Con Sonic Blastman se da un caso peculiar que, por aquella época, no era precisamente común en el mundo de los videojuegos. Taito inició esta franquicia lanzando dos juegos paralelos con el mismo protagonista pero modos de juego totalmente diferentes. Por un lado sacaría un curioso juego para máquinas recreativas y por otro lanzaría un típico beat’em up para Super Nintendo, sin demasiada conexión con el título anterior.
El juego arcade presentaba una propuesta muy original. La máquina no era para nada convencional, ya que destacaba un enorme punching-ball y un guante de boxeo. El juego tenía cinco niveles diferentes, en cada uno de ellos nos enfrentabamos a un enemigo distinto. Para derrotarlo debíamos golpear el punching-ball, dependiendo de la fuerza nos darían una puntuación que deberíamos ir acumulando para conseguir el total necesario para eliminar al enemigo. En cierto modo, no era más que la típica máquina de fuerza de feria más evolucionada y con ciertos añadidos. Así tenía una camara de tal manera que podía captar nuestra cara o la de un amigo y ver como la ibamos deformando a base de golpes.
En la versión de Super Nintendo, Sonic Blastman se tiene que encargar de salvar la Tierra de diversas organizaciones malvadas desde terroristas hasta bandas callejeras, pasando por aliens e incluso un clon malvado de Sonic. La misión empezará en la propia Tierra y terminará en el espacio exterior.
El juego era un típico beat’em up de un jugador, es decir un juego con scroll horizontal en el que debíamos repartir tortas a todas las hordas de enemigos que aparecieran. Sonic puede saltar, pegar puñetazos y coger a los enemigos. Lo que más destacaba del juego era la gran cantidad de golpes que podía realizar el protagonista combinando los botones una vez que agarraba al enemigo. Además había unos niveles bonus que eran una adaptación del juego de recreativas, en el que la potencia del puñetazo se conseguía rotando rápidamente el pad de dirección. Como ocurriría en muchos juegos de la época, en la versión japonesa existían enemigos femeninos que fueron sustituidos por masculinos en la versión americana debido a la estricta (y absurda) política de censura de Nintendo.
Ambas versiones del juego tuvieron sus respectivas secuelas. La versión arcade era bastante similar y tan solo se distribuyó en Japón. Respecto a la versión de SuperNintendo, Sonic Blastman II también tenía un sistema de juego muy parecido a su predecesor pero había ampliado el número de golpes, nuevos personajes a elejir y, la mayor novedad, la posibilidad de jugar en un modo de dos jugadores de forma cooperativa. El personaje protagonista cogió una cierta popularidad y es posible verlo aparecer en otros juegos de Taito.
En este video podeis ver la máquina recreativa y como se jugaba:
Y en este otro la versión de Super Nintendo:

Aunque Taito es una empresa japonesa su fundador fue Michael Kogan, un ruso judío. De hecho Taito es la contracción del símbolo japonés que significa «Judío del lejano oriente». Kogan fundó la compañía en 1953 con el nombre de Taito Trading Company.
Su primera incursión en los juegos sería en la década de los 60 cuando empezara a fabricar «máquinas del millón» o «pinballs». Pero sería en 1973 cuando la compañía realizaría un gran paso. primeramente cambiería su nombre por el de Taito Corporation y por otro, lo más importante, lanzaría el su primer videojuego: Elepong. Lanzaría diversos videojuegos hasta que en 1978 cosecharía su mayor éxito hasta la fecha con
Gracias al éxito de Space Invaders, Taito abriría una sucursal en EEUU denominada Taito America Corporation con el objetivo de la distribución de videojuegos en ese país. Esta rama de la compañía, además de crear sus propios videojuegos, sirvió para la distribución de juegos de pequeñas compañías americanas. Durante esta época Taito lanzó juegos exitosos como
En 1992 Taito anunció el lanzamiento de Wowow, una consola de 16 bits que permitiría la conversión casi perfecta de videojuegos arcade a las casas. Pretendía ser un competidor serio de la compañía
A partir de 1995 se concentraría en el lanzamiento de títulos para máquinas recreativas. En 2005 se convertiría en subsidiaria de Square Enix tras una compra masiva de acciones, quedándose con más del 93% de la compañía. Coincidiendo con ese hito,