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Afterlife (1996)

Con el mercado de las aventuras gráficas empezando a flaquear en la segunda mitad de la década de los 90, desde Lucas Arts empezaron a interesarse por otros géneros, lo que les llevó a esta incursión en la estrategia de gestión conocida como Afterlife. El trabajo fue dirigido por Michael Stemmle, que ya había trabajado en Indiana Jones & the Fate of Atlantis y Sam & Max: Hit the Road, siendo Afterlife su debut como director. La publicación del juego sería en 1996, existiendo versiones tanto para PC (igualmente funcional en MS-DOS y en Windows) como para Mac.

El título nos pone en el papel de un demiurgo que tiene la misión de construir un Cielo y un Infierno que funcione correctamente, con el objetivo de premiar y castigar a los distintos habitantes del planeta. Para ello tendremos que tomar buena nota de los pecados y de las buenas acciones que han ido acarreando cada uno de ellos. Como apoyo a nuestro trabajo, contaremos con la colaboración del ángel Aria y del demonio Jasper, que nos aconsejarán cuando no estemos actuando correctamente.

Cuando uno de los habitantes de nuestro planeta muere, éste se convierte en un alma y quedan a la espera de que le demos un destino. El número de almas que nos llegan dependerán del grado de avance tecnológico del planeta. Los pecados que han podido cometer se basan en los Siete Pecados Capitales (envídia, avaricia, gula, pereza, soberbia, ira y lujuria), a los que se les ha hecho corresponder Siete Virtudes (satisfacción, caridad, templanza, diligencia, humildad, pacifismo y castidad). Cada una de las almas también tendrán sus propias creencias, lo que influirá en el camino que seguirán a través de Afterlife (por ejemplo, consiguiendo una reencarnación).

El videojuego tiene un aspecto similar a los juegos de gestión tipo Sim City, donde tendremos que construir los distintos edificios para que nuestro Cielo e Infierno funcionen correctamente. De esta manera, construiremos Edificios de Destino para cada uno de los pecados y virtudes, centros de entrenamiento para preparar a nuestros futuros ángeles y demonios, estaciones de Karma para llevar a cabo las reencarnaciones, puertas para acceder al Cielo y al Infierno, bancos, puertos, etc… Esta similitud con el título de Maxis también es palpable en el aspecto gráfico y en la interfaz.

Como suele ser típico en este tipo de juegos, no existe un objetivo claro para ganar el juego, más allá de conseguir una estructura funcional. Por contra, si podemos encontrar situaciones en las que perderemos, como puede ser el Apocalipsis Nuclear (cuando el planeta supera en exceso la tecnología de nuestra estructura divina) o la llegada de Los Cuatro Surferos del Apocalipsis (cuando nuestras deudas se mantienen durante mucho tiempo. Como podéis ver, el sentido del humor y el sarcasmo está siempre presente en el videojuego, marca de la casa de Lucas Arts (por ejemplo, uno de los desastres es la aparición de un diablo bailarín al más puro estilo John Travolta) y el principal punto que diferencia al título de otros del género.

En este vídeo podéis ver el tutorial del juego:

The Settlers (1993)

Hoy toca revisar otro juego de estrategia, lanzado en 1993 para PC y Amiga. Se trata de The Settlers, desarrollado y distribuido por Blue Byte bajo diseño de Volker Wertich y que se enmarca dentro del género de la estrategia en tiempo real. Aunque no sería un superventas, si que marcaría ciertas pautas en su sistema de juego de forma pionera, que hoy son indispensables dentro del subgénero, como son la creación de campamentos y la recolección de recursos. De esta manera, el videojuego se centra más en la preparación de la batalla que en la batalla en sí, siendo un título que proporciona partidas muy largas que pueden llegar a una cantidad importante de horas de juego.

Para empezar una nueva partida, The Settlers nos da un par de opciones. Por un lado, podemos empezar un juego predefinido con un escenario concreto y unos contrincantes prefijados. La otra opción es definir un tamaño de escenario y elegir hasta tres contrincantes, para que el ordenador genere aleatoriamente una nueva partida, lo que nos da una infinidad de partidas diferentes.

Nada más empezar la partida, tendremos que elegir el emplazamiento de nuestro castillo. Éste hará las veces de almacén y refugio de nuestros súbditos. Poco a poco tendremos que ir colonizando nuestro alrededores hasta conseguir dominar todo el mapa. Para ello tendremos que ir recogiendo diferentes recursos como piedra, madera o comida, con la que podremos mantener a nuestra población y crear nuevas estructuras militares para poder expandir nuestros dominios, ocupándolas con nuestras unidades militares que, una vez preparadas y fortalecidas, podrán atacar territorio enemigo.

El control de juego se basa en una simplificación del «point & click», ya que no podremos controlar unidades de forma aislada, sino que tendremos que señalar zonas donde crear edificios o bien, lugares que queremos atacar con nuestro ejército. Por otro lado, tendremos que crear un sistema de transporte de recursos, de tal manera que definiremos las rutas de transportes, así como los recursos que serán prioritarios en el mismo. Por otro lado, destaca el sistema de profesiones que podremos asignar a nuestros súbditos y que derivará en el desarrollo de uno u otro campo. Como hemos indicado antes, The Settlers sería pionero en este sistema de juego que, posteriormente, sería explotado por títulos como Warcraft o Age of the Empires.

A nivel gráfico nos encontramos con un aspecto muy atractivo, sobre todo para lo que se podía esperar en un título de estrategia, así como un interesante vídeo introductorio. Los escenarios son verdaderamente extensos y variados, con diferentes elementos que definen el tipo de terreno. Los personajes, aunque de pequeño tamaño, se mueven con fluidez y tienen un diseño adecuado a la actividad que desempeñan. En este sentido, The Settlers también significaría un punto de inflexión dentro del género, cuyo apartado artístico sería cuidado en posteriores títulos.

Tras este primer título se iniciaría una larga saga, cuya primera secuela sería en 1996 con The Settlers II: Vini, vidi, vici, apareciendo también en Mac. En 1998, de forma exclusiva para PC se lanzaría The Settlers III y en 2001 The Settlers IV, también para PC. El salto al 3D vendría en 2005 con The Settlers: Heritage of Kings y en 2007 The Settlers: Rise of an empire. A finales de Marzo de 2010 tiene la fecha de salida The Settlers: Paths to a Kingdom.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Sid Meier’s Colonization (1994)

Si queremos asociar al mítico Sid Meier a un videojuego que no sea Civilization, probablemente el título que se nos venga a la cabeza sea el que vamos a analizar en esta ocasión. Sid Meier’s Colonization fue desarrollado y distribuido en 1994 por MicroProse para PC, Amiga y Mac. El proyecto se encontraba dirigido por el propio Sid Meier y por Brian Reynolds, conocido por el desarrollo de aventuras gráficas como The Return of the Phantom o Dragonsphere

El concepto de juego es similar a la gran obra de Sid Meier, sin embargo, tiene planteamientos distintos de inicio. Mientras que en Sid Meier’s Civilization tenemos que desarrollar una civilización desde cero, en el juego que hoy nos ocupa tendremos que, al servicio de la Corona, conseguir poder expandir el poder del Reino, lo que hace que este juego esté mucho más enfocado a la microgestión.

Como parece lógico, el inicio de Sid Meier’s Colonization se marca en 1492 con el descubrimiento de América. Inicialmente, tendremos que elegir entre una de las cuatro potencias europeas de la época: España, Francia, Inglaterra u Holanda. Cada una de estas naciones tendrán sus propias características que definirán la partida; por ejemplo, mientras que los holandeses son grandes comerciantes, los españoles basan su expansión en la conquista.

El juego en sí comienza con dos de nuestras unidades dispuestas a encaminarse al desconocido Nuevo Mundo. De esta manera, según las vayamos moviendo iremos descubriendo nuevas zonas del mapa, hasta encontrar tierra firme. Podremos desarrollar la partida sobre un mapa «real», o bien, definir las características del terreno para tener que descubrir un Nuevo Mundo aleatorio.

Los primeros objetivos será establecer contactos con los nativos (ya sea diplomáticamente o a base de repartir leña), y empezar a establecer rutas comerciales y políticas con nuestro Reino. Pero esto esconde un objetivo final, que será el de declararnos independientes de nuestro Reino (entre otras cosas, para no pagar tributos), preparándonos contra los posibles ataques de nuestro «ex-rey».

Como hemos comentado antes, el videojuego se enfoca en la microgestión, por lo que tendremos muchos factores diferentes que controlar, convirtiéndose en uno de los videojuegos de estrategia por turnos más profundos. Tendremos que encontrar un equilibrio entre los bienes que sacamos de los nativos y las comodidades que les damos, para evitar revueltas. De esta manera, no solo tendremos que crear unidades militares, sino también misioneros y sacerdotes que «convenzan» a los nativos de las bondades de sus nuevos gobernantes.

A nivel gráfico, no supone un salto muy grande respecto a Civilization, lo que hace que en su época estuviese un poco desfasado. Esta circunstancia está disimulada por la inclusión de ciertos elementos gráficos intermedios para explicar ciertas situaciones, pero en la parte principal del juego nos encontraremos con un escenario muy similar a su predecesor. A nivel sonoro, si nos encontramos con un producto superior, con una banda sonora de gran calidad, que ayuda excelentemente a la ambientación del título.

En este vídeo podéis ver como es el juego:

The Ancient Art of War (1984)

Hoy toca el turno al que, para muchos, es el primer videojuego de estrategia en tiempo real (RTS), si bien, su sistema de juego difiere un poco del concepto que tenemos actualmente. Se trata de The Ancient Art of War (en clara alusión al conocido libro de estrategia escrito por el chino Sun Tzu), desarrollado por Evryware y distribuido por Broderbund en 1984, supondría una revolución y hoy está considerado como un videojuego de culto, no solo por ser pionero en el subgénero, sino también por diversos elementos bizarros que hacen de The Ancient Art of War un título único. El videojuego sería lanzado para PC, Apple IIe, TRS-80, Mac y Amstrad CPC. Tras el éxito del juego, en 1987 se publicaría una secuela bajo el título de The Ancient Art of War at Sea.

En The Ancient Art of War no existe línea argumental, simplemente tomamos el rol de comandante en una lista de batallas. El catálogo de comandantes a elegir es totalmente bizarro, con personajes que mezclan épocas y realidad o ficción: Atenea, Napoleón, Gerónimo, Gengis Khan o el propio Sun Tzu son algunos de los curiosos personajes que podemos llegar a escoger.

En el desarrollo de cada batalla distinguiremos dos partes: la preparación de la misma y la batalla en sí. Primero tendremos que preparar nuestro ejército, el cual se compone de cuatro tipo de unidades: bárbaros (rápidos especialistas en el cuerpo a cuerpo), caballeros (lentos pero con un ataque potente), arqueros (lentos pero con ataque a distancia) y espías (muy rápidos, permiten ver a largas distancias pero son una inutilidad en la batalla). Existe una regla de poderes que indica que tipo de unidad vence a cual: los bárbaros matan a los arqueros, los caballeros a los bárbaros y los arqueros si están bien colocados matan a los dos y si están mal colocados son ellos los que morirán. Es por esto que cobra vital importancia. Una vez preparado nuestro ejército llega el momento de elegir batalla. Aparte de elegir el escenario, podremos definir una serie de parámetros como puede ser la agresividad de los poblados, inclemencias del terreno, etc… Cada una de las batallas tiene un comandante enemigo por defecto con su propio estilo, si bien podremos elegir otro cualquiera para así modular la dificultad del juego.

En la batalla en sí, nuestra misión será la de acabar con el enemigo y capturar sus banderas. Tendremos inicialmente una perspectiva cenital del escenario, con unos muñecos representando a las unidades. Dichas unidades podremos agruparlas y moverlas, teniendo siempre en cuenta sus niveles de cansancio y comida. Cada parte del terreno tiene unas características que tendrán efectos en las tropas (por ejemplo los bosques reducen la velocidad, pero también la visibilidad por parte del enemigo) y las aldeas nos proporcionarán víveres. Cuando dos unidades enemigas se encuentren, el videojuego cambiará de perspectiva y nos mostrará una vista lateral, donde podremos observar con detalle como se realiza el enfrentamiento y podremos dar instrucciones sobre el mismo.

A nivel técnico nos encontramos con un videojuego aparentemente limitado, pero con ciertos detalles destacados. A un apartado sonoro prácticamente inexistente, le acompañan unos gráficos que si bien son funcionales y simples en la vista general, destacan las animaciones en el detalle de las batallas (aunque con unos personajes demasiado simples). De todas maneras, el aspecto visual del juego carece de importancia, habiéndose dado mayor relevancia a una interfaz práctica.

Cannon Fodder (1993)

Cannon Fodder es el primer título de una saga bélica que debutaria en 1993 para Commodore Amiga, aunque terminaría viendo la luz también para 3DO, Acorn Archimedes, Amiga CD32, Atari Jaguar, Atari ST, Game Boy Color, PC, Mega Drive, Super NES y PlayStation Portable. El videojuego sería desarrollado por Sensible Software (padres del conocido Sensible Soccer) y distribuido por Virgin Play, si bien las versiones para dispositivos más modernos han sido creadas por Codemasters.

Cannon Fodder fue promocionado bajo el eslógan <<War has never been so much fun (La guerra nunca fue tan divertida)>>, y es que sus desarrolladores quisieron realizar un videojuego bélico pero con grandes dosis de humor, que caracterizarían a los dos títulos de la saga.

El videojuego mezcla la acción con la estrategia en tiempo real, dando como resultado un juego muy dinámico y enormemente divertido. Nos encargamos de un escuadrón formado hasta por ocho miembros divididos en tres grupos. Todos ellos cuentan con una ametralladora con munición infinita y tienen la posibilidad de recoger granadas y misiles en los escenarios de la batalla.

La clave de Cannon Fodder está en su simpleza, ya que las misiones serán del tipo «Acaba con todos los enemigos» o «No dejes ni un edificio en pie», sin decir ni quienes son estos enemigos ni porqué. No importa, lo importante es un sistema de juego con una inmediatez de diversión, con un control tan sencillo como es botón izquierdo moverse, botón derecho atacar. Eso no significa que podamos ir «a lo loco» y, sobre todo en misiones avanzadas, habra que hacer un poco de preestrategia antes de atacar, intentando evaluar los pros y contras de tomar una decisión u otra. Esto viene provocado por una inteligencia artificial muy bien implementada para la época de la que hablamos.

A nivel técnico tenemos que diferenciar dos campos. Por un lado, la presentación del videojuego cuenta con una canción muy cuidada por parte de Jon Hare (también diseñador del juego) y Richard Joseph (un clásico en el mundo de la música para videojuegos), todo esto acompañado por imágenes digitalizadas. A la hora de la acción, el apartado gráfico es más simple, pero enormemente funcional para el sistema de juego para el que ha sido desarrollado, dando una interfaz ideal para divertirse con el videojuego.

El juego vino sucedido por Cannon Fodder 2, publicado un año más tarde, muy similar a la primera entrega pero con el apartado gráfico y el sistema de juego más afinado. Paralelamente, de forma gratuita, se adjuntaría, junto al número de Navidad de ese año de la revista Amiga Format, dos niveles extra conocidos como Cannon Soccer, donde los guerreros protagonistas lucharán contra hordas de jugadores de Sensible Soccer. No sería la única relación con el título emblema de la compañía, ya que en la demo Sensible Soccer 92/93 Meets Bulldog Blighty se incluyó un modo en el que los jugadores son sustituidos por soldados, en homenaje al partido entre soldados alemanes e ingleses en 1914.

En este vídeo podeis ver como es el juego:

The Patrician (1993)

The Patrician sería el videojuego debut de Ascon, compañía que posteriormente se conocería como Ascaron y con títulos tan importantes como las sagas Port Royale o Sacred. Con The Patrician (lanzado para PC, Commodore Amiga y Atari ST), querían introducir en el mercado un videojuego de estrategia que estuviera más enfocado hacia los negocios que hacia temas militares. Sería una apuesta arriesgada, ya que en ese subgénero solo había destacado Sim City y no se sabía como iba a reaccionar el público ante un videojuego económico basado en la Edad Media. La respuesta, tanto del público como de la crítica, no podía ser más favorable y se iniciaría una de las sagas más importantes de este subgénero.

En The Patrician tomamos el papel de un joven mercader de 19 años que quiere hacer fortuna a base de negociar con los mercaderes de la Liga Hanseática, medrando tanto económica como políticamente. Para ello, iniciaremos el juego seleccionando nuestro nombre y la ciudad del norte europero que tomaremos como ciudad natal.

Como es de suponer, inicialmente careceremos del reconocimiento y el prestigio suficiente para poder hacer grandes negocios. Es por esto que tendremos que ir visitando las distintas ciudades y puertos para abrir rutas de comercio tanto de forma terrestre como marítima. Esto dependerá de nuestro rango (comenzaremos como mercader y podremos llegar a ser gobernador) y de nuestra reputación (empezando como inexperto y pudiendo encaminarnos hacia despiadado o extraordinario).

Nuestro prestigio dependerá en buen grado del nivel de reconocimiento que tengamos de la población, tanto nobles como villanos. De esta manera podremos aumentar nuestro prestigio organizando fiestas, construyendo edificios públicos. Aunque no basta con ser magnanimo, ya que podremos enriquecernos de forma rápida mediante la piratería y el contrabando.

El género del juego no exige un gran alarde técnico, aún así cuenta con un trabajo gráfico destacable. Unos escenarios muy completos nos van indicando lo que va ocurriendo en cada momento y, aunque son muy poco interactivos, representan fielmente la Europa de la época. Sobre todo en la versión de Amiga, es muy destacable la banda sonora, con una buena colección de melodías muy apropiadas para el argumento.

Aquí teneis una selección de su excelente banda sonora:

Worms (1994)

Nos encontramos a mediados de los 90, la mayoría de las compañías de videojuegos para ordenador pretenden sacar el videojuego tecnológicamente más avanzado y con los gráficos más espectaculares, aunque, para ello, sacrifiquen la jugabilidad. Y en medio de toda esta vorágine tecnológica aparece Team 17, compañía totalmente desconocida para todo aquel que no tuviese en sus manos un Commodore Amiga (para el que publicaron Alien Breed, Full Contact, Body Blows, y lanzan Worms, un juego simple, sin alardes tecnológicos, pero que resulta tremendamente divertido, convirtiéndose en poco tiempo en un auténtico superventas.

El padre de la criatura es Andy Davidson cuando participara en un concurso de programación con Blitz Basic organizado por una revista sobre el Commodore Amiga. Su creación sería Total Wormage (en clara referencia a Total Carnage y, aunque no ganó el concurso, Davidson lo enviaría a diversas compañías sin éxito. Finalmente, en la convención European Computer Trade Show, Davidson mostraría su creación en el stand de Team 17, donde rápidamente le ofrecieron la posibilidad de desarrollar y publicar el videojuego (con apoyo de Ocean Software en la distribución).

Worms es un videojuego de estrategia militar por turnos, pero con la peculiaridad de estar protagonizado por unos gusanos guerreros. Cada batalla estará compuesta por dos o más equipos, formados por cuatro gusanos cada uno, siendo el objetivo ser el último equipo en caer, teniendo al menos uno de nuestros gusanos como supervivientes. En cada turno le corresponderá el movimiento a uno de los gusanos, pudiéndo moverse y realizar un ataque (aunque algún arma como la escopeta permite dos ataques en un mismo turno).

El escenario podrá geerarse de forma aleatoria, basado en unas temáticas principales. De esta manera contamos con infinidad de niveles distintos que hacen que cada partida sea distinta. Estos escenarios pueden estar cerrados o abiertos. En el último caso, si el gusano sale por un lateral de la pantalla, por ejemplo como efecto de una explosión, terminará muriendo, evento que también ocurrirá si cae al agua. Los escenarios se ven afectados por el desarrollo de la batalla, modificándose su morfología como efecto de las distintas explosiones. Cuando un gusano muere en tierra, éste explotará pudiendo la onda expansiva afectar a la energía de otros gusanos (ya sean enemigos o amigos).

Para el ataque tendremos un amplio armamento (bazookas, escopetas, granadas, misiles teledirigidos…). así como diversos ataques cuerpo a cuerpo y elementos que nos servirán para evitar dificultades del terreno (cuerdas, paracaidas, teletransporte, etc…). Muchos de estos elementos estarán limitados o bloqueados, aunque podremos conseguirlos a través de «cajas sorpresa» que irán apareciendo aleatoriamente en diversos puntos del escenario. Cada arma tiene su propias peculiaridades en el uso, habiendo que tener en cuenta el efecto que el viento (indicado en una barra inferior) pueda tener sobre ellas.

Como ya hemos dicho, el apartado tecnológico no es para nada espectacular, con unos gráficos y un apatado sonoro muy simple. Tanto es así, que si obviamos los vídeos humorísticos que hacían las veces de intermedio, el viedojuego apenas ocupa 1 MB, a pesar de la gran variedad de escenarios que podía generar. En el desarrollo se le dió más importancia a la jugabilidad, lo cual se nota pues nos encontramos con uno de los videojuegos más adictivos de la época, en buena parte gracias a la facilidad para hacer partidas multijugador en un mismo ordenador.

El videojuego original sería publicado para Commodore Amiga, Amiga CD32, Apple Mac, PC, Mega Drive, Atari Jaguar, PlayStation, Sega Saturn, Super Nintendo y Game Boy. Como expansiones aparecerían Worms Reinforcements o Worms Plus (1995), Worms & Reinforcements United (1996) y Worms: The Director’s Cut (1997). La primera secuela llegaría en 1997 con Worms 2 donde se le dotaba al juego de un aspecto de dibujos animados y que tendría sus correspondientes expansiones: Worms Pinball (1999), Worms Armageddon (1999) y Worms World Party (2000). El salto a las tres dimensiones llegaría en 2002 con Worms Blast y se continuaria con Worms 3D (2003), Worms Forts: Under Siege (2004), Worms 4: Mayhem (2005), Worms XBLA (2007) y Worms: A Space Oddity (2008). Por último, existe una saga paralela con el sistema de juego tradicional para consolas portátiles, bajo el título de Worms: Open Warfare.

En este vídeo podeis ver como era el juego:

The Computer Edition of Risk: The World Conquest Game (1989)

Hablar de Risk es hablar de uno de los juegos de mesa más populares de todos los tiempos. Inventado por Albert Lamorisse en 1950 y adquirido por Parker Brothers en 1958, ha llenado las tardes de multitud de generaciones ansiosas de vencer a sus compañeros conquistando al mundo, basando su éxito en la mezcla de sencillez y profundidad. Su sistema de juego de estrategia por turnos facilita la adaptación fiel al mundo de los videojuegos y en 1989, Virgin Interactive lanzaría una de las adaptaciones más populares:The Computer Edition of Risk: The World Conquest Game.

No sería el primer intento de adaptar el famoso juego al mundo de los ordenadores. En 1985, Electronic Arts publicaría Lords of Conquest, un videojuego que se encontraba claramente basado en Risk pero que carecía de las licencias correspondientes. Un año más tarde aparecería una versión de Risk bajo el sello de la desconocida Panther Programs, compañía que, al parecer, estaba compuesta por un único programador que se dedicó a adaptar a los ordenadores personales diversos juegos de mesa y cartas. De hecho su acabado tiene un cierto toque «amateur», aunque respetaba las bases del juego original y terminaría teniendo su cierta popularidad apareciendo diversas traducciones a varios idiomas por parte de fans.

La versión que nos ocupa en esta ocasión contaba con más medios y un acabado profesional. Uno de los principales alicientes con los que cuenta es la posibilidad de organizar una partida para hasta seis jugadores humanos, por lo que podemos tener una experiencia similar que con el juego de mesa (sin tener que recoger las piezas luego). Dichos participantes pueden configurarse para ser manejados por la computadora y poder incluso jugar solo un jugador humano.

De todos es conocido lo largas que pueden ser las partidas de Risk, por lo que el juego implementa dos modalidades de juego: Completa y Corta. En la versión completa tendremos que conquistar el mundo y acabar con el resto de los oponentes. En la versión corta se podrá conseguir la victoria si realizamos el objetivo de una misión en concreto (conquistar X territorios, conquistar un continente, etc…).

Tecnológicamente el videojuego es bastante simple aunque tampoco el sistema de videojuego requiere mucho más. De la calidad de gráficos y sonido depende mucho de la máquina en la que corra, ya que había bastantes diferencias de diseño. The Computer Edition of Risk: The World Conquest Game fue publicado para PC, Commodore Amiga, Atari ST, Apple II y Commodore 64, habiendo una revisión en 1991 para Windows 3.1, ganando claramente las versiones de 16 bits.

Obviando la revisión para Windows ya comentada, el siguiente juego licenciado se haría esperar. Antes aparecería en 1992 Conquest, un clon que utilizaba las mismas reglas. La primera secuela real vendría en 1996 con RISK: The Game of Global Domination publicado por Hasbro Interactive (compañía que adquiría los derechos del juego de tablero) para PC y PlayStation. En exclusiva para Windows aparecería en 2000 Risk II al que seguiría en 2002 Risk Gold Edition. La última secuela hasta la fecha, aparte de versiones para juego onlines, sería RISK: Global Domination para PS2.

Space Crusade (1992)

El origen Space Crusade está en un juego de mesa homónimo creado por Game Workshop y distribuido por MB (en los paises hispanohablantes bajo el nombre de Cruzada Estelar). Dicho juego de mesa era una forma de acercamiento de los juegos de rol al gran público, con una reglamentación más «light» y un aspecto más cercano a los juegos de mesa tradicionales. Este tipo de juegos tuvieron una buena acogida del público a principios de los 90 (otro gran ejemplo sería Hero Quest), por lo que desde Gremlin Graphics se decidieron a hacerse con la licencia y publicar el videojuego correspondiente.

En Space Crusade tomamos el control de un escuadrón de marines espaciales, que se verá envuelto en la lucha contra otros escuadrones y alienígenas. Podremos elegir entre los Ultramarines (escuadrón azul), los Blood Angels (rojo) y los Imperial Fist (amarillo). Al ser un videojuego de estrategia por turnos, pemitía hasta tres jugadores humanos, cada uno con uno de esos escuadrones.

Una vez elegido nuestro escuadrón, lo euqiparemos de armas y escogemos la misión correspondiente. El movimiento de los personajes se realiza mediante una perspectiva aérea en 2D, donde el comandante irá dando ordenes a su equipo. Dependiendo del nivel de dicho comandante, mayor será el número de órdenes que podrá dar en su turno. Este nivel se aumenta según vayamos consiguiendo misiones e influirá también en la cantidad de armamento que podamos cargar.

Space Crusade es muy fiel al juego de tablero original, lo que lo convierte en un título con un nivel de dificultad y profundidad por encima de la media. Esto lo hacía un videojuego ideal para los fanáticos del juego de mesa, pero un poco complejo para el jugador medio al que le costaba hacerse con la mecánica. Gráficamente no es un juego destacado, pero si bastante funcional para el sistema de juego, destacando la vista isométrica para los momentos de batalla. Space Crusade sería lanzado para PC, Amiga, Atari ST, Commodore 64 y Amstrad CPC, teniendo una única expansión con nuevas misiones titulada The Voyage Beyond.

En este vídeo podeis ver como era el juego:

Laser Squad (1988)

Laser Squad es un interesante videojuego de estrategia por turnos que fue lanzado en 1988, en una época y para una máquinas que no solían tener demasiados títulos de este género. Laser Squads está distribuido por Blade Software y desarrollado por Target Games con la capitanía de Julian Gollop, todo un especialista del género, que cuenta en su currículo con títulos como Lord of Chaos o Nebula. Con este título Julian Gollop se basaba en su saga Rebelstar para seguir investigando en el género y darle nuevas vueltas de tuerca.

El videojuego original contaba con cinco misiones, si bien en las versiones de ocho bits se editaron expasiones que incluían dos nuevos escenarios. Dichas misiones estaban ambientadas en un mundo futurista de ciencia ficción, con diversos argumentos para cada una. The Assassins, donde tendremos que asesinar al fabricante de armas Sterner Regnis ; Moon Base Assault, donde atacaremos una base lunar de la Omni Corporation para destruir sus bases de datos; Rescue From The Mines, donde tendremos que rescatar a tres compañeros; The Cyber Hordes, donde tendremos que defender la estación rebelde; Paradise Valley, donde tendremos que escapar de zonas coloniales; The Stardrive, donde tendremos que acabar con un grupo de mercenarios que trabajan para nuestros enemigos; Laser Platoon, todo un autentico todos-contra-todos.

Como ya hemos comentado, Laser Squad utiliza el método de la estrategia por turnos. De esta manera, en cada turno, podríamos utilizar nuestras topas asignandole una acción: mover, girar, disparar, coger y, en algunos momentos, hacer uso de los puntos de acción de cada unidad. El gran componente táctico del juego hace esencial el hacer una buena selección del armamento al principio de la partida. Laser Squads añadía como nuevo concepto la moral de la tropa, de tal manera que si perdíamos una unidad, otra cercana podría asustarse y huir. El videojuego también implementaba un modo 2 jugadores bajo el método de «rey de la pista».

La calidad gráfica dependía mucho de la potencia de la máquina en la que corriera, sobre todo si tenemos en cuenta que la versión de PC salió cinco años más tarde que la original, por lo que su diseño es muy superior. Aún así, solo afectaba al colorido y a componentes estéticos, ya que funcionalmente las distintas versiones eran prácticamente idénticas, ya que el subgénero de la estrategia por turnos equilibra las posibles diferencias técnicas. En el aspecto sonoro, solo era destacable como era habitual la versión de Amiga, ya que en el resto resultaba hasta molesto.

Laser Squad fue lanzado en 1988 para ZX Spectrum y Commodore 64, en 1989 saldrían las versiones para Atari ST, Amstrad CPC y Commodore Amiga, y, en 1992, la de PC. Gollop crearía posteriormente la saga X-COM con muchas influencias de Laser Squad pero, realmente, la secuela llegaría en 2002 con el lanzamiento de Laser Squad Nemesis donde, basándose en el mismo sistema de juego, nos planteaba un videojuego con perspectiva isométrica.

En este vídeo podeis ver como era el juego:

Y en este, Laser Squad Nemesis: