A finales de los 80 y principios de los 90, algunas compañías empezaron a lanzar títulos orientados hacia un público adulto, incluyendo una cierta temática erótica. Estas máquinas tenían como objetivo pubs o discotecas donde se suponía que solo tendrían acceso clientes mayores de edad. Ignoro como se llevaría el asunto en otros países, pero en el caso concreto de España, esta «salvaguarda» de los menores no se hizo como tal. En parte por la falta de control y en parte por el desconocimiento de los títulos que se adquirían por parte de las máquinas, el caso es que muchos de estos títulos pulularon por los salones recreativos, aumentando más, si cabe, su mito.
Uno de los títulos más exitosos que se pueden enmarcar en esta categoría es el objeto del análisis: Gals Panic. El título sería desarrollado y distribuido por Kaneko en 1990, que el año anterior había tenido un relativo éxito con DJ Boy. El lanzamiento fue a nivel mundial, pero en la versión para EEUU se le implementó una opción con la idea de censurar el juego y rebajar el nivel erótico.
Simplificando, Gals Panic no es ni más ni menos, que una versión erótica del clásico Qix, con la posibilidad de jugar dos personas de forma cooperativa. Al comenzar la partida tendremos que elegir una chica entre seis «bellezas» asiáticas, siendo dicha chica la que iremos desnudando según avance la partida. Al inicio del nivel, nos encontraremos con una foto de la chica en cuestión, pero cuyo cuerpo se encuentra oculto. Nuestra misión será la de ir descubriendo trozos de foto hasta alcanzar un 80% de la misma, para que así se descubra entera y pasemos al siguiente nivel con una nueva foto de la chica, pero más ligera de ropa. De esta manera, el objetivo es llegar hasta la última foto, donde la chica se encuentra totalmente desnuda (a no ser que esté activado el control parental estadounidense).
Al igual que en el Qix original, manejaremos un puntero que, inicialmente, se encuentra en los bordes de la foto. Pulsando el botón de acción y moviendo el joystick podremos adentrarnos en la foto para descubrir bloques de la imagen, ya que nuestro puntero solo puede realizar movimientos de 90 grados. Sin embargo, esto no va a ser tarea fácil, ya que en la pantalla habrá un enemigo principal que no dudará en atacarnos. Si dicho enemigo (o los secuaces que nos envía) toca el puntero dentro de la zona aún no descubierta o la línea que está trazando, perderemos una vida y el trazo correspondiente. También nos encontraremos con bloques que impedirán nuestro avance e incluso con trampas como la telaraña del primer nivel, que hace que el puntero se desplace más lento.
Otra manera de perder la vida es porque se consuman los tres minutos de tiempo del nivel o se agote nuestra barra de «estilo». Dicha barra se incrementa si capturamos un bloque grande que incluya la silueta de la chica y decrece si no capturamos bloques en mucho tiempo o son bloques sin silueta. Si la barra llega a cero se pierde una vida, pero si llega al máximo, la fase se pasará automáticamente. Si la barra entra en la zona amarilla, se nos presentará una imagen alternativa menos ·»estimulante» (un ninja, un pulpo, un oso, etc…). Cada chica cuenta con tres niveles (vestida, en ropa interior y desnuda), por lo que el juego completo son 18 niveles. Entre nivel y nivel nos encontramos con una especie de fase bonus donde usamos una ruleta y podemos conseguir diferentes premios: subidas de nivel, vidas extra, tiempo adicional, etc…
A nivel técnico nos encontramos con un juego más que solvente en el desarrollo de la mecánica del juego, el control es sencillo y efectivo, el sonido incluye voces digitalizadas de las chicas comentando la jugada, y los elementos del juego son correctos. Sin embargo, no creo que hayan cambiado tanto los cánones de belleza, pero los diseños de los dibujos de las chicas son sencillamente horribles y dudo mucho de la posible carga erótica que pudieran tener. Esta opinión no debe ser exclusivamente mía, ya que esto se mejoró sensiblemente en sucesivas entregas de la saga, que fueron muy numerosas.
Efectivamente, lo que fue un título en el que no se puso muchas confianzas se terminaría convirtiendo en una de las más destacadas sagas de arcade erótico. En 1993 se lanzaría Gals Panic II, que permitía movimientos en 8 direcciones y con fotografías reales de chicas occidentales. La tercera entrega llegó en 1995 con Gals Panic 3, donde se vuelven a las modelos asiáticas pero manteniendo las fotografías reales. En 1996 llegó Gals Panic 4, donde debutarían los dibujos manga y su correspondiente versión para SEGA Saturn bajo el título de Gals Panic SS, y para PS2 con el título de Shiloutte Stories. A partir de ahí se iniciaría una nueva subserie entre 1997 y 2002 con el lanzamiento de Gals Panic S, Gals Panic S2 y Gals Panic S3.
En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Guerrilla War es el típico juego de acción con vista cenital y scroll vertical que tan popular se hizo a finales de los 80. Tendremos el manejo de nuestro guerrillero que tendrá que hacerse paso entre la multitud de miembros del ejército del dictador. Como principales armas tendremos nuestra metralleta, que podrá mejorarse según vayamos recogiendo diversos items, y las granadas (ilimitadas en las versiones domésticas), que nos permitirán alcanzar a enemigos que este protegidos por una trinchera.
Los gráficos de Guerrilla War son una evolución de los de Ikari Warriors: un estilo muy similar, pero unos diseños mejor definidos. Los escenarios son más complejos y contienen más elementos que interactuan con el juego (trincheras, barracones, puentes, etc…). El diseño de personajes está más fino que en el juego de 1986, conservando (e incluso aumentando) el estilo humorístico de sus diseños. En general, cuenta con el alto nivel técnico que solía poner SNK en sus títulos.
El personaje destacado de hoy es muy especial, ya que se trata del hombre que consiguió el primer éxito comercial de un videojuego con Pong: Nolan Bushnell. Este oriundo de Clearfield, Utah, nacería el 5 de Febrero de 1943 y, ya desde joven tendría altos intereses en el mundo de la electrónica. En 1968 conseguiría su título de Ingeniería Eléctrica por la Universidad de Utah y durante todo su periplo universitario demostraría su interés en el emergente campo de la informática. Basándose en las copias de Spacewar que había en los mainframes de su Universidad, en 1971 junto a su compañero Ted Badney diseñaría un clon de dicho juego al que titularon Computer Space. Conseguirían la distribución por parte de Nutting Associates de máquinas recreativas con dicho programa, pero el experimento resultó todo un fracaso comercial. Sin embargo, se ha convertido en un videojuego de culto, ya que establecería las bases de lo que sería un juego arcade, incluyendo el diseño de la máquina, y podemos considerarlo como el primer título comercial de la historia.
A pesar del fracaso de este primer intento, Bushnell estaba convencido de las posibilidades potenciales del ocio electrónico, por lo que se dedicaría a intentar idear un juego que pudiera ser atrayente para el público. La bombilla se le encendió durante su visita en 1972 a la Feria de Informática de Burlingame, California, donde pudo ver por primera vez una
Tras su periplo en Atari se centró en los Pizza Time, unos curiosos locales creados por Atari donde se vendían pizzas y se podían jugar a los videojuegos. Bushnell se haría con el control de la franquicia al comprar la licencia a Warner Communications en 1977, cuando aún estaba en Atari. Durante esa época diseñó diversos robots que tocaban música en los locales, creando a la mascota Chuck E. Cheese, que fue un homenaje de Bushnell a Disney (donde siempre quiso trabajar), cambiando el nombre de la cadena a Pizza Time Theatres (actualmente se llaman Chuck E. Cheese’s Pizza Time Theaters). También colaboraría con sus diseños de robots con la empresa Androbot Inc.
Su vuelta a los videojuegos llegaría en 1984 cuando funda Sente Games, consiguiendo la distribución de sus títulos por parte de
El título que hoy analizamos se encuentra dentro de ese grupo de juegos que son toda una rareza en su concepción, pero que, sorprendentemente, funcionan razonablemente bien en el mercado. A priori, mezclar las franquicias de
Tan bizarra mezcla de personajes y sagas no podía tener un argumento menos raro. Dark Queen, principal enemiga de Battletoads realiza un pacto con Shadow Boss, archienemigo de los hermanos Lee en Double Dragon. Juntos pretenden aunar fuerzas y hacerse con el control del Universo. Como no podía ser de otra manera, tanto las ranas mutantes como los hermanos Lee crean su propia alianza para ir en contra de esta amenaza.
Battletoads & Double Dragon: The Ultimate Team cuenta con siete niveles, lo que no quiere decir que nos encontremos ante un videojuego precisamente corto ya que, aparte de cada nivel tiene una longitud considerable, nos encontramos con uno de los shoot’em up considerados más complicados en su época. El juego nos permite elegir entre los dos protagonistas de Double Dragon y los tres de Battletoads. En este título, la elección del personaje es más relevante que de costumbre, ya que conservan muchas de las características de los videojuegos originales, tan diferentes uno de otro.
Aunque se conservan enemigos de ambas franquicias, el estilo está claramente inclinado por Battletoads. De hecho, al carecer el proceso de desarrollo de ninguna conexión con los creadores del Double Dragon original, existen algunas inconsistencias con el primer título, pero ninguna que afecte a la jugabilidad. Los gráficos siguen el patrón de Battletoads tanto en animaciones como en personajes y escenarios, por lo que nos encontramos con un resultado tan positivo como en el título original. Esto se hace más patente en las versiones de NES y Game Boy, donde nos encontramos con un nivel técnico muy superior a la media de los juegos de dichas plataformas.
Battletoads & Double Dragon: The Ultimate Team recibió buenas críticas en todas las plataformas, pero especialmente en las versiones de 8 bits, donde fue destacado como uno de los mejores títulos del año. El público también contestó bien a la oferta ya que, a pesar de su alta dificultad, se trata de un juego realmente divertido y con un destacado modo de dos jugadores. Por último, destacar que en 2008 UGO Networks le otorgó el puesto undécimo en la lista de los mejores «crossovers» de la historia del videojuego.
Defender es un videojuego de acción enmarcado en los «shoot’em up», que sería desarrollado y distribuido por Williams Electronics en 1980. Con este título, Williams Electronics daba el salto definitivo al mundo de los videojuegos ya que, hasta entonces, la compañía se dedicaba a la fabricación de pinballs y sus único acercamiento había sido el desarrollo de algunos clones de Pong. Defender se convertiría en todo un hito del videojuego, no solo como título arcade, sino en las conversiones que se lanzarían para
El proyecto se encargó a Eugene Jarvis, uno de los programadores de pinballs más destacados de la compañía y para el que Defender también supondría su debut en los videojuegos. Jarvis estaría asistido por otros miembros destacados de la compañía: Larry DeMar, Sam Dicker y Paul Dussault. La falta de experiencia de Williams Electronics en los videojuegos favorecería al equipo de trabajo, ya que les permitió tener una gran libertad creativa por parte de la compañía.
Defender nos emplaza en un planeta ficticio, donde nos ponemos a los mandos de una nave y tenemos que ir neutralizando diferentes oleadas de enemigos. Inspirado originalmente por
En el apartado técnico destacó el uso del scroll, que cambiaba la tendencia de las pantallas estáticas de anteriores «shoot’em up». Para las fechas que hablamos, nos encontramos con un scroll extremadamente suave (al menos en la version arcade), lo que ayudó a la sensación de velocidad y dinamismo del título. Para ello, se utilizó un mapa en la parte superior de la pantalla, donde se destaca la zona del planeta que está sobrevolando la nave. Este nuevo concepto de juego provocó que se aumentara la resolución de la pantalla desde el estándar de la época (256×256) hasta los 320×256, además de ser un monitor que permitía hasta los 16 colores distintos (por encima de los cuatro en los que se pensó para el proyecto original).
Solomon’s Key es un videojuego de puzzle desarrollado y distribuido por
El videojuego se encuentra protagonizado por un curioso mago conocido como Dana, el cual tiene la misión de conseguir la Llave de Salomón, que permitirá reestablecer la paz en el mundo, que ha sido trastocada por el ataque de unos demonios. Para ello, nuestro protagonista tendrá que pasar por 49 habitaciones (hay 15 más que son de acceso secreto), en las que tendrá que buscar la llave que abre la puerta a la siguiente hasta, por fin, conseguir la Llave de Salomón.
Cada nivel nos mostrará una habitación con una serie de plataformas colocadas en laberínticas posiciones, que hacen que el acceso a la llave no sea inmediato. Dana puede correr, saltar, hacer desaparecer las plataformas naranjas y crear bolas de fuego para hacer frente a los enemigos que nos impiden la llegada a la correspondiente llave. Por otro lado, según vayamos avanzando a las distintas habitaciones, nos encontraremos una serie de items especiales que mejorará nuestro ataque, nos dará vidas extra o incluso harán alguna modificación en las plataformas para ayudarnos a alcanzar la llave.
A pesar de ser un juego de puzzle, los elementos de plataformas de acción que posee Solomon’s Key, provocaron que el apartado técnico fuera más cuidado de lo habitual en juegos de habilidad. Sobre fondos bastante variados con motivos zodiacales, se muestran las plataformas compuestas a base de bloques. Los diseños de los niveles son bastante ingeniosos y, según avanzamos en los niveles, nos encontramos con verdaderos retos, hasta tal punto que se ha considerado uno de los videojuegos más difíciles que ha visto la NES.
En 1991 se lanzaría una secuela para
SimAnt es otro de los títulos que derivarían del tremendo (y sorprendente) éxito que tuvo
Aunque se basa en la premisa que hemos comentado al principio, SimAnt nos propone diferentes modos de juego. En Campaña tendremos un objetivo final que conseguir (siendo algo poco habitual en la saga), tendremos que ir haciéndonos poco a poco con el control del jardín, colonizando nuevos territorios con nuestras hormigas reina, hasta llegar a obligar a los dueños de la casa a venderla porque no pueden vivir allí. En el modo Juego Rápido, será un enfrentamiento directo entre nuestra colonia (hormigas) y las hormigas rojas. En el Modo Experimental, tomaremos un papel de observador de la evolución de la colonia, según vayamos modificando diferentes parámetros del jardín. En la versión de Super Nintendo, además, se incluían ocho escenarios con situaciones concretas que desarrollar.
El juego comienza con el nacimiento de la primera hormiga de nuestra colonia, que tendrá que luchar por sobrevivir. Esta supervivencia dependerá de conseguir comida por nuestros propios medios (por ejemplo, cazando una oruga) o que otra hormiga nos la pase por la técnica conocida como trofalaxis (alimentación boca a boca). Pero no solo se tratará de conseguir comida ya que nos encontraremos diferentes peligros, desde las hormigas rojas hasta el cortacesped de la familia dueña de la casa.
De esta manera, poco a poco irá creciendo nuestra colonia con cuatro tipos distintos de hormiga: hormigas obreras, el tipo que controlaremos al principio y que se encargan de excavar túneles y transportar alimentos; hormigas guerreras, encargadas de la defensa de la colonia; zánganos, dedicadas a la reproducción para aumentar el volumen de la colonia; y Hormiga Reina, que pondrán los huevos de las nuevas generaciones de hormigas.
La interfaz del juego bebe de la estructura general de la saga, con un sistema de iconos y menús para las diferentes acciones, además de una representación en forma de mapa de la zona de juego. En este título encontraremos secciones que podremos detallar más (por ejemplo para crear túneles), que nos darán unos gráficos más detallados, pero que igualmente tienen un caracter más funcional que estético. El apartado sonoro también es bastante simple (nos encontramos con un título que pone el enfasis en la jugabilidad más que en la tecnología) , con melodías MIDI bastante olvidables y un catálogo de efectos sonoros bastante pobre.
Como era de esperar, SimAnt no vendió tanto como otras entregas de la saga debido a su bizarro argumento, pero en las versiones de PC tuvo buenas críticas (con la versión de Super Nintendo la crítica fue despiadada) y la estela de saga le permitió unas ventas por encima de lo esperado. Como curiosidad, podemos indicar que el propio Will Wright ha declarado que el concepto de Los Sims empezó a imaginarlo mientras desarrollaba SimAnt.