En una de las escenas de la exitosa película de Minecraft, el personaje de El Basurero está pujando por un almacén embargado y está interesado en un producto en particular: la Atari Cosmos. Aunque para muchos pueda ser la primera referencia que tienen de este producto, lo cierto es que es un artículo bastante popular dentro del coleccionismo gracias al alto valor que ha ido obteniendo, llegando a superar los 20.000 dólares. El alto valor de dicha máquina se debe a la escasez de unidades, ya que fue una consola que no llegó a comercializarse y se estiman que actualmente solo existen cinco unidades de las cuales solo dos serían funcionales y las otras simples maquetas.
Nos encontramos en 1978 y el mercado del videojuego todavía estaba por definirse, por lo que las pocas compañías de la época dedicadas a este nicho buscaban la manera de innovar para dominar el mercado. Quien sabe si quizá inspirados por Star Wars que se había estrenado un año antes, desde Atari empezaron el desarrollo de una videoconsola portátil con imágenes holográficas. El proyecto estaba liderado por los ingenieros Allan Alcorn (diseñador de Pong), Harry Jenkins y Roger Hector, que tuvieron todo el apoyo de la compañía norteamericana. Desde Atari no escatimaron esfuerzos y no dudaron en hacerse con todos los derechos relacionados con esta tecnología a la compañía Holosonic.
Atari Cosmos era una consola que pretendía ser portátil (al menos menos voluminosa que las consolas de la época), aunque requeriría estar conectada a la red eléctrica. Dicha consola iba a funcionar con cartuchos, aunque la lógica de los juegos no estaría en estos sino en el propio hardware de la máquina, por lo que los cartuchos solo incluían las imágenes holográficas que se iban a aplicar. De esta manera, con una misma programación y mecánicas se podrían conseguir multitud de juegos simplemente cambiando las imágenes.
Como hemos indicado al principio, Atari parecía ir en serio con el proyecto y en menos de 3 años tenían un prototipo funcional que fue presentado en 1981 en el CES de Nueva York (el evento de presentación de juguetes más importante de aquella época). La presentación fue todo un éxito siendo el puesto de Atari uno de los más visitados de la feria, donde se podía ver como la consola permitía jugar hasta a dos jugadores, por lo que el público asistente pudo probarla y competir entre ellos. Esta respuesta positiva del público contrastó con la de la prensa especializada, preocupada principalmente por las limitadas mecánicas de juego al estar implementadas en el hardware.

Esta dualidad provocó dudas en la compañía y tuvo que se Alcorn el que por su propia iniciativa hiciera el encargo de fabricar 250 carcasas para empezar con una primera tirada limitada. No obstante, Atari se echó atrás definitivamente y a finales de 1981 canceló el proyecto. Como hemos indicado, de esas carcasas fabricadas solo se montaron cinco y solo dos con toda la circuitería. Una de esas máquinas funcionales se encuentra en el museo de Atari y es mostrada en diversas exposiciones; y la otra está en poder de un ex-empleado de Atari.
En este vídeo podéis ver la consola en funcionamiento: