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Los Archivos Secretos de Sherlock Holmes: El Caso de la Rosa Tatuada (1996)

Tras Los Archivos Secretos de Sherlock Holmes: El Caso del Escalpelo Mellado en 1992, Electronic Arts volvió a confiar en Mythos Software para volver a lanzar una aventura gráfica basada en el conocido personaje de Sir Arthur Conan Doyle. A pesar de la dura competencia en el mundo de las aventuras gráficas a principios de los 90 con el dominio del binomio formado por Lucas Arts y Sierra, la primera entrega había tenido una buena acogida al plantear una aventura distintas a las lanzadas por las compañías dominantes.

No obstante, habían pasado cuatro años y el mundo del PC había evolucionado mucho, por lo que se requería un buen salto técnico en esta entrega, pero sin perder la esencia del exitoso título de 1992. De esta manera, en 1996 sale al mercado Los Archivos Secretos de Sherlock Holmes: El Caso de la Rosa Tatuada, un título continuista en la jugabilidad pero renovado a nivel técnico hacia una experiencia más multimedia.

El argumento nos lleva a octubre de 1889 cuando una explosión ocurre en el club Diógenes, provocando grandes daños materiales y dejando en estado grave a Mycroft Holmes, hermano de Sherlock Holmes. Esto provoca un estado depresivo al conocido detective que le deja sin interés alguno de hacer ninguna investigación, por lo que el doctor Watson decide empezar las pesquisas por sí mismo para encontrar una motivación que lleve a Holmes a la senda de la investigación.

Como hemos comentado al principio, la secuela es continuista en lo que a jugabilidad se refiere. Inicialmente manejamos al doctor Watson mientras no consigamos motivar a Holmes, al cual manejaremos a partir de ese momento. Estamos ante una aventura más basada en el desarrollo argumental que en la prueba y error de infinidad de objetos, más habitual en otras aventuras de la época. Así, se hace esencial agotar todas las posibilidades de diálogo con todos los personajes, ya que ciertas conversaciones desbloquean otras con el mismo o distinto personaje, provocando situaciones frustantes en alguna ocasión al saber lo que hay que hacer pero no poder hacerlo porque se nos pasó hablar de algún tema en concreto con cierto personaje.

Por lo demás, tendremos las acciones clásicas de mirar, usar, coger, hablar… aparte de otras que aparecerán ad-hoc para alguna acción en concreto. En todo momento podremos consultar la opinión del doctor Watson que, aunque no suele mojarse demasiado, alguna vez nos dará la clave para continuar. Además, Watson irá apuntando en su bloc de notas todas las conversaciones que tengamos por lo que podremos consultarlas en todo momento.

El salto técnico lo tenemos en dos vertientes y que requirió el uso del CD-Rom como soporte. Por un lado, los gráficos pasan a ser más realistas con personajes interpretados por actores reales sobre un croma y luego insertados en los escenarios. No obstante, los actores siempre son grabados desde una perspectiva general y no contaremos con los primeros planos que nos ofrecía la primera entrega con su estilo dibujado. Por otro lado, tenemos el doblaje del juego a distintos idiomas, entre ellos el castellano, con una calidad bastante alta para la media de los doblajes de videojuegos de la época.

El juego tuvo una acogida positiva por parte de la prensa pero sin grandes alardes y respecto a las ventas, probablemente se vio lastrado por su lanzamiento para MS-Dos en una época de transición hacia Windows como principal sistema operativo del mercado. Además, el género de las aventuras gráficas empezaba a acusar agotamiento, por lo que eran principalmente los títulos de Lucas Arts los que aguantaban el tirón. Este cúmulo de razones probablemente fue el que llevó a Electronic Arts a no continuar la saga y dejar de lago el género.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego.

Superman (1979)

Portada del juego

Como ya comentamos en el artículo sobre el videojuego arcade de Superman, el «Hombre de Acero» es probablemente el superhéroe por antonomasia de la historia del cómic y un icono por sí mismo de todo el medio pero que, por lo que sea, no ha terminado de cuajar en el mundo del videojuego. Las características propias del superhéroe que dificulta las mecánicas del videojuego, así como títulos especialmente fallidos como Superman 64, han hecho que el ocio electrónico se haya decantado por otros héroes como Batman o Spider-Man.

No obstante, estamos hablando de los inicios del videojuego y entonces parecía bastante lógico traer a Superman, ya que el estreno de la película protagonizada por Christopher Reeve y Marlon Brando estaba muy reciente, y desde Atari tenían bien claro que era un título estupendo para vender para su Atari 2600.

Los píxeles eran demasiado gordos como para hacer las gafas, así que sombrero.

Aún así, el argumento del videojuego no estaba directamente relacionado con la película y lo que hace es tirar de una serie de clichés sobre el personaje que pudiesen adaptarse a las capacidades de la Atari 2600. De esta manera, tenemos que realizar una serie de tareas: arreglar un puente que ha sido destruido, atrapar a Lex Luthor y sus secuaces, y finalmente, ir a una cabina de teléfonos para convertirnos en Clark Kente e ir al Daily Planet a informar.

De los múltiples poderes que posee Superman, en el videojuego quedan plasmados tres: fuerza, vuelo y rayos X. Nuestros poderes estarán en su máximo esplendor a menos que entremos en contacto con la kriptonita que nos dejan los enemigos. Si estamos bajo sus efectos, Superman no podrá volar y se moverá torpemente, a no ser que nos encontremos con Lois Lane y recibamos un beso que nos devuelva las fuerzas. El asunto es fácil, para llegar al Daily Planet hay que cruzar por el puente de marras, así que tendremos que buscar las piezas y reconstruir el puente. Además, tendremos que ir llevando a nuestros enemigos a la prisión que se encuentra en algún lugar de Metropolis.

Parece Spiderman con capa

Técnicamente hay que tener en cuenta que estamos hablando del año 79 por lo que no se podía pedir mucho más a la Atari 2600. Aún así tiene algunos elementos destacables, por un lado, es el primer videojuego de la videoconsola en incorporar la función de pausa al pulsar el botón select. Gráficamente destaca el amplio mapa con el que contaba el juego para lo habitual de la época, mientras que el sonido llegaba a ser realmente molesto. Como curiosidad hablaremos de un bizarro modo de dos jugadores, en el que uno de los participantes controlará los movimientos verticales y otro los horizontales, quedando claro que aún quedaba mucho por pulir sobre este modo de juego.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego: