Clive Sinclair, la informática para todos

Clive Sinclair sujetando un ZX81

Si tenemos que poner una época a la entrada de la informática en los hogares, esa sin duda sería inicios de los 80. Anteriormente había habido algún acercamiento con alguna consola de Pong o con algún ordenador de cualidades tan limitadas como desorbitados sus precios. Fue con la llegada de los microordenadores de 8 bits con la terna de Commodore 64, Amstrad CPC, MSX y ZX Spectrum, cuando la informática se democratizó y fue adsequible para todo tipo de usuario. Concretamente en España, fue el ZX Spectrum el que tuvo una penetración más importante y es por ello, por lo que es más que relevante hablar del creador del mismo.

Clive Sinclair nació el 30 de julio de 1940 en la localidad británica de Richmond. Su relación con la ingienería no fue casual, ya que su abuelo era arquitecto naval y su padre un ingeniero mecánico que tenía un negocio de fabricación de máquinas herramientas que tuvo sus mejores años durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, diversos problemas económicos provocaron que Clive tuviese que cambiar constantemente de escuela durante su infancia, destacando siempre en matemáticas y física (no en vano tenía un IQ de 159 y llegó a ser miembro de Mensa), y finalmente dejar los estudios a los 18 años.

La primera calculadora de bolsillo

A esa edad, en 1958, gracias a los conocimientos en electrónica adquiridos en diversos trabajos veraniegos, fundó una pequeña compañía bajo el nombre de Sinclair’s Micro Kit que se dedicaba a la venta de kits de electrónica para el mercado de los aficionados a esta disciplina. La alta demanda que consiguió hizo que finalmente formalizara la empresa en 1961 bajo el nombre de Sinclair Radionics. Tras varios intentos de ampliaciones de capital y la entrada en diversos mercados, su primer hito histórico llegó en 1972 cuando lanzó la primera calculadora de bolsillo, Sinclair Executive, que pesaba menos de 100 gramos y que vendió al precio de 1060 libras (unos 1000 euros actuales). Aunque hoy día este precio nos parezca desorbitado, lo cierto es que era la mitad del precio de las alternativas de la competencia y mucho más compacto y ligero, lo que le llevó a tener unas ventas de 100.000 unidades mensuales.

En 1978 la compañía trabajó en el desarrollo del ordenador Grundy NewBrain que, aunque terminó desvinculándose, probablemente fue la primera piedra para que Sinclair se dedicara a la fabricación de sus propios ordenadores. De esta manera, en 1980 se lanzó el ZX80, que fue publicitado como el microordenador más pequeño y barato del mundo (menos de 80 libras en formato kit y menos de 100 ya montado). Contaba con un procesador Z80 a 1 MHz, 1KB de RAM, una ROM de 4KB y un sistema operativo BASIC incorporado. Tenía conexión para televisión y cinta de cassette y podía generar una resolución monocromo de 32×24. A pesar de sus limitaciones, la posibilidad de poder programar en cualquier hogar a un precio popular hizo que la máquina fuera todo un éxito en Gran Bretaña e incluso llegara a expandirse por Estados Unidos. Un año más tarde lanzó el ZX81, una versión mejorada con un precio aún más barato.

La versión de 48K del ZX Spectrum

Pero el gran éxito estaba aún por llegar. En 1982 se lanzó el ZX Spectrum, todo un salto de calidad sobre sus precedentes: un Z80 a 3.5 MHz, versiones de 16 y 48 KB de RAM, gráficos en color con una resolución de 256×192, altavoces y una ROM de 16 KB. Los precios según la versión oscilaron entre las 125 y las 175 libras y fue todo un superventas en toda la Europa occidental, llevando realmente la informática a las casas de una forma masiva. Como efecto colateral, la popularización de esta máquina hizo que floreciera una industria de desarrollo de videojuegos en toda Europa y en especial en Gran Bretaña. En 1984 ya había en el mercado más de 3500 videojuegos para el ZX Spectrum. De hecho, este microordenador fue esencial para el desarrollo de la conocida como Edad de Oro del Software Español.

El gran éxito de este ordenador y sus posteriores versiones dieron un gran margen de beneficios a la empresa de Clive Sinclair y permitió desarrollar nuevos proyectos innovadores. Por desgracia, estos no fueron tan exitosos como la Sinclair Executive o el ZX Spectrum. En 1984 lanzó el Sinclair QL, un ordenador de 32 bits basado en el Motorola 68008 que resultó tan revolucionario como fracasado en las ventas. A esto, hubo que añadir en 1985 el desarrollo del coche Sinclair C5, un vehículo eléctrico pensado para la circulación urbana, que fue todo un desastre financiero al no conseguir el pertinente permiso para la circulación en vías públicas. Este desastre provocó que tuviese que vender la empresa a Amstrad en 1987.

Clive Sinclair a bordo del Sinclair C5

Tras morir de éxito, Clive Sinclair fundó Cambridge Computers, cuyo único proyecto, un revolucionario ordenador portátil bajo el nombre de Cambridge Z88 y que podemos considerar como antesala de las PDAs, fue un fracaso en ventas y terminó quebrando. A partir de ahí, la actividad de Sinclair se centró en su faceta de inventor, alejándose de su interacción directa con el hardware y colaboró con diversas compañías. Fruto de esta época son productos como la bicicleta eléctrica Sinclair Zike o la radio en miniatura Sinclair XI, inventos de un gran caracter revolucionario pero que no llegaron a tener gran éxito en el mercado.

De su vida personal cabe destacar su gran afición tanto al poker, participando en diversos programas televisivos; como al atletismo, participando en varias ocasiones en la Maratón de Nueva York. Clive Sinclair falleció el 16 de septiembre de 2021.

En este vídeo podéis ver una conferencia sobre Clive Sinclair:

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