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Galería de los Horrores V: Street Fighter The Movie

Que se produzcan videojuegos basados en películas ha sido una práctica habitual desde el inicio de la historia del ocio electrónico y que se realicen películas basados en videojuegos también se ha popularizado desde la década de los 90. Pero el caso que revisamos hoy es aún más rocambolesco, por lo que ya iba ganando puntos de inicio para entrar en nuestra particular Galería de los Horrores, lo cual se confirmaría por lo deficitario del juego en sí.

En 1991 Capcom publicaría Street Fighter II, un título que revolucionaría el género de lucha y que se convertiría en uno de los videojuegos más influyentes de todos los tiempos. Tal sería la popularidad del título que en 1994, cuando todavía no era tan habitual las adaptaciones de los videojuegos, se estrenaría una película con Jean-Claude Van Damme, Kylie Minogue y Raul Juliá como protagonistas. Aunque la película era mediocre, tuvo una acogida aceptable en taquilla y aquí vendría la vuelta de tuerca, ya que Capcom publicaría el videojuego basado en la película basada en el videojuego, Street Fighter: The Movie, desarrollado por Incredible Technologies.

El juego aparecería originalmente para máquinas recreativas y, posteriormente, para PlayStation y SEGA Saturn, en este caso desarrollados por la propia Capcom. Básicamente, la esencia del juego es la misma que el original pero con los personajes interpretados por los propios actores de la película y posteriormente digitalizados para el juego. Para estas capturas se contaron con los propios actores de la película a excepción de Raul Juliá, que cuando se desarrolló el videojuego ya había fallecido y fue sustituido por Darko Tuscan, apareciendo el actor original solamente en la pantalla de seleccióin.

Street Fighter: The Movie contaba también con los mismos controles, movimientos y combos principales que el juego original; sin embargo, se incluyeron algunas novedades como la posibilidad de realizar golpes en caida, golpes especiales con la barra de vida baja e incluso combos que permiten recuperar parte de la vida.

A la vista de estas novedades y del esfuerzo tecnológico aplicado, todo parecía indicar que la idea no era mala, e incluso visualmente tenía un gran aspecto dentro de los videojuegos de lucha en 2D. Sin embargo la cosa variaba a la hora de ponerese a los mandos, ya que la implementación del juego dejaba bastante que desear. Lo peligroso de copiar uno a uno todos los combos originales está en que todo el mundo esperaba que el control fuera tan fluido y bueno como en el título de 1991, pero no era así ni por asomo. El control no respondía de inmediato y, aunque los personajes estaban digitalizados de forma realista, al intentar que hicieran los movimientos exactamente igual que en el videojuego real, quedaba algo raro y ridículo. Por otro lado, aunque la película tuvo una taquilla aceptables, los fans del juego terminaron decepcionados por la misma y no le sirvió de estímulo para hacerse con el videojuego. Tanto es así, que la propia Capcom reniega del título.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Star Control (1990)

Star Control es un videojuego de ciencia ficción desarrollado por Toys for Bob y con distribución de Accolade, que se lanzaría en 1990 para Commodore Amiga, Amstrad CPC, Commodore 64, PC, SEGA Mega Drive y ZX Spectrum.

El título se basaba en el concepto de Spacewar!, un videojuego experimental de 1962 que fue implementado en un PDP-1 por Steve «Slug» Russell, Martin «Shag» Graetz y Wayne Witaenem en el Massachusetts Institute of Technology, donde había dos naves intentándose destruir mutuamente. Este concepto fue rescatado y se le añadió una profundida estratégica que daría como resultado Star Control. Aunque en su momento no sería un superventas, si tuvo una legión de seguidores de fieles que lo han convertido en un título de culto (incluso se ha escrito una novela basada en la franquicia).

El juego cuenta con dos modos de juego principales: Melee y Full Game. En Melee se rescata el espíritu de Spacewar! en el que se hacen combates entre dos naves, a elegir entre las distintas opciones de los dos bandos, la Alianza, y la Jerarquía Ur-Quan. Cada nave tiene sus características propias de manejo y tipo de proyectil, cambiando totalmente la experiencia de juego en las distintas combinaciones de contendientes. Los combates son de corta duración, por lo que se convertiría en un juego ideal para jugar en grupo, en batallas a dos jugadores.

Esto vendría complementado en el modo Full Game con el componente estratégico. Existen diversas misiones con pequeños argumentos pero que básicamente consistirán en tomar el control un sistema solar a base de colonizar planetas y enfrentarse a otras naves que están pretendiendo hacer lo mismo. Aunque su sistema de juego estratégico hoy en día está muy superado, en su momento fue bastante original, sobre todo por su aplicación dentro de la temática de ciencia-ficción.

En las batallas el apartado gráfico respeta el estilo del juego en el que se inspira, siendo realmente simple, con un sistema de zoom para centrarse en la acción muy primitivo pero efectivo. También tendremos unos indicadores de combustible y resistencia de la nave, así como una imagen del tripulante y sus reacciones a las distintas incidencias de la confrontación. En la parte estratégica tendremos un mapa conceptual pseudotridimensional, que servirá para movernos entre los distintos planetas.

Tras el lanzamiento de la primera entrega, en 1992 se lanzaría en Star Control II: The Ur-Quan Masters, con un sistema de juego muy similar, pero aprovechando la mejora tecnológica. La tercera entrega llegaría en 1996 con Star Control 3. Esta terminaría siendo la última entrega hasta la fecha, a pesar de que hubo un proyecto conocido como StarCon, aplicando el concepto de la saga a las tres dimensiones pero que sería finalmente cancelado.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Pro Pinball: The Web (1995)

Antes de la irrupción de los videojuegos, durante la segunda mitad del siglo XX, uno de los entretenimientos más populares serían los pinball, flipper, petacos, máquinas del millón o uno de los múltiples nombres que recibiría según el lugar geográfico. Desde los inicios de los videojuegos, han sido múltiples los títulos que han simulado el juego de este tipo de máquinas, adaptándolo a los distintos hardwares de cada época. Sin embargo, a mediados de los 90, Cunning Developments intentaría dar un paso más iniciando una saga de videojuegos que fueran una simulación 1:1 de un pinball real. La primera entrega del proyecto sería Pro Pinball: The Web y el diseño del mismo sería obra de Adrian Barritt, contando con la distribución de Empire Interactive, existiendo versiones para PC, SEGA Saturn, PlayStation y Mac.

Al contrario que muchos títulos del subgénero, Pro Pinball: The Web tan solo incluía una máquina (lo normal es que aparecieran varias a elegir o que se pudieran desbloquear. Esto fue el principal bastión de las críticas al título en su momento pero, por contra, Pro Pinball: The Web ofrecia una experiencia interactiva como no se había visto antes en un videojuego de pinball.

The Web es un pinball de tres flippers, con multitud de trampillas, rampas y zonas de bonus. Según vayamos jugando se irán desbloqueando misiones, que requerirán de impactar con ciertos elementos en un determinado orden o realizar diversos minijuegos. Una vez que se completan las cinco misiones existentes, nos tendremos que enfrentar a Dark Queen, la antagonista del juego, en una misión final.

Como hemos comentado, el principal valor de Pro Pinball: The Web se encuentra en el alto realismo que posee. Para la parte visual se utilizaron gráficos pre-renderizados a partir de un modelo 3D que da un aspecto increible para las fechas que hablamos (permitía resoluciones de 1024×768 con 32.768 colores). Pero más allá de los gráficos, el juego destaca por un concienzudo estudio de las físicas del comportamiento de la bola a la hora de impactar con los distintos elementos. También, para evitar falta de realismo, se eliminó la posibilidad d eotod tipo de trucos o animación de las que solían ser típicas en los videojuegos del subgénero. El apartado técnico se completa con una buena banda sonora con calidad CD.

A pesar de la arriesgada propuesta, el título funcionó bastante bien y apostaron por seguir con la franquicia. En 1997 aparecería la segunda máquina bajo el título de Pro Pinball: Timeshock!. En 1999 habría un doble lanzamiento: Pro Pinball: Big Race USA y Pro Pinball: Fantastic Journey. En 2000 se reunirían los cuatro títulos en un pack bajo el título de Gamefest: Pinball Classics y en 2001 habría otra compilación en la que faltaría la primera entrega y que se titularía Pro Pinball: Trilogy.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

GP Rider (1990)

Siguiendo la estela del éxito de la saga Hang-On, SEGA continuaría la temática del motociclismo para un nuevo videojuego, GP Rider. El título llegaría a los salones recreativos en 1990, siendo desarrollado por el equipo especializado Sega-AM2 y tendría una buena aceptación por parte del público. De esta manera, SEGA también publicaría en 1992 una versión para Master System y en 1994 para Game Gear (curiosamente no se publicaría para Mega Drive, a pesar de que era la consola abanderada de la compañia japonesa por aquellas fechas).

En GP Rider nos encontramos el típico juego de carreras arcade que tan bien ha sabido explotar SEGA. Inicialmente tendremos que elegir entre usar una moto con cambio automático o manual, lo que definirá en buena medida la dificultad y precisión de conducción en la partida. Tras esto comenzaremos inmediatamente con la primera carrera, en la que tendremos que luchar en dos frentes: la posición que obtengamos en la carrera y el tiempo que se nos da para pasar por los diferentes puntos de control. Recibiremos puntos y segundos extras dependiendo de la posición en la que crucemos la línea de meta en cada vuelta. Consiguiendo superar cierta barrera de puntos podremos acceder al siguiente circuito (los circuitos eran los del campeonato mundial de motociclismo de 1989).

En las versiones de 8 bits contamos con una vuelta de calificación para definir la pole y se simplifica el sistema de puntuación, dependiendo el desbloqueo de la siguiente carrera de la posición obtenida. En el caso de Master System, tendremos permanentemente la pantalla dividida en dos, independientemente de que juguemos en modo de dos jugadores o no. En el caso de que solo juegue un corredor humano, su parte de la pantalla representará uno de los competidores controlados por la máquina.

Como es natural, los gráficos distan mucho desde la versión arcade hasta las de 8 bits, pero tienen como denominador común una sensación de velocidad muy conseguida. En la versión arcade se ve una gran mejora respecto a la saga Hang-On, con un trabajo más fino en las animaciones y un efecto muy realista de tridimensionalidad, que sorprende para ser de los albores de la década de los 90. Las versiones de 8 bits también se posicionaría en un lugar muy destacado técnicamente respecto al catálogo de las respectivas consolas.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego arcade:

Y en este la versión de Master System:

Sky Kid (1985)

Sky Kid es un videojuego desarrollado y publicado por Namco en 1985. Se trata de un shooter de scrolling horizontal, que Namco implemento en el mismo hardware que Pac-Land, pero que es un hito dentro de la compañía al ser el primer título de Namco que permitía la participación de dos jugadores humanos de forma simultánea. Aunque el juego no fue especialmente exitoso (sonbre todo en Estados Unidos), contaría con una conversión para Nintendo Entertainment System en 1986, distribuido por Sunsoft. Ese mismo año aparecería la única secuela del juego bajo el título de Sky Kid Deluxe. Actualmente podemos encontrar el juego en el servicio Virtual Console de Nintendo Wii, tanto en su versión arcade como en la de NES.

En Sky Kids manejamos un avión del estilo de la Primera Guerra Mundial, pilotados por «Red Baron» y «Blue Max» (correspondiente a cada uno de los posibles jugadores). En cada misión tendremos un patrón parecido: aterrizaje, realización del objetivo y aterrizaje en la zona indicada. El objetivo será bombardear cierto objetivo que se nos indicará antes de inciar la fase pero, por desgracia, no tendremos de inicio la bomba para realizar dicha misión y antes tendremos que recogerla de algún lugar del escenario.

Para hacernos fracasar nos encontraremos con todo un ejército dispuesto a derribarnos por tierra, mar y aire, que no dudarán en cosernos a tiros, incluyendo el propio objetivo. Acabar con dichos enemigos no es obligatorio, pero facilitará nuestra labor y al final del nivel se nos premiará con medallas que aumentarán nuestra puntuación. Otro punto a tener en cuenta es aterrizar en la zona indicada, ya que si nos pasamos nos quedaremos sin combustible y terminaremos estrellándonos. En cualquier caso, ya sea derribado por el enemigo, como por el combustible, si perdemos una vida tendremos que reiniciar la misión desde el principio.

Sky Kid cuenta con un acabado técnico caricaturesco que marca un cambio de tendencia de la compañía nipona tras la crisis del videojuego y que marcaría la línea de sus productos siguientes. Los gráficos son simples, pero bastante agradables, con unos escenarios bastante esquemáticos, pero que facilita la aparición de un gran número de elementos en la pantalla moviéndose con total fluidez. La banda sonora también va en la misma línea, recordándonos a alguna serie de dibujos animados clásica y complementada con un catálogo de efectos sonoros limitado pero efectivo.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

A Toda Máquina XXV: Apple Bandai Pippin

Actualmente la marca Apple la solemos asociar con productos exitosos como iPod, iPhone o iMac, pero la compañia de la manzana también tiene algunos fracasos en su haber y la consola que vamos a recordar hoy es un buen ejemplo de esto. Estamos a mediados de los 90 y el mercado de los videojuegos está en plena ebullición con el salto de generación de consolas, empezando la batalla entre la SEGA Saturn, la Sony PlayStation y Nintendo 64.

Apple quería meter la cabeza en un mercado tan floreciente y se puso a diseñar la Apple Pippin, con la idea de licenciarla y que otra compañía se encargara de su distribución. Como el mercado estaba ya algo saturado, la idea era crear un híbrido entre consola y ordenador, que resultara sensiblemente más barato que los ordenadores de la época, pero con una gran capacidad multimedia basada en el potencial del CD (es decir, un concepto que se acerca más a las consolas actuales que a las de su época). Aparte de, evidentemente, su capacidad como consola para videojuegos, la Pippin era capaz de reproducir música, vídeo e incluso conectarse a Internet, ya que contaba con un Mac OS limitado muy similar al de los ordenadores de la compañía de la época.

Apple no pretendía distribuir el producto, sino vender la licencia a otra compañía que lo fabricara y distribuyera (en un modelo de negocio similar al de la 3DO). La única licencia fue adquirida por Bandai, que lanzaría la consola en Japón en 1995 y en EEUU en 1996. A pesar del gran potencial como ordenador que tenía la Pippin, fue comercializada como consola de videojuegos, lo que provocó que su precio de 599 dólares (muy económico si pensamos desde el punto de vista de los ordenadores) resultara excesivamente caro para el mercado de las videoconsolas y la Pippin fracasó estrepitosamente, dejándose de fabricar en 1997 con apenas 42.000 unidades vendidas.

La Pippin contenía un procesador PowerPC 603e a 66 MHz, un módem de 14400 bps y un reproductor de CD de 4x. El sistema gráfico compartía los 5 MB de memoria con el sitema, teniendo salidas de NTSC, PAL e incluso una VGA que permitía conectar la consola a un monitor estandar. Contaba además con un sistema de audio de 16 bits a 44 MHz. Otro punto destacado fue la cantidad de accesorios y periféricos con los que contó a pesar de su corta vida: extensión de disquetera, teclado, modem externo, adaptadores para Mac, etc…

Respecto a los videojuegos, es cierto que su corta vida hizo que no contara con un catálogo de videojuegos muy amplio, pero no es tan corto como se llega a comentar en muchos foros de Internet. En Japón se llegaron a publicar cerca de 80 títulos, la mayoría muy localizados en el país nipón y con algunas licencias de la propia Bandai (en especial Dragon Ball). La producción fue más discreta al saltar a EEUU, con tan solo 18 títulos, sin contar los seis que acompañaban a la consola.

En este vídeo podéis ver cómo es la consola:

Cobra Mission: Panic in Cobra City (1991)

El título que hoy nos ocupa no destaca especialmente por su calidad, pero tiene una gran relevancia al ser pionero en su subgénero, ya que aunque no fue el primer videojuego hentai (anime de estilo japonés con contenido erótico y pornográfico), sí sería el primero que tendría una traducción al inglés para dar el salto desde Japón al mundo occidental.

Cobra Mission: Panic in Cobra City sería desarrollado para PC por la compañía nipona Inos, siendo lanzado en Japón el 21 de Octubre de 1991, no llegando a Norteamérica y Europa hasta un año después, bajo la distribución de Megatech Software, compañía especializada en publicar en occidente material anime.

La acción nos sitúa en una isla ficticia cercana a la costa de Florida conocida como Cobra, donde habita JR, el protagonista al que encarnaremos. La historia comienza con JR espiando a unas chicas en una playa nudista, lo que provoca que sea atacado por unos matones a los que consigue vencer con su pistola. Acto seguido se encuentra con Faythe Watson, su gran amor del instituto, que le comenta que hay muchas chicas que están desapareciendo en la isla y que todo parece indicar que es obra del entramado mafioso de Kaiser. JR se pondrá manos a la obta para conseguir resolver el misterio.

Cobra Mission: Panic in Cobra City nos presenta el típico sistema de juego de los títulos nipones, con su sistema de niveles y puntos de experiencia, pero con las singularidades de su argumento. Tendremos un mapa general y cenital de la isla para poder desplazarnos a las distintas ubicaciones. Cuando no enfrentemos a un enemigo, la pantalla cambia, dándonos un primer plano del mismo con sus características y una serie de opciones para seleccionar las distintas acciones, que podremos escoger haciendo uso del ratón. Esta mecánica no solo se aplica con los enemigos, sino también en las escenas de sexo, donde las opciones cambiarán y nos indicarán como interactuar con la chica que estemos en ese momento.

A nivel técnico nos encontramos con un juego bastante obsoleto para su época, dejando bien claro que es el componente erótico y morboso la clave del juego (y finalmente de su éxito). Los gráficos nos muestran imágenes muy estáticas con el típico estilo anime, pero ni siquiera destaca en este aspecto, siendo bastante simple. El sonido también es bastante pobre y con una banda sonora olvidable.

A pesar de sus carencias, el título tendría un buen resultado en el mercado, ya que hay que tener en cuenta que en el caso de EEUU se trataba del primer título encajado en el género de «eroge» y que abriría la veda en ese mercado para este tipo de productos. Fue más importante su impacto en dicha zona que incluso su componente erótico, bastante light si lo vemos con perspectiva ahora.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Ridge Racer (1993)

Ridge Racer es un videojuego de carreras desarrollado por Namco en 1993 para su máquina arcade Namco System 22. Su debut sería en Japón el 7 de Octubre de 1993, llegando al resto del planeta el 17 de Enero de 1994. Aunque el título en particular y la saga en general, tuvo su importancia en el mundo de los salones recreativos, una de las claves del éxito de la serie radica en la alta calidad de sus conversiones domésticas, estando muy ligado a los lanzamientos de las diferentes versiones de PlayStation. De hecho, dicha versión para la consola de Sony le valió el Best Driving Game de 1995 que concedía Electronic Gaming Monthly.

El juego cuenta con cuatro pruebas distintas a realizar («Beginner», «Mid-Level», «High-Level» y»Time Trial»), con sus correspondientes circuitos y variaciones al realizarse también en sentido opuesto. A medida que vamos avanzando en pruebas más altas, los circuitos serán más largos y más técnicos, así como una dificultad más elevada por la inteligencia artificial de los oponentes. En la última, además, nos enfrentaremos al vehículo conocido como «Devil 13th Racing», excepcionalmente rápido y difícil.

Podremos elegir entre cuatro de los doce coches que participan en el juego (podremos desbloquear los otros en la versión doméstica al acabar con todos los enemigos de la miniversión del Galaxian de la pantalla de carga. Por otro lado, podremos elegir entre la transmisión automática o manual, siendo está más precisa pero más complicada de manejar.

Lo más espectacular en su momento es el aspecto visual con el que contaba Ridge Racer con un entorno totalmente tridimensional y una velocidad endiablada. Ese dinamismo se conseguiría a base de simplificar los escenarios, pero es una traba que se agradece viendo el resultado de la sensación de velocidad final. Todo esto acompañado con una banda sonora trepidante nos da uno de los juegos de carreras más importantes del primer lustro de la década de los 90.

Tras este lanzamiento (y casi simultáneamente) aparecería Ridge Racer Full Scale con cabinas para dos jugadores y Ridge Racer: 3 Screen Edition con un efecto periférico con tres pantallas. Para PlayStation aparecería en 1995 Ridge Racer Revolution y en 1996 Rage Racer. Una nueva versión del original aparecería en 1999 bajo el título de R4 Ridge Racer Type 4. En PS2 debutaría en 2000 con Ridge Racer V, saliendo ese mismo año Ridge Racer 64 para Nintendo 64. En 2004 aparecerían versiones del juego para PSP y Nintendo DS. En 2005 se lanzaría Ridge Racer 6 para XBox 360 y en 2006 Ridge Racer 7 para PS3.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego: