Antes de que pegaran el pelotazo con Warcraft: Orcs & Humans, lo que sería la futura Blizzard (en esa época Silicon & Synapse) ya había realizado algunos títulos destacados. De esos, el más conocido sin duda es The Lost Vikings, aunque también tuvieron otros títulos que merecen destacarse, como es el caso del que analizamos en esta ocasión: Rock n’ Roll Racing.
Este título aunaba los géneros de carreras y el de acción, dando como resultado uno de los videojuegos más divertidos al volante de un vehículo de la época de las videoconsolas de 16 bits. Rock n’ Roll Racing fue publicado en 1993 con la distribución a nivel mundial por parte de Interplay, a excepción de Japón, donde sería distribuido por la compañía nipona Namco. El título saldría a la venta para Mega Drive y Super Nintendo, y posteriormente para Game Boy Advance. Originalmente, Rock n’ Roll Racing fue concebido para ser la secuela de RPM Racing, aunque finalmente, por decisión de Interplay, terminaría siendo una saga independiente.
Rock n’ Roll Racing nos presenta una competición de rallies interplanetaria, en la que deberemos ir avanzando a través de distintos planetas y torneos, hasta convertirnos en el gran piloto universal. Inicialmente eligiremos el personaje con el que competiremos, cada uno de los cuales con sus propias características de conducción y en el que encontramos un guiño a The Lost Vikings, ya que el personaje de Olaf es seleccionable.
Las carreras cuentan con cuatro participantes, dando un cierto número de vueltas al correspondiente circuito y recibiendo premios en metálico y puntos, dependiendo de la posición final en carrera. Los puntos serán necesario para poder desbloquear nuevos torneos y planetas, mientras que el dinero podrá ser invertido para poder mejorar y reparar nuestro vehículo.
La clave del juego está en que se le da una gran importancia a la parte de acción del título, siendo más importante realizar ataques exitosos al enemigo que la habilidad de la conducción propiamente dicha. Podremos hacer uso de misiles y minas para reducir la energía de nuestros competidores y, si ésta se acapa, el coche en cuestión quedará retenido un periodo de tiempo hasta que reaparece con la energía reestablecida. También nos encontraremos diversos elementos en la pista que dificultarán la carrera (lava, manchas de aceite, nieve…) o que nos proporcionarán ayudas (dinero extra, energía…). Nuestra capacidad de ataque también podrá verse mejorada incorporando nuevos elementos al vehículo cuando acabamos la carrera y pasamos por el garaje.
Gráficamente Rock n’ Roll Racing nos presenta una perspectiva isométrica que nos recuerda poderosamente a Ivan «Ironman» Stewart’s Super Off Road (de hecho, el sistema de juego es muy similar) y por lo general tiene un buen acabado gráfico, dentro de las posibilidades de las máquinas de 16 bits. Pero si en algo destaca el juego a nivel técnico es en el apartado sonoro, donde tenemos un buen catálogo de efectos y voces digitalizadas comentando las circustancias de carrera. Aún así, lo más espectacular es la banda sonora, ya que Interplay se hizo con las licencias necesarias para poder incluir versiones de temas tan conocidos como Paranoid de Black Sabbath o Born to be wild de Steppenwolf.
El juego tuvo una buena acogida por parte del público y se haría con el premio Best Driving Game of 1993 por parte de la revista Electronic Gaming Monthly. En 1998 se lanzaría para PlayStation la secuela bajo el nombre de Rock & Roll Racing 2: Red Asphalt, aunque no llegaría a tener el éxito del título original y supondría el fin de la saga. Sin embargo, un grupo amateur ruso ha realizado un remake bajo el nombre de Rock & Roll Racing 3D.
En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

En GP Rider nos encontramos el típico juego de carreras arcade que tan bien ha sabido explotar SEGA. Inicialmente tendremos que elegir entre usar una moto con cambio automático o manual, lo que definirá en buena medida la dificultad y precisión de conducción en la partida. Tras esto comenzaremos inmediatamente con la primera carrera, en la que tendremos que luchar en dos frentes: la posición que obtengamos en la carrera y el tiempo que se nos da para pasar por los diferentes puntos de control. Recibiremos puntos y segundos extras dependiendo de la posición en la que crucemos la línea de meta en cada vuelta. Consiguiendo superar cierta barrera de puntos podremos acceder al siguiente circuito (los circuitos eran los del campeonato mundial de motociclismo de 1989).
En las versiones de 8 bits contamos con una vuelta de calificación para definir la pole y se simplifica el sistema de puntuación, dependiendo el desbloqueo de la siguiente carrera de la posición obtenida. En el caso de Master System, tendremos permanentemente la pantalla dividida en dos, independientemente de que juguemos en modo de dos jugadores o no. En el caso de que solo juegue un corredor humano, su parte de la pantalla representará uno de los competidores controlados por la máquina.
Como es natural, los gráficos distan mucho desde la versión arcade hasta las de 8 bits, pero tienen como denominador común una sensación de velocidad muy conseguida. En la versión arcade se ve una gran mejora respecto a la saga Hang-On, con un trabajo más fino en las animaciones y un efecto muy realista de tridimensionalidad, que sorprende para ser de los albores de la década de los 90. Las versiones de 8 bits también se posicionaría en un lugar muy destacado técnicamente respecto al catálogo de las respectivas consolas.
Ridge Racer es un videojuego de carreras desarrollado por 
Podremos elegir entre cuatro de los doce coches que participan en el juego (podremos desbloquear los otros en la versión doméstica al acabar con todos los enemigos de la miniversión del Galaxian de la pantalla de carga. Por otro lado, podremos elegir entre la transmisión automática o manual, siendo está más precisa pero más complicada de manejar.
Lo más espectacular en su momento es el aspecto visual con el que contaba Ridge Racer con un entorno totalmente tridimensional y una velocidad endiablada. Ese dinamismo se conseguiría a base de simplificar los escenarios, pero es una traba que se agradece viendo el resultado de la sensación de velocidad final. Todo esto acompañado con una banda sonora trepidante nos da uno de los juegos de carreras más importantes del primer lustro de la década de los 90.
Tras este lanzamiento (y casi simultáneamente) aparecería Ridge Racer Full Scale con cabinas para dos jugadores y Ridge Racer: 3 Screen Edition con un efecto periférico con tres pantallas. Para PlayStation aparecería en 1995 Ridge Racer Revolution y en 1996 Rage Racer. Una nueva versión del original aparecería en 1999 bajo el título de R4 Ridge Racer Type 4. En PS2 debutaría en 2000 con Ridge Racer V, saliendo ese mismo año Ridge Racer 64 para 
El objetivo del juego es bien simple, tomamos el papel de un camionero que tiene que llevar su pesada mercancía a su destino dentro de un tiempo determinado y antes de que lo haga el camión rival. Para ello tendremos diversos cargamentos a elegir a partir del segundo nivel, dependiendo el pago que nos hagan a la dificultad de la carga. Dicho dinero se irá reduciendo según recibamos impactos, que provocará que se dañe la carga, teniendo también bonus por pronta entrega.
Por lo demás nos encontramos con un juego de conducción arcade típico, con las características especiales de la conducción de nuestro camión y donde el camión enemigo hará una conducción salvaje para sacarnos de nuestro itinerario y el tráfico normal parece que quiere hacernos la vida más dificil. Contamos también con el típico sistema de puntos de control intermedios, a alcanzar dentro de un límite de tiempo, el cual podremos aumentar impactando contra furgonetas violetas que aparecerán aleatoriamente en la ruta.
A nivel técnico nos encontramos con un gran trabajo tanto gráfico como sonoro, donde destacan la versión de Dreamcast, que demuestra que puede hacer correr el juego con un rendimiento muy similar al de la versión arcade. Las carreteras estadounidense están bien representadas con muchos detalles y todos los elementos se mueven con fluidez. En el control, es palpable la diferencia en la conducción del camión y cualquier otro juego de conducción, lo que igualaba prácticamente a todos los jugadores que se enfrentaban por primera vez al título.
Aunque la crítica fue bastante escéptica con el título, lo cierto es que el juego tuvo una buena acogida por parte del público y SEGA no tardaría en lanzar en 2001 una secuela bajo el título de The King of Route 66, existiendo también la correspondiente versión para PlayStation 2 que aparecería en 2003.
Wipeout es un videojuego de carreras y acción espaciales desarrollado y distribuido por
Nos encontramos en el año 2052 y una de las competiciones deportivas de más éxito de la época es la liga F3600 de carreras antigravitatorias. La competición cuenta con cuatro equipos diferentes con dos naves cada uno, teniendo distintas características de velocidad, giro o aceleración. La liga tiene siete carreras, donde seis de ellas se desarrollan en diferentes lugares de la Tierra y existe otra pista secreta situada en Marte.
En la competición en sí nos encotramos con el tipo juego de carreras en los que se compite por posición (aunque también existe la posibilidad de competiciones Time Trial), pero con las características especiales con las que se ha dotado a esta carrera futurista. Por un lado, en los propios circuitos nos encontraremos con zonas de aceleración y potenciación. Estos últimos nos servirán para coger diferentes power-ups: escudos, impulsores turbo, minas, olas de choque, cohetes y misiles.
Como indicamos al principio, el apartado técnico fue muy destacado, dando buena cuenta de las posibilidades 3D de la PlayStation. El diseño de las naves se encuentra basado en los diseños que Jim Bowers en el juego de estrategia Matrix Marauders publicado cinco años antes, que serían rescatados y reestilados por Nick Burcombe. En el apartado sonoro destaca una banda sonora dance de extraordinaria calidad y que llegaría a publicarse en CD para promocionar el juego.
Tras el éxito de la primera entrega, en 1996 se publicaría Wipeout 2097 donde se multiplicó el número de circuitos y vehículos, así como un salto técnico importante a pesar de ser solo un año después del primer lanzamiento. En 1998 la
MotoRace USA es un videojuego de carreras de motos desarrollado por la empresa japonesa
En MotoRace USA tomamos el papel de un motorista que participa en una competición que tiene como objetivo ser el primero en recorrer EEUU de costa a costa, en un concepto de juego que posteriormente sería rescatado por títulos como OutRun. De esta manera, el juego está dividido en cinco etapas donde pasaremos por Los Angeles, Las Vegas, Houston. St. Louis, Chicago y Nueva York. Nuestra competición será contra otros 89 vehículos, comenzando en Los Angeles en la 90ª posición y tendremos que ir adelantando coches hasta conseguir llegar a la primera posición antes de Nueva York.
Cada etapa está dividida en dos partes. En la primera, tendremos una visión a vista de pájaro donde tendremos que ir evitando a los coches contrarios, que tienen una conducción más que temeraria, e ir adelantándolos para conseguir avanzar en el ranking, evitando todos los obstáculos que nos encontremos en carrera.
En todo momento, tendremos que ir mirando el combustible ya que si se acaba, termina la partida. Dicho combustible decrece poco a poco en conducción normal y más bruscamente si colisionamos, pudiendo recuperarse en parte al recoger barriles.
En pleno nacimiento de los videojuegos, nos encontramos con un título que supondría uno de los pioneros en el subgénero de conducción en primera persona: Night Driver. De hecho, son muchos los que afirman que podría ser uno de los primeros títulos en primera persona, independientemente del hecho de que sea un juego de conducción.
En Night Driver tendremos que conducir un vehículo a toda velocidad en plena noche, teniendo que evitar, lógicamente, salirnos de los límites de la carretera (en versiones domésticas también nos encontraremos con otro tipo de obstáculos como coches en sentido contrario) y tratando de conseguir el mayor número de puntos antes de que se consuma el tiempo. En la versión arcade nos encontraremos con tres circuitos de dificultad creciente, definida por el número de curvas que nos encontraremos en el camino. En las versiones domésticas, además, se incluye un cuarto circuito «aleatorio» que supone un nuevo desafío, al no poder memorizarse el trazado.
Uno de los aspectos más destacados de Night Driver es cómo se solventaron las limitaciones técnicas propias del año 1976, primeramente emplazando el viaje a la noche, disculpando la ausencia de escenarios a causa de la oscuridad.
Según iba entrando la década de los 90, las compañías españolas iban entrando poco a poco en crisis e iban cayendo una a una, debido a sus problemas económicas y de adaptación a las nuevas tecnologías. De hecho, la década prácticamente solo la completaron
El planteamiento de Radikal Bikers es muy simple, somos un repartidor de pizza que tenemos que llevar nuestro pedido al destino antes que el repartidor de la pizzería rival, por lo que tendremos que hacer uso de una conducción con nuestra motocicleta algo más que temeraria. El juego se divide en el reparto de tres pizzas: Margarita (fácil), Caprichosa (medium) y Diabola (difícil). Ambos motoristas saldrán a la vez y consiguiendo llegar el primero, podremos escoger otro reparto.
Aparte de vencer finalmente al repartidor rival, tendremos que ir pasando una serie de checkpoints dentro de un tiempo establecido. La dificultad se basa principalmente en el caótico tráfico que domina la ciudad, por lo que tendremos que esquivarlo ya sea usando nuestra habilidad al manillar, usando trampolines o incluso atajando por callejones o edificios. Para nuestra ayuda, contaremos con una serie de items que podremos ir recogiendo en el camino: Turbo, Power Kick (que nos permitirá destruir vehículos a patadas durante un cierto periodo de tiempo), Extra Time y Extra Points.
La máquina era la típica «de pie», pero con un manillar incorporado para el control que se adaptaba perfectamente al juego y tenía una gran respuesta. Lo más destacable del juego a nivel técnico son los gráficos, realizados con mucho sentido del humor y con un gran rendimiento, a pesar de la increible cantidad de elementos en la pantalla que aparecen a gran velocidad. Por otro lado, el juego cuenta con una banda sonora muy simpática con un tema titulado Pizza Man y unos efectos sonoros también realizados con mucho humor.
Death Rally es un videojuego de desarrollado por Remedy, publicado por Apogee Software y distribuido por GT Interactive en 1996, de forma exclusiva para PC, aunque actualmente también está disponible para los dispositivos con iOS. En Mayo de 2009 sería relanzado de forma freeware. Death Rally es un título que mezcla los géneros de carreras de coches y acción, algo que estuvo muy de moda en la segunda mitad de los 90 con títulos como
Las carreras de Death Rally son de un caracter más especial, ya que tan importante es llegar en una buena posición como simplemente sobrevivir. En las carreras podremos disparar a nuestros oponentes y éstos pueden atacarnos a nosotros. También habrá diferentes elementos en pista que afectarán a nuestra conducción como minas, hongos alucinógenos, dinero extra e items que reparan nuestro vehículo de forma instantánea. También podremos conseguir algo de dinero extra si cumplimos la misión secundaria que se nos plantea antes de la competición.
Tras el final de cada carrera, pasaremos por el taller donde podremos invertir las ganancias en la reparación del vehículo, en mejorarlo o, incluso, plantearnos adquirir un coche de una categoría superior, con sus propias mejoras exclusivas. Según consigamos mejores vehículos, tendremos la capacidad de participar en carreras de categoría superior con mejores premios, hasta que podamos llegar al objetivo final de enfrentarnos a The Adversary, el mejor piloto de Death Rally que, además, cuenta con el vehículo mejor equipado.
Cabe destacar su perspectiva cenital, que ya había sido usada por títulos como
Moto Racer es un videojuego de motociclismo desarrollado por Delphine Software International y distribuido por
Moto Racer nos presenta una experiencia de conducción arcade, con la novedad de proporcionarnos pruebas tanto en circuitos de velocidad como de moto cross, lo cual le da una variedad que no tenían la mayoría de los títulos de motociclismo de la época. El juego nos presenta cuatro circuitos de forma inicial (Speed Bay, West Way, Snow Ride y Dirt Arena), pudiéndose desbloquear otros cuatros según se van consiguiendo logros en las distintas pruebas (Rock Forest, Lost Ruins, Great Wall y Red City). En su momento, además, los circuitos de Fun Fair y Sea of Sand, eran descargables desde la página oficial de Moto Racer (actualmente no disponible).
El título cuenta con tres modo de juego principales: Práctica, Carrera Individual y Campeonato. Como suele ser habitual en los juegos de conducción de tipo arcade, la clasificación en los distintos eventos son contrarreloj, teniendo que pasar por los distintos «checkpoints» antes de que se acabe el tiempo establecido. Será en el caso del modo Campeonato cuando además cobre importancia la posición en la que terminemos cada carrera. En lo que a multijugador se refiere, aparte del típico sistema de «pantalla dividida», existe la posibilidad de crear partidas de dos jugadores mediante LAN .
El control de Moto Racer se caracteriza por su gran sencillez, por lo que el dominio en el juego se hace de forma casi inmediata. Esto resulta especialmente positivo en las partidas multijugador, ya que facilita que el nivel de los distintos jugadores quede igualado. Probablemente por esto, aún hoy día sigue siendo popular entre los aficionados a los juegos en red. El otro punto a destacar en el juego son los gráficos, con unas animaciones espectacularmente fluidas y unos escenarios bastante detallados para lo que un juego arcade requiere, lo que nos da un resultado muy destacado en conjunto. Además el juego cuenta con un sistema de repeticiones desde distintos ángulos.
Tras el éxito de la primera entrega, en 1998 se lanzaría Moto Racer 2, un videojuego de corte similar pero que incluía nuevos circuitos, así como un editor para crear aún mas. En 2000 aparecería Moto Racer World Tour, título exclusivo para PlayStation con más circuitos y modos de juego, pero que fue criticado por eliminar el editor de niveles. Debido a la exclusividad del título anterior para la consola de Sony, al siguiente juego para PC se le daría el nombre de Moto Racer 3, título bastante criticado por la prensa pero popular entre el públcio por sus posibilidades multijugador (de hecho habría una «Gold Edition» en 2006). En 2002 llegaría a Nintendo con Moto Racer Advance y continuaría en 2008 con Moto Racer DS.