les falta ni un cliché

Gracias al éxito que tuvo en los salones recreativos, salieron conversiones a todo tipo de máquinas durante el año siguiente: Apple II, Atari 2600, Atari 5200, Atari 8-bit, ColecoVision, Commodore 64, PC, TI-99/4A y VIC-20. La simplicidad del sistema de juego de Jungle Hunt hizo que todas las conversiones fueran muy fieles a nivel jugable, existiendo las principales diferencias a nivel visual y sonoro. Como curiosidad hay que indicar que, a pesar de la variedad de plataformas, todas las conversiones fueron desarrolladas por la división de software de Atari: Atarisoft, no limitándoses a las máquinas de la compañía madre.

En este vídeo podéis ver la versión de Commodore 64:


Kaboom! (1981)

Kaboom coverUna de las portadas que más me llamaron la atención de las que veía anunciadas en las revistas fue la de este Kaboom! que hoy vamos a analizar. El uso de la imagen de un actor real caracterizado de presidiario, siempre me llamó la atención por alguna razón y despertaba mi curiosidad entre los múltiples anuncios del Centro Mail. Por desgracia para mí en aquella época, el videojuego era un exclusivo para máquinas de Atari y no pude probarlo hasta muchos años más tarde por medio de la emulación.

Kaboom! fue uno de los títulos más destacados que tuvo la Atari 2600 en 1981. Se trata de un juego que, irónicamente, fue de ida y vuelta, ya que se trata de un clon bastante descarado del Avalanche que Atari lanzó a los arcades en 1978. Larry Kaplan lo reprogramó para Atari 2600 cambiando el argumento, aunque su idea original era la de hacer una adaptación de Avalanche, y fue publicado por Activision, que también lo lanzó más adelante para Atari 5200 y la familia 8-bit de la compañía norteamericana.

Kaboom screenshot 01La simpleza de Kaboom! está en la linea de los productos lanzados para consolas de Atari, donde el estilo arcade es el predominante. El misterioso presidiario no es más que Mad Bomber (el bombardero loco), cuya única obsesión es lanzar bombas. Nuestra misión es evitar que estas exploten y para ello contamos con unos cubos de agua que podemos mover sobre una línea horizontal para evitar que las bombas caigan al suelo.

Kaboom screenshot 02El juego se desarrolla por oleadas y su simpleza no es sinónimo de ser fácil, ya que la dificultad crece exponencialmente con cada oleada, de tal manera que en poco tiempo se vuelve una misión casi imposible. Tanto es así que las partidas se limitan a un par de minutos y, en su momento, Activision daba premios a aquellos capaces de superar los 3000 puntos. Cada partida la empezamos con tres cubos y perdemos uno cada vez que explota una bomba, aunque es posible ir recuperando alguna según nuestro desempeño. Aparte de perder el cubo correspondiente, la explosión de la bomba tiene como efecto que la siguiente oleada baje un nivel de dificultad.

Kaboom screenshot 03Como podéis imaginar, el apartado técnico que requiere Kaboom! es muy simple, pero para los estándares de Atari 2600 estaban bien conseguidos, tanto en el apartado gráfico – en el que se contó con David Crane, todo un clásico de Atari y Activision – como en el sonoro; hasta tal punto que el videojuego recibió el premio Arkie Awards a los mejores efectos audiovisuales. Activision posteriormente lanzó las versiones para Atari 5200 y Atari 8-bit que, aunque incluían alguna mejora técnica, eran bastante insustanciales y no llego al nivel de éxito del lanzamiento original.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Star Trek: Strategic Operations Simulator (1982)

Star trek coverCon el reciente fallecimiento de Leonard Nimoy, actor que interpretaba al señor Spock en la serie original y en las primeras películas, me han venido a la memoria videojuegos basados en tan famosa saga. Sin embargo, el número de éstos es bastante más bajo que lo que podría suponerse de una serie tan popular. Probablemente, el hecho de que las aventuras interplanetarias de la Enterprise se basaran más en la exploración que en la acción directa, provocó que el número de lanzamientos fuera bastante menor y que la mayoría se enfocaran hacia el género de la aventura.

No obstante, hoy analizamos una de las honrosas excepciones a esta regla, ya que nos encontramos con un videojuego principalmente de acción. Aún así, SEGA quiso dotarle de un componente estratégico que hay que analizar con perspectiva dado su contexto temporal, 1982, y la plataforma original de lanzamiento, arcade. De hecho, la compañía nipona quería destacar esta característica y el videojuego llegó a los salones recreativos bajo el nombre de Star Trek: Strategic Operations Simulator, siendo una licencia oficial de Paramount que, por aquellas fechas, estaba estrenando la segunda entrega cinematográfica, Star Trek II: La ira de Khan.

Star trek screenshot 01Básicamente, el juego nos presenta una serie de niveles en los que encontramos ráfagas de enemigos que intentan destruir una base espacial y la Enterprise tendrá como misión defenderla. De esta manera, y aumentando la dificultad, nos encontraremos con una serie de naves Klingon atacando a la base y otro tanto a la propia Enterprise, pudiendo pasar al siguiente nivel al acabar con todos los enemigos de la pantalla. La acción se presenta en dos perspectivas, una cenital y otra en primera persona, de tal manera que utilizaremos la cenital para situarnos respecto al resto de elementos y la de primera persona con su correspondiente punto de mira para disparar contra los enemigos.

Star trek screenshot 02Como apoyo tendremos un escudo que protege la Enterprise de los primeros impactos y la posibilidad de realizar un escape por velocidad utilizando unos dispositvos especiales (y escasos). A pesar del objetivo argumental, no es necesario salvar la base para pasar de nivel, siendo más importante conservar a la Enterprise aunque, evidentemente, la cantidad de puntos conseguidos será mucho menor que si hubiésemos salvado la base. Como contrapunto a este desarrollo lineal, cada cierto número de niveles nos encontraremos con una fase diferente, como la de el dispositivo que va colocando minas.

Star trek screenshot 03El original planteamiento para la época del juego se complementaba con un desarrollo técnico muy destacado. Star Trek: Strategic Operations Simulator hace uso de gráficos vectoriales lo que facilitó en coste la simulación de una perspectiva tridimensional y que se adaptaba muy bien al sistema de juego que el título requería. Este hecho también facilitó la conversión a dispositivos domésticos que se realizó entre ese mismo año 1982 y el siguiente, algo a destacar, ya que el salto técnico hacía poco probable sacar en las mismas fechas el videojuego arcade y las versiones domésticas. Por otro lado, el videojuego se completaba con una serie de voces sintetizadas que, a buen seguro, hicieron las delicias de los jugadores en 1982. Como complemento final a la ambientación, SEGA lanzó algunas máquinas especiales con un asiento que simulaba los del puente de mando de la Enterprise.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Moon Patrol (1982)

Sin lugar a dudas, Irem es una de las grandes compañías de la historia de los videojuegos, sobre todo si nos referimos a los arcades de la década de los 80. Ninja Spirit, Hammerin’ Harry, R-Type o Lode Runner, son títulos por todos reconocibles pero que quizá han proyectado una sombra demasiado alargada sobre sus propias producciones. Antes de esa terna de títulos que llevarían a Irem a su fama internacional, la compañía nipona lanzó un videojuego que le posicionaría dentro de los salones recreativos. Se trata de Moon Patrol, un videojuego que sería distribuido en Japón en 1982 por la propia Irem pero que licenció a Williams Electronics para su distribución en Norteamérica, lo que sería clave para su éxito.

Moon Patrol lo podríamos enmarcar dentro del subgénero de los run & gun pero, como podéis suponer, esto es un poco relativo, ya que hablamos en una época en la que los videojuegos aún estaban en pañales y todas esas denominaciones llegaron a posteriori. El argumento se establece en un futuro no definido, donde nuestro rol es el de un oficial de policía asignado al sector 9 de Luna City, una supuesta ciudad que se habría establecido en nuestro satélite, donde se suelen concentrar los matones de la galaxia. Evidentemente, nuestra misión es la de ir acabando con todos los ataques enemigos al tiempo que evitamos los distintos obstáculos que se nos presentan.

El sistema de juego nos presenta un punto de vista lateral con un scroll de desplazamiento horizontal, una perspectiva y un desplazamiento que, aunque no es el primer videojuego que lo utilizaba (los shooters tipo Defender lo habían hecho ya años antes), si es cierto que no se habían visto títulos que lo utilizaran con tanta suavidad y con tantos elementos en movimiento.

En la parte superior tenemos un tablero marcador, básico para entender nuestro avance en la partida. Por un lado nos encontramos con una barra que nos va indicando el avance de nuestro vehículo a través de la superficie lunar. Por otro, tenemos tres indicadores de colores: el superior nos avisa de ataques aéreos, el central nos avisa de minas en las proximidades y el inferior indica que van a aparecer enemigos por nuestra retaguardia. No obstante, hay que tener cuidado con peligros de los que no avisan los indicadores como las rocas o los socavones, los cuales pueden estar provocados por los ataques aéreos.

En la lucha contra estas adversidades, nuestro vehículo lunar tiene la capacidad de saltar para sortear enemigos y obstáculos, además de un doble disparo (vertical hacia arriba y horizontal en el sentido de la marcha) que nos permite atacar enemigos y destruir proyectiles que vengan en nuestra contra. De esta manera, en cada uno de los segmentos del recorrido, nos irán apareciendo distintas olas de enemigos avisados por el indicador. Una vez llegado al punto de control correspondiente, si nuestra puntuación es destacable conseguiremos algún tipo de recompensa. El juego nos solicitará terminan el recorrido dos veces para poder acabar el juego.

Como hemos indicado antes, del apartado técnico lo más destacado es el uso del scroll sobre un fondo muy colorido para lo que se podía ver en otros títulos de la época. Esta característica fue heredada correctamente por regla general en las múltiples conversiones a dispositivos domésticos, donde especialmente Atari apostó por este título para sus consolas, llegando incluso a tener una versión para Atari ST tan fiel al original, que estaba bastante por debajo de las posibilidades de su hardware. Posteriormente, Moon Patrol es un habitual en los recopilatorios de clásicos arcade.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Centipede (1980)

Centipede es un videojuego de Atari que llegaría a los salones recreativos en 1980. El título fue desarrollado por todo un clásico de los primeros años de la compañía norteamericana, Ed Logg (Asteroids, Lyle Rains) y que con Centipede se encontraba ante un reto muy especial: desarrollar uno de los primeros videojuegos en incorporar inteligencia artificial. Para ello contaría con la ayuda de Dona Bailey, toda una experta en esta materia y que, de esta manera, se convertiría en una de las primeras mujeres involucradas en el desarrollo de videojuegos.

La premisa del juego es muy simple, tendremos que ir pasando nivel a nivel, destruyendo en cada uno un ciempiés gigante que no dudará en devorarnos, amén de un sinfín de insectos de gigantescas proporciones con las mismas intenciones que el miriápodo.

Centipede es un shoot’em up vertical, en el cual nuestro personaje, representado por una cabeza de aspecto élfico, podrá moverse en el tercio inferior de la pantalla, disparando un laser de abajo arriba. El escenario es una gran extensión donde se encuentran colocadas una serie de setas y de la parte superior aparecerá un ciempiés que se ira moviendo de arriba a abajo y de forma lateral, teniendo en cuenta que al encontrarse con una seta variará el sentido de su movimiento.

Si disparamos a una parte del ciempiés, ésta desaparecerá y se convertirá en una nueva seta, lo que hace aún más errático el movimiento del ciempiés, Como podéis imaginar, las setas se convierten en un verdadero problema, ya que un área con muchas setas hará descender al ciempiés rápidamente,  por lo que también podremos destruirlas si impactamos un cierto número de veces sobre ellas. Si el ciempiés llega al borde inferior de la pantalla, volverá a subir, pero se quedará en la zona de movimiento del personaje, pudiéndose regenerar.

El problema no se limita al ciempiés, ya que según vayamos avanzando en los niveles, aparecerán otro tipo de insectos como arañas, escorpiones (que vuelven venenosas las setas) o pulgas (que pueden generar setas). El movimiento de estos enemigos no responden tanto a patrones y se irán desplazando dependiendo del lugar donde se encuentre nuestro personaje.

A nivel técnico no supone ningún avance espectacular, más allá de los conatos de inteligencia artificial que se le implementaron a los insectos, bastante avanzados para la época. Si es cierto que el sistema de juego es más complejo de lo habitual y en muchas ocasiones daba respeto a jugadores inexpertos. Por lo demás, dentro de las posibilidades del hardware de Atari de la época.

A pesar de su peculiaridad, el juego funcionó bastante bien y surgieron infinidad de clones de otras compañías. Por su parte, Atari lanzaría el juego para sus consolas, mientras que a lo largo de los años, diversas desarrolladoras sacarían versiones para distintas plataformas, llegando las últimas hasta nuestros días para dispositivos móviles. Por otro lado, Ed Logg desarrollaría una secuela bajo el nombre de Millipede en 1982, de características similares pero con alguna meora técnica.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego

Vanguard (1981)

Vanguard es un videojuego desarrollado por TOSE (compañía conocida por el desarrollo de diversos Game & Watch para Nintendo) en 1981. Para su distribución en Japón y Alemania se contó con el trabajo de SNK, mientras que para el mercado americano sería Centuri y Cinematronics los encargados de la distribución. Zaccaria haría lo propio en Italia. Tras ser lanzado en los salones recreativos, aparecerían las correspondientes versiones para Atari 2600 y Atari 5200.

La importancia de Vanguard se encuentra en el hecho de que es uno de los primeros shoot’em up que implementaba el scroll en diversas direcciones (habitualmente se limitaban este tipo de juegos a tener un scroll horizontal o vertical).

El malvado The Gond está aterrorizando a la Tierra con sus ataques a las colonias espaciales cercanas al planeta. Nuestra misión es, a bordo de nuestra nave, ir hacia la zona donde se supone que se encuentra la guarida de The Gond. Para ello tendremos que volar a través de las seis zonas que componen el juego, acabando con los distintos escuadrones de nuestro enemigo.

El sistema de juego es tan simple como adictivo. Manejamos nuestra nave desde la perspectiva lateral bidimensional, con cuidado para no colisionar con las paredes que delimitan el escenario de juego. El scroll va cambiando en diversas direcciones siguiendo el sentido lógico que nos indica el mapa que tenemos en el mapa situado en la esquina superior derecha.

Para abatir a nuestros enemigos tenemos un disparo que podremos dirigir en cuatro direcciones (arriba, abajo, izquierda y derecha). Como ayuda extra, si pasamos por unas zonas de Energía, seremos invencibles durante un corto periodo de tiempo y haremos explotar a nuestros enemigos con tan solo impactar con ellos.

Desde el punto de vista técnico Vanguard es un videojuego destacado para su época, no solamente por el scroll cambiante, sino por el buen uso de la paleta de colores y la definición de los escenarios. Como curiosidad queda su banda sonora, ya que el tema de introducción es el mismo que el de Star Trek y la canción que suena cuando pasmos por la zona de Energía es Vultan’s Theme de Queen.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Miner 2049er (1982)

Manic Miner49er es un videojuego de plataformas desarrollado por Bill Hogue para Big Five Software y publicado por primera vez en 1982. El título hace referencia a los «miner 49er», que era un apodo que se utilizaba en Estados Unidos para denominar a aquellos que fueron a California en plena «Fiebre del Oro» a mediados del siglo XIX.

El videojuego, distribuido tanto por la propia Big Five Software como por International Computer Group, sería distribuido para prácticamente todos los dispositivos domésticos a lo largo de toda la década de los 80: Apple II, Atari 2600, Atari 5200, Atari 8-bit, Commodore VIC-20, Commodore 64, ColecoVision, PC Booter, Sharp X1, Thomson MO5, TI-99/4A, Super Cassette Vision y Game Boy.

Miner 2049er nos pone en la piel de Bounty Bob, un miembro de la Policía Montada de Canadá, el cual tendrá que adentrarse en la mina de nuclear de Ned, una antigua mina de uranio. Allí tendrá que ir recorriendo toda las secciones de la mina para reconquistarla, ya que está en manos de Yukon Yohan, que está utilizando todo su poder radiactivo para la creación de todo tipo de criaturas.

Nuestra aventura se desarrolla a través de diez minas, en cada una de las cuales tendremos que pasar por todas las plataformas para pasar al siguiente nivel. Cuando pasamos por una sección de la mina, ésta se coloreará y así sabremos cuanto nos queda por recorrer. En el camino nos encontraremos diversas criaturas radiactivas que podrán matarnos, sin embargo, si recogemos objetos dejados por antiguos mineros conseguiremos puntos y durante unos instantes podremos destruir a las criaturas enemigas (al más puro estilo de los fantasmas de Pac-Man). Por otro lado, habrá otro tipo de objetos como escaleras, elevadores o puestos de teletransportación que nos harán de atajos para llegar a ciertas zonas.

Aunque a nivel jugable Miner 2049er no presentaba ninguna novedad destacable, si la tiene a nivel técnico, ya que hasta la fecha no se había lanzado un juego de su tipo con tal variedad de niveles. Por aquella época, los niveles que se iban repitiendo eran muy pocos (por ejemplo, cuatro niveles en Donkey Kong) y Miner 2049er presentaba diez niveles distintos (y con algunos elementos aleatorios), lo que reducía la monotonía de la experiencia de juego. Por lo demás, nos encontramos con un trabajo técnico eficiente, bien adaptado al hardware en cada una de las máquina y que aprovecha el argumento de las minas para un mayoritario uso del negro.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

A Toda Máquina XXIV: Atari 5200

Tras el éxito a nivel mundial de la Atari 2600, desde la compañía norteamericana se buscaba dar un salto de calidad tecnológico con el lanzamiento de una nueva videoconsola que tuviese unas características técnicas únicas en su momento. De esta manera, en Noviembre de 1982 Atari lanzaría la consola en Estados Unidos y Canadá. A pesar de ser toda una revolución tecnológica, la videoconsola fue un fracaso, sobre todo en comparación al éxito de su predecesora, por lo que en tan solo dos años dejaría de fabricarse.

La Atari 5200 contaba con un procesador MOS 6502C a 1.79 Mhz, 16 KB de RAM, una resolución en pantalla de 320×192 con una paleta de colores de 256 colores (aunque solo podían aparecer 16 simultáneamente) y un sistema de sonido de 4 canales. Con estas especificaciones técnicas se encontraría a la cabeza del ocio doméstico, acompañando el lanzamiento de la consola con los títulos Super Break Out, Galaxian, Space Invaders y Asteroids, grandes éxitos de las recreativas que funcionaban con soltura en la nueva consola.

El sistema de control también fue revolucionario, aunque un tanto contraproducente, ya que pocos títulos aprovechaban al máximo sus posibilidades. Dichos controles contaban con un teclado numérico (el cual también era usado para botones de acción) y una palanca analógica que permitía posiciones en 360º, muy superiores a las 4 u 8 posiciones discretas de los controles de la época. Sin embargo, estás ideas innovadoras se aplicaron en un material deficiente, con un diseño incómodo y que resultaba excesivamente complicado para jugar.

Aparte de lo anteriormente comentado, uno de los principales problemas que desembocaron en el fracaso de la consola fue su precoz lanzamiento. La penetración en el mercado de la Atari 2600 era demasiado grande y el público no estaba dispuesto a realizar un nuevo desembolso. Por otro lado, los cartuchos de la 2600 no eran compatibles con la 5200, y el catálogo de la primera era exageradamente más amplio, por lo que fue otro motivo clave por lo que los usuarios no cambiaban de consola.

En este vídeo podéis ver un anuncio de la Atari 5200:

Missile Command (1980)

Missile Command es un videojuego diseñado por Dave Theurer (I Robot, Tempest) en 1980 para Atari, compañía que también se encargaría de su distribución en Norteamérica, cediendo la licencia a SEGA para la distribución en cierto número de países.

Missile Command es considerado uno de los juegos clave de inicio de los 80, justo antes de la gran crisis de 1983, convirtiéndose en todo un juego de culto que contaría con conversiones para las distintas máquinas de Atari. Sin embargo, también terminarían saliendo todo tipo de clones para las máquinas de la competencia, por lo que la popularidad real y total del título es dificilmente medible.

Unos alienígenas provinientes del planeta Krytol están atacando diversas ciudades de la Tierra con una serie de rayos y nuestra misión es lanzar una serie de misiles contra dichos rayos, para cortar su trayectoria y evitar que alcancen a las ciudades. Sobre la pantalla podremos ver un escenario nocturno, en el que podemos ver el suelo donde se encuentran seis ciudades y tres baterías de misiles colocadas entre ellas. Desde el cielo iran cayendo los distintos rayos que van lanzando los alienígenas.

Con un puntero apuntamos y, con el botón correspondiente, realizamos el lanzamiento de un misil desde la batería correspondiente. Cuando nuestro misil alcanza el lugar a puntado explotara creando una onda expansiva. Si dicha onda expansiva alcanza la punta del rayo enemigo este se cortará, en caso contrario seguirá su camino hacia el suelo, pudiendo llegar a destruir una de nuestras seis ciudades. Cada nivel tendrá una ráfaga de lanzamientos de los alienígenas y contaremos con un número limitado de misiles que habrá que utilizar con delicadeza para evitar quedarnos sin munición. Cuando se acaba el nivel, si conseguimos un número de puntos suficientes, puede que se llegue a reconstruir alguna ciudad, acabando la partida cuando todas las ciudades han sido destruidas.

A nivel gráfico nos encontramos con un trabajo muy funcional con una representación muy básica, lo que no afecta al desarrollo del juego e incluso lo facilita. Lo más destacado es el concepto del juego en sí, totalmente novedoso tanto en planteamiento como en el sistema de control, normalmente basado en el uso de un «trackball» que facilitaba el manejo del punto de mira y tres botones, correspondiente a cada una de las baterías de misiles.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego en su versión arcade:

Y en éste, la versión correspondiente a Macintosh de 1984;