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Depthcharge (1977)

La «prehistoria» de los videojuegos va más allá de Pong, Space Invaders o Donkey Kong. Muchos títulos con menos relevancia histórica son esenciales a la hora de entender la evolución en las mecánicas y los conceptos en los videojuegos. Un buen ejemplo es el juego que hoy nos ocupa: Depthcharge. Un título cuyos clones y evoluciones han tenido más relevancia que el videojuego original pero que, evidentemente, no se pueden entender sin este.

Depthcharge vio la luz en septiembre de 1977 de la mano de la compañía estadounidense Gremlin Industries y, aunque hoy en día sea un título semidesconocido, lo cierto es que llegó a publicarse incluso en Japón bajo el título de Sub Hunter con la distribución de Taito.

Se trata de un shooter en 2D donde tomamos los mandos de un destructor que se encuentra en alta mar y que tiene como misión acabar con los submarinos enemigos. Para esto hará uso de las cargas de profundidad que dan título al videojuego. Las cargas de profundidad son unas armas antisubmarinas en las que un objeto cilíndrico lleno de explosivos es lanzado al mar y tiene un detonador hidráulico para que estalle a una profundidad determinada. Este tipo de arma fue muy utilizada en la Segunda Guerra Mundial aunque, irónicamente, dicha guerra sirvió para demostrar que no era especialmente efectiva ante tripulaciones experimentadas.

Volviendo al juego, podremos mover el destructor horizontalmente y lanzar cargas tanto al lado izquierdo como al lado derecho. La clave va a estar en el cálculo del timing desde el momento que se lanza la carga hasta el punto en el que se va a cruzar con los submarinos, teniendo en cuenta que estos no van a la misma velocidad ni se encuentran a la misma profundidad. Por otro lado, el desplazamiento del destructor también nos servirá para esquivar las minas que van lanzando los submarinos.

Además, tenemos un elemento de juego muy habitual en los videojuegos de la época y que terminó desapareciendo con el paso de los años: el tiempo de partida. Depthcharge nos permite jugar durante 90 segundos, un tiempo limitado que solo podrá ser aumentado en otros 45 si conseguimos acumular 500 puntos. La puntuación viene definida por la profundidad de cada submarino y viene señalada en el casco del mismo. Para colmo de males, tampoco podemos tirar cargas a lo loco ya que estas son limitadas, ya que requieren un tiempo de carga, teniendo en cuenta de que contamos con un máximo de seis cargas simultáneas cargadas.

Técnicamente, teniendo en cuenta que estamos hablando de 1977, el videojuego luce estupendamente. A pesar de la sencillez gráfica, tanto el destructor como los submarinos son totalmente reconocibles. Las físicas de las cargas están lo suficientemente bien implementadas como para dar la sensación de que realmente están atravesando el agua. Por último, cabe destacar el apartado sonoro, sencillo pero efectivo, en el que tendremos constatemente el sonido clásico de un sónar que ayuda a la inmersión en el juego.

Como podemos deducir fácilmente, Depthcharge fue lanzado originalmente en formato arcade, aunque cuenta con la curiosidad de contar con una conversión para uno de los ordenadores domésticos más primitivos (y grandes) de la historia de la informática: el Noval 760. Más relevantes fueron los clones y secuelas espirituales que tuvo el título como es el caso de Depthbomb y Deep Scan, lanzados por SEGA en 1978 y 1979 respectivamente; o de la infinidad de títulos similares que se lanzaron en los 80 para microordenadores que culminó en el Commodore Amiga con un videojuego homónimo lanzado en 1994.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Monaco GP (1979)

El uso de cabinas relacionadas con la temática del juego en las máquinas recreativas, ha sido uno de los principales alicientes para qeu varias generaciónes se pasaran por los salones recreativos. Dichas cabinas ayudaban a dar sensación de realismo a la experiencia de juego y, sobre todo, ponía una clara diferencia respecto a los videojuegos domésticos más allá de las evidentes diferencias tecnológicas. Pues este tipo de cabinas tienen más tiempo que lo que se pudiera pensar, pues ya en 1979 SEGA y Gremlin Industries sacaron al mercado Monaco GP, uno de los simuladores de Formula 1 más interesantes de la época, y que tenía diversos modelos de las cabinas que comentamos, desde las más sencillas a las más espectaculares.

El videojuego nos presenta una perspectiva cenital de la carrera, muy habitual en los juegos de carreras de la época. El planteamiento de la carrera es totalmente arcade, ya que no habrá una representación de las posiciones, sino que nos encontramos corriendo en un circuito completamente recto donde nos iremos cruzando con una serie de vehículos de forma infinita y que habrá que ir esquivando, ya que circularán mucho más lentos que nosotros. Esto deriva en que el único objetivo consistirá en una carrera luchando contra el reloj.

La implementación del juego no deja de ser curiosa, ya que no contaba con una CPU que controlara el juego, sino que estaba basado en una serie de circuitos logico TTL. Esta circustancia ha provocado que, actualmente, no sea posible la emulación por software del videojuego.

Otra curiosidad está en los distintos indicadores (puntuación, récord de puntuación y contador), que no se encuentran en pantalla, sino que estaban integrados en la cabina. A nivel artístico, nos encontramos con un juego que destacaba en su época, ya que contaba con un excelente colorido y, sobre todo, una excepcional velocidad de juego. Cuenta con elementos novedosos, como la inclusión de tramos a oscuras donde se ve como se encienden los focos de nuestro vehículo.

Como era de esperar, las impresionantes cabinas convirtieron a Monaco GP en uno de los juegos más populares. En 1980 se lanzaría una versión mejorada bajo el título de Pro Monaco GP. La siguiente entrega llegaría en 1989 con Super Monaco GP, tanto para máquinas recreativas como para dispositicos domésticos, que tendría su secuela en 1992 con Ayrton Senna’s Super Monaco GP II. Dentro de la saga de remakes SEGA Ages, se lanzaría un título basado en el original en 2002.

En este vídeo podeis ver como era el juego:

Frogger (1981)

Hoy volvemos de nuevo a la prehistoria de los videojuegos con uno de los grandes clásicos de este mundillo: Frogger. Este videojuego aparecería por primera vez en 1981 desarrollado por SEGA y Gremlin Industries, con una distribución a cargo de la compañía nipona Konami . Frogger se encontraba basado en un prototipo creado en 1971 llamado Freeway y que sería creado por el Departamento de Psicología de la Universidad de Washington para un computador IMLAC PDS-1, como parte de un estudio sobre la memoria humana.

El objetivo de Frogger es bastante simple, tenemos que conseguir que una serie de ranas llegue a su hogar en la charca. Esta misión no será para nada fácil, ya que la charca se encuentra al otro lado de una concurrida carretera y deberemos cruzar un peligroso río. De esta manera tendremos que llevar a cinco ranas hasta uno de los lugares libres en la charca para así pasar al siguiente nivel.

El primer obstáculo que nos encontramos es la carretera, con un tráfico más que considerable y que aumenta según subimos de nivel. Tendremos que pasar de acera a acera sin terminar chafados por las ruedas de algún coche o camión. En segundo lugar nos encontramos con el río. Para poder cruzarlo tendremos que ir montándonos sobre troncos y tortugas, teniendo especial cuidado con estas últimas, ya que de vez en cuando se sumergen haciendo que nuestra rana se ahogue. En el río, además debemos evitar a serpientes, aligators y nutrias, que no dudaran en devorar a nuestros protagonistas.

El control se limitaba al uso de un joystick con el que manejamos a las difernetes ranas en cuatro direcciones. El videojuego se presentó tanto en cabinas de pie como en modelos de sobremesa (similares a los de Pong) que ya se encontraban en desaparición.

Respecto a las conversiones ocurrió un hecho curioso debido a lo novedoso del mundo de los videojuegos dentro de marcos legales. En principio la compañía Parker Brothers se hizo con los derechos de las versiones domésticas, pero solo de los cartuchos, así que las versiones de disquttes y cintas pudieron ser desarrolladas libremente por los distintos fabricantes. Así en 1983 aparecerían versiones para PC, Apple II, las distintas consolas de Atari, ColecoVision, Intellivision y Magnavox Odissey. En años siguientes aparecería la versión para MacIntosh y diversas versiones no oficiales como Froggy para ZX Spectrum oJumpin’ Jack para MSX. Posteriormente aparecerían versiones (tanto oficiales como no) para SNES, Play Station, Windows y teléfonos móviles, así como diversas versiones flash.

En 1984 se lanzaría una secuela para las versiones domésticas titulada Frogger II: Three Deep, donde las ranas tendrían que sumergirse en las profundidades acuáticas. En 1991 aparecería Ribbit, un videojuego que no se le consideró una secuela oficial pero que por su argumento y forma de juego lo es para muchos aficionados.

En este vídeo podeis ver cómo es el juego: