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Warcraft II: Tides of Darkness (1995)

Tan solo un año después del sorprendente éxito de Warcraft: Orcs & Humans, Blizzard Entertainment (que también sería la compañía distribuidora) ya tenía desarrollado una nueva entrega de la saga bajo el título de Warcraft II: Tides of Darkness, de forma exclusiva para PC y Mac.

El título cosecharía aún más éxitos que su predecesor, con un apoyo unánime de la crítica (se hizo prácticamente con todos los premios de su género en 1996) y llegando a las dos millones de unidades vendidas, una cifra realmente mareante para un juego de estrategia en PC.

Basicamente nos encontramos con el mismo concepto de juego, pero con una cantidad de mejoras importante. El juego nos situa en la Segunda Gran Guerra seis años. Azeroth está en ruinas, y la nación de Stormwind buscó refugio en las zonas del norte. La humanidad ha formado la Alianza de Lordaeron para poder detener a los orcos y sus aliados, que se acercan por el sur, sembrando el terror a su paso. De nuevo, nos encontramos con el enfrentamiento entre orcos y humanos pero, en esta ocasión, cada una de estas razas tendrán el apoyo de otras. Así, los humanos serán ayudados por elfos, enanos y gnomos, y los orcos contarán con la ayuda de trolles, ogros y goblins.

Ya sea en el modo campaña o en escenarios individuales, tomaremos el control de uno de los dos bandos y la partida se desarrollará en tiempo real, es decir, ambos ejércitos ejecutarán acciones simultáneamente. La misión será destruir el otro bando, para lo cual se tendrá que ir recolectando recursos (madera, oro…) con las unidades básicas, que también construirán los distintos edificios, para que se pueda crear y entrenar un poderoso ejército. Cada tipo de unidad tendrá una serie de parámetros que lo hacen bueno en cierto tipo de combate. Existirán también personajes destacados de la historia de Azeroth como Lightbringer, Zul’jin y Cho’gall, que podrán ser utilizables en ciertas fases del juego y que cuentan con habilidades potenciadas.

En el apartado técnico cabe destacar el gran salto de calidad que hay respecto a la entrega anterior en el escaso periodo de un año. Esto pudo realizarse gracias a los beneficios de Warcraft: Orcs & Humans, que permitió a Blizzard contratar a una extensa plantilla de programadores de alto nivel. De esta manera, aunque seguimos contando con una perspectiva cenital bidimensional, nos encontramos con un acabado gráfico más fino, con una sensación de profundidad y unos personajes que se mueven con extraordinaria fluidez. A nivel sonoro, también se mejora en todos los aspectos, destacando las voces digitalizadas de los personajes. En lo que se refiere al modo multijugador, Warcraft II: Tides of Darkness permitía la conexión por módem e IPX en MS-DOS; y por TCP/IP y Appletalk en Mac.

Tras la buena acogida del título, en 1996 se lanzaría la primera expansión, Warcraft II: Beyond the Dark Portal, en la que se daba una especial importancia a los personajes destacados. La versión definitiva del juego llegaría en 1999 con el lanzamiento de Warcraft II: Battle.net Edition, que incluía tanto el videojuego original como la expansión, se corregía la compatibilidad con Windows y, principalmente, se incluía un modo online a través de la plataforma Battle.net de Blizzard.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Blackthorne (1994)

En 1994, mismo año en el que lanzara su famosísimo Warcraft: Orcs & Humans, Blizzard Entertainment desarrollaría otro videojuego que, aunque no llegaría ni por asomo a la misma fama, si demostraría que esta compañía aportaba algo diferente. Se trata de Blackthorne (en algunos países se publicó bajo el título de Blackhawk) publicado por Interplay, un videojuego que mezclaba la acción y la aventura, en un universo fantástico. El videojuego, como tantos otros, se desarrollaba sobre una perspectiva bidimensional pero su argumento, desarrollo e innovaciones lo terminarían convirtiendo en un título de culto.

Nos encontramos en el planeta Tuul, un lugar desconocido para los seres humanos y que se encuentra dirigido bajo las reglas de un chamán que se encuentra bendecido con todo el conocimiento. Años atrás, el último de estos chamanes conocido como Thoros, no sabía a quien elegir entre sus dos hijos para ser su heredero así que, para acabar con el dilema, los llevaría al desierto y se suicidaría. Su cuerpo se convertiría en dos piedras, luz y oscuridad, y cada uno de los hijos se quedo con una. De esta manera el planeta se quedaría dividido en Androth, la piedra de la luz, y Ka’dra’suul, la piedra de la oscuridad. Este último pueblo, sediento de avaricia, pretende hacerse con todo el control y formaría un poderoso ejército. En vista de la situación, el chaman de Androth, el rey Vlaros mandará a su hijo Kyle a la Tierra para salvar su vida, con la esperanza de que algún día pueda volver y salvar a su pueblo. Veinte años después Kyle, convertido en un reputado capitán y mercenario, empezará a tener extraños sueños que le indicarán que es el momento de volver a Tuul y salvar a su pueblo.

En Blackthorne tomamos el papel de Kyle en un mundo de plataformas en 2D, a través de diecisiete niveles divididos en cuatro áreas: Las minas de Androth, Los Bosques Karellianos, El desierto Wasteland y La Mazmorra de la Sombra. El arma principal de Kyle es el rifle, el cual también será utilizado por los enemigos, por lo que Kyle también cuenta con la habilidad de arrimarse a la pared para evitar los proyectiles enemigos, así como disparar de espaldas. También podremos encontrar en nuestro camino diversos tipos de bombas que nos permitan atacar a distancia. El videojuego también desarrolla el concepto de aventura, por lo que tendremos que ir resolviendo pequeños puzzles encontrando diversos objetos y llaves, para poder seguir avanzando. De hecho, el recorrido era bastante laberíntistico, por lo que el juego no se limitaba a ir acabando con enemigos.

Respecto al aspecto técnico, nos encontramos con uno de los últimos videojuegos de acción que se desarrollarían en dos dimensiones, por lo que en un primer vistazo podía tener aspecto de obsoleto. Aún así, una vez se ha empezado a jugar, el interés aumenta exponencialmente y nos encontramos con un videojuego muy adictivo. En lo que respecta al sonido, nos encontramos con una banda sonora bastante trepidante que ayuda a sentirnos inmersos en el juego y mantener la tensión.

Blackthorne fue lanzado originalmente en 1994 para MS-DOS y Super Nintendo. Un año más tarde sería lanzada una versión mejorada para Sega 32x en 1995, que incluía una quinta área denominada Las Montañas Nevadas, la cual no sería incluida en la versión de Mac que aparecería en 1996. La última versión del juego aparecería en 2003 para Game Boy Advance.

En este vídeo podeis ver como era el juego:

Diablo (1997)

Diablo es un videojuego de rol desarrollado en 1997 por Blizzard Entertainment y distribuido por la propia Blizzard en norteamérica y por Ubisoft en Europa. El videojuego sería lanzado tanto para PC como para Play Station y Mac, estando su equipo de desarrolladores formado por Erich Schaefer (que participaria dos años antes en Justice League Task Force), David Brevik (Aero the Acro-Bat), Max Schaefer (Justice League Task Force), Eric Sexton (NFL Quarterback Club II y Kenneth Williams

El videojuego está localizado en un mundo fantástico, donde desde el principio de los tiempos se ha desencadenado una guerra entre los guerreros de la Luz (dirigidas por ángeles y arcángeles) y la Oscuridad (que siguen los pasos de Mefisto, Baal y Diablo. Tras siglos de batalla hará aparición el Hombre, que llevando la guerra desde un plano espiritual hasta un plano físico. La aparición del Hombre inquietaría a dos demonios conocidos como Belial y Azmodan, lo que desencadenaría en la expulsión de Mefisto, Baal y Diablo al mundo mortal. Dichos demonios se encargarían de pasar a los hombres sus esencias de odio, terror y destrucción, derivando en guerras entre humanos. Para evitar esto, el arcángel Tyrael crearía la coalición de Horádrim con los magos más poderosos que encerrarían a los demonios en las Piedras del Alma.

Una vez encerrados, las Piedra del Alma sería enterrada en un templo subterráneo al lado de la ciudad de Tristán, quedando la orden de Horádrim encargados de velarlas. Pero pasados los siglos, los distintos magos que formaban la coalición terminarían enfrentándose, quedando Horádrim disuelto. Con su piedra fuera de vigilancia, Diablo escaparía y conseguiría meterse en la mente del arzobispo Lazarus, convenciéndolo para que raptara al príncipe Albretch. De esta manera, el pueblo de Tristán pediría ayuda a las arpías de la orden del Ojo Ciego, los Hechiceros de la orden de los Vizjerei y los Guerreros de Khanduras.

En el videojuego, tanto en el modo simple como en el multijugador, podremos escoger a nuestro personaje entre tres tipos: Arpía, Hechicero o Guerrero. Los Guerreros son buenos en los manejos de armas cuerpo a cuerpo con una gran fuerza y tienen la habilidad de reparar objetos. Por contra, no manejan bien las armas a distancia y tienen un poder mágico muy limitado. Los Hechiceros tienen el máximo poder mágico pudiendo recargar sus bastones mágicos, pero son bastante mediocres en cualquier otro tipo de combate. Las Arpías son las más equilibradas con un manejo de armas a larga distancia excepcional, un poder mágico considerable y un combate cuerpo a cuerpo débil, teniendo la habilidad de desactivar trampas. Cada personaje tiene una serie de atributos (fuerza, magía, destreza…) que irán aumentando según subamos de nivel.

Para completar nuestra aventura no nos bastará con las habilidades de nuestro personaje, sino que tendremos que interactuar con habitantes del pueblo para que nos den pistas, nos vendan o nos compren productos. De todos ellos destaca Caín, último de los miembros de la Orden de Horádrim que nos desvelará puntos claves de la historia. La historia está dividida en 16 niveles en los que tendremos que enfrentarnos a los monstruos seguidores de los tres demonios. Para enfrentarnos a ellos podremos hacer uso de diversos objetos y armas que nos vayamos encontrandos que, a su vez, pueden ir siendo mejoradas. Además podremos ir aprendiendo los 28 conjuros distintos que aparecen en el juego.

El videojuego tendría una gran recepción por parte del público, tanto por su gran calidad técnica con unos gráficos muy cuidados y grandes escenas cinemáticas, y una banda sonora que ambientaba estupendamente; como por su atrayente historia. Por otra parte, Diablo suponía una alternativa en el género de los RPG, alejándose bastante del estilo del rol japonés y acercándose a temáticas medievo-fantásticas. Por desgracia, el videojuego saldría exclusivamente en inglés (la traducción al castellano fue a cargo de un fan bastante años más tarde), lo que no permitió un mayor éxito al perderse la esencia de la historia.

Rápidamente se convertiría en un título de culto y en 1997 aparecería una expansión bajo el título de Diablo: Hellfire. En 2000 aparecería el esperadísimo Diablo II en exclusiva para ordenadores, que tendría su correspondiente expansión, Diablo II: Lord of Destruction. Tras el lanzamiento de la segunda parte, mucho se ha hablado de Diablo III lo que, tras ocho años, ha aumentado mucho la expectación. En Junio de este año, Blizzard empezaría a mostrar vídeos de lo que va a ser este videojuego, que se espera se estrene próximamente.

En este vídeo podeis ver como era el juego:

Y en este otro, un trailer de Diablo III:

Starcraft (1998)

Con Starcraft la compañía Blizzard Entertainment volvía a traernos un videojuego de estrategia en tiempo real (son también responsables de la saga Warcraft). El proyecto se encontraba liderado por Chris Metzen y James Phinney. La distribución fue a cargo de la propia Blizzard en EEUU y Canadá, mientras que en Europa sería distribuido por Sierra. Aunque inicialmente fue lanzado en Abril de 1998 para PC, su rápido éxito provocaría sucesivas versiones para Macintosh (1999) y Nintendo 64 (Junio de 2000 en EEUU y Mayo de 2001 en Europa), vendiendo junto a su expansión más de 9’5 millones de copias y convirtiéndose en uno de los títulos más míticos dentro de la estrategia en tiempo real.

Nos encontramos con una historia futurista de ciencia ficción, donde tres razas de diferentes planetas luchan por sobrevivir: Terran, descendiente de los humanos;Zerg, una raza arácnida;y Potross, unos humanoides psiónicos. De esta manera tendremos un modo campaña que consta de tres episodio, manejando en cada uno una raza distinta. Existe también un modo escaramuza en el que podemos jugar una partida más rápida en uno de los mapas.

El juego se basa en la consecución de dos recursos. Por un lado el mineral, que permite crear metales a los Terran, estructuras biológicas a los Zerg y canalizar energía psiónica a los Potross, siendo un recurso muy limitado no regenerable. Por otro lado el gas vespeno, que sirve de combustible a los Terran, como acelerador de mutaciones a los Zerg y como fuente de energía para los Protoss. Estos recursos son recogidos por las unidades de trabajadores, siendo necesaria la construcción de un extractor para conseguir el gas vespeno.

Estos recursos los podremos usar tanto para la creación de nuevas edificaciones, como para formar nuevas unidades de batallas. Algunas de estas unidades requerirán de un edificio en concreto y alguno de los edificios requerirán cierto tipo de unidades. De esta manera tendremos que ir actualizando nuestras fuerzas con el objetivo de tener el ejercito más potente. Además los será necesario un mínimo de recursos para mantener nuestras tropas, no siendo posible crear más unidades si no llegamos a este mínimo.

Una vez que tengamos el ejercito actualizado y suficientes recursos, estaremos listos para atacar al enemigo (o repeler un ataque). Podemos manejar tanto unidades individuales como en grupo, siendo esencial crear una buena estrategia antes que ser superior en número. Starcraft contaba con varias novedades en la organización estratégica, contando con un activo apoyo de la inteligencia artificial del juego.

Un punto fuerte del juego se encontraba en el modo multijugador con múltiples opciones. Se puede conectar por módem para dos jugadores, directamente por cable para cuatro y en red local, tanto IPX como UDP. Además, a través de battle.net podemos conectarnos por Internet, siendo un servicio gratuito con un servicio de chat, creación de equipos y liga. El modo multijugador permite tanto el juego competitivo como cooperativo, incluso contra la propia computadora.

En 1999 aparecería la expansión Starcraft: Blood War y el éxito llegó a todo el mundo, especialmente en Corea del Sur donde existe un grupo profesional de jugadores de Starcraft, con múltiples competiciones. A partir de ahí han aparecido todo tipo de parches, modsy actualizaciones, pero no sería hasta 2002 cuando se empezara a hablar de una secuela. Sería con Starcraft Ghost, un proyecto que aún no ha visto la luz y se encuentra bastante parado. Consistía en un «shooter» en tercera persona basado en el universo de Starcraft. Más serio es el proyecto de Starcraft II, anunciado en Seúl (Corea del Sur) en Mayo de 2007, y del cual ya se han visto imágenes, aunque no se tiene certeza sobre fecha de salida.
En este vídeo podeis ver como es el juego y una de esas competiciones coreanas:


Y en este otro imágenes de Starcraft II:

The Lost Vikings (1992)

The Lost Vikings es un videojuego de plataformas desarrollado por Blizzard Entertainment y que fue lanzado originalmente para SNES por Interplay en 1992. Aunque en un principio The Lost Vikings tenía aspecto de un plataformas de corte clásico, lo cierto es que traía una serie de novedades que lo hacía bastante original, sobre todo por el hecho de tener que utilizar tres personajes distintos. Su buena acogida por parte del público provocó que en poco tiempo se hicieran versiones para otras plataformas.

The Lost Viking nos cuenta la historia de tres vikingos (Erik, Baleog y Olaf) que han sido raptadospor Tomator, un emperador extraterrestre de Croutonia que está intentando crear un zoológico intergaláctico. Los tres protagonistas se quedan perdidos en el tiempo y su objetivo será ir buscando la salida de los distintos niveles para conseguir volver a casa.

Cada nivel tiene una zona de salida y debemos conseguir que todos los vikingos lleguen a ella. Solo podemos usar un personaje a la vez y cad auno tiene sus propias características: Erik puede correr rápidamente, saltar y empotrarse contra enemigos y muros; Baleog puede atacar tanto con su espada como con su arco y flechas; Olaf tiene como principal herramienta su escudo, que puede ser usado tanto para planear como para retener enemigos.

Tendremos que ir usando las distintas habilidades de cada personaje para que vayamos abriendo el paso a los otros para llegar al final. Además existen otro tipo de objetos y mecanismos, necesarios para resolver los puzzles, que pueden ser accionados por cualquiera de los personajes. De esta manera tendremos que ir guiando a los vikingos a través de seis mundos: la nave espacial de Tomator, donde apareceremos en el primer y el último nivel, enfrentándonos finalmente con el emperador; la prehistoria, donde nos la tendremos que ver con fieros dinosaurios; el Antiguo Egipto, donde nos atacarán momias y escorpiones; la Gran Fábrica, donde deberemos evitar ser dañados por extraños mecanismos; el Mundo Absurdo, una verdadera locura de nivel donde nada tiene sentido.

Los gráficos se caracterizaban por un diseño muy simpático de los vikingos y enemigos, y por unos laberínticos escenarios. La dificultad era creciente, y alguno de los niveles requería de un buen uso de la lógica para conseguir resolverlo. A pesar de dicha dificultad, su simple jugabilidad y su originalidad lo hacía tremendamente adictivo.

Un año más tarde del lanzamiento para SNES, llegarían las conversiones para Amiga, Amiga CD32, PC yMega Drive. La última versión del juego se realizaría en 2003 para Game Boy Advance. En 1994 se publicaría The Lost Vikings II, donde se añadían dos personajes nuevos y aparecían nuevas habilidades. Posteriormente los personajes protagonistas han hecho diversos cameos en otros títulos de Blizzard como Rock ‘n Roll Racing y World of Warcraft.

En este vídeo podeis ver como era el juego:

WarCraft: Orcs & Humans (1994)

Aunque ya existían algunas experiencias con la estrategía en tiempo real, no sería hasta mediados de los 90 cuando este género llegara a su máximo esplendor con títulos como Age of the Empires, Dune o el que analizamos hoy: WarCraft. Con WarCraft se impuso el punto de inflexión en la estrategia en tiempo real, pasando de ser un género de minorías a un superventas. Fue desarrollado y publicado por Blizzard en Enero de 1994 en EEUU, y un año más tarde en Europa con la distribución a cargo de Interplay.

WarCraft estaba inspirado por el famoso juego de mesa de estrategia por turnos Warhammer. Emplaza su historia en el reino de Azeroth, un área del mundo ficticio del Universo WarCraft (desarrollado a lo largo de la saga). En esa tierra viven los humanos gobernados por el rey Lane Wyrne III. Un portal dimensional ha sido abierto por el último guardían Thirisfal Medivh, dando paso a una horda de salvajes horcos dirigidos por el Señor de la Guerra Blackhand (controlado secretamente por el brujo Gul’dan), empezando la Gran Guerra entre orcos y humanos.

El videojuego nos permite ponernos a los mandos de cualquiera de los dos bandos. El juego no consiste simplemente en batallar, sino que tiene un montón de funciones, siempre inspiradas por los tópicos de la literatura fantástica. Por un lado tendremos que construir distintos edificios para preparar nuestro ejercito como casas o cuarteles. Para ello deberemos conseguir materias primas como madera u oro, por lo que también necesitaremos casas para los distintos trabajadores, almacenes… A la hora de atacar podíamos coger las distintas unidades, ya fuera individualmente o en grupo, para atacar a las distintas unidades enemigas o a las diferentes construcciones.

Técnicamente no destacaba especialmente, sus gráficos eran bidimensionales y no eran una gran maravilla. El sonido tampoco destacaba especialmente. Pero esto no fue impedimento para el éxito, ya que su punto fuerte estaba en una poderosa inteligencia artificial y una dificultad bien medida. Unido a una historia que engancha y un sistema de juego que, aunque recordaba a Dune, tenía sus pecularidades que lo hacían único.

El juego se convirtió en un autentico superventas y no tardó en salir su secuela. Fue a finales de 1995 con WarCraft II: Tides of Darkness con su correspondiente expansión WarCraft II: Beyond the Dark Portal, que suponían una importante mejora en todos sus aspectos, con unas cifras de ventas muy superiores al original. Tras un tiempo de silencio llegaría en 2002 WarCraft III: Reign of Chaos y la expansión Warcraft III: The Frozen Throne, donde se daba el salto a las tres dimensiones y aumentaba exponencialmente las virtudes del juego. En 2005 se lanzaría World of WarCraft, una versión online que ha revolucionado la forma de jugar a través de la red. Cabe destacar todo el material paralelo que ha tenido la saga, en forma de libros, novelas y comics manga, además de un proyecto para hacer una versión cinematográfica.

En este video podeis ver la intro de WarCraft: Orcs & Humans (1994):

Y en este como se jugaba: