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A Toda Máquina II: Game Boy

Como primera videoconsola portatil a analizar en esta sección, nada mejor que empezar con la más vendida de la historia: Game Boy. Dicha consola llego a tener diversos nombres como prototipo, tales como Dot Matrix Game o DMG, hasta al final quedarse en su definitivo. Su lanzamiento fue el 21 de Abril de 1989 en japón. Había sido fabricada y diseñada por una división de Intelligent System dirigida por Gunpei Yokoi. El propio Yokoi había estado detrás de Ultra Hand, un juguete que Nintendo había creado en 1970 mucho antes de que entrara en el mundo de los videojuegos.

El objetivo del diseño de Yokoi era conseguir una videoconsola que fuera pequeña, ligera, barata, duradera y que tuviera una amplia gama de videojuegos a elegir. Al centrarse en estos objetivos se desechó dotarla de grandes avances tecnológicos, como la utilización de gráficos de colores, que si serían utilizados por la competencia (SEGA Game Gear, Atari Lynx…) aunque con mucho menos éxito que la máquina de Nintendo.

Cuando la Game Boy salió a la venta se vendió como rosquillas, en un número mucho mayor al esperado. En esta venta influyó mucho el acompañar la consola con el videojuego Tetris, convirtiéndose dicho tándem en una revolución en el mundo de los videojuegos, al convertirse en un producto para niños y adultos.

La Game Boy original ha llegado a vender más de 70 millones de copias y la Game Boy Advance más de 75.

La Game Boy original contaba con un procesador Z80 de 8 bits trabajando a 4.194304 MHz, 8kB internos de SRAM y 8 de VRAM. Su pantalla LCD era en negro y verde con una resolución de 160×144 pixeles. Cuatro canales de sonido, para un altavoz mono, pero con una salida de auriculares en estéreo. Permitía partidas multijugador mediante vía cable link conectado al puerto de serie, con un cartucho de juego por cada usuario. Los sprites que era capaz de soportar eran 40 cada uno de 8×8 o 8×16. Los videojuegos venían en cartuchos con una tecnología ROM.

La videoconsola es la más longeva en el mundo de las portátiles, ya que no sufrió un cambio considerable hasta 1998. Mientras tanto tan solo hubo cambios en el diseño. En 1995 salió una serie llamada Play it Loud! en la que la máquina se vendía en una gama de 6 colores distintos, aparte de la tradicional en color gris. Un año más tarde sería lanzada la Game Boy Pocket, que tenía un tamaño y un peso menor que la original y conservaba sus características, siendo mucho más manejable y comoda. Otra de sus ventajas fue la reducción de pilas necesarias a dos, dando 10 horas de autonomía. En 1997 salió un modelo exclusivo para Japón llamado Game Boy Light, que tenía una luz para poder verse mejor. Dicho modelo no fue sacado para el resto del mundo, pues el departamento de marketing pensaba que en otros mercados sería más interesante incluir color que luz.

Sería en 1998 cuando llegaría el primer cambio importante, cuando se lanzó la Game Boy Color, que tenía el doble de velocidad de procesador y tenía colores, siendo muy similares sus características que las de la NES de sobremesa. Además esta videoconsola era compatible con los videojuegos clasicos de Game Boy y colorearlos. Otro cambio importante vendría el 11 de Junio de 2001, con el lanzamiento de Game Boy Advance (GBA), una importante actualización de la portátil. Con un diseño totalmente renovado, esta videoconsola tenía un procesador ARM de 32 bit a 16.8 MHz. Además contaba con un Z80 para permitir la compatibilidad con antiguos títulos. Tecnicamente tenía la capacidad de una Super Nintendo y de hecho hubo muchas conversiones de videojuegos de esta consola. Esta última versión tendría dos variaciones más de diseño en 2003 con Game Boy Advance SP y en 2005 con Game Boy Micro, tan solo lanzada en Japón, llegando de esta manera a tener una edad de más de 15 años, algo que no tiene precedentes en ninguna consola.

Cabe también destacar la gran cantidad de accesorios que se lanzaron para esta consola. El más famoso fue la Game Boy Camera y la impresora, lanzados en 1998 que permitía capturar imágenes y «pixelarlas» a la consola, saliendo títulos específicos al efecto. Otro importante fue el Super Game Boy en 1994, un adaptador que permitía jugar a los títulos de Game Boy en una Super Nintendo a todo color. Similar a éste accesorio, se lanzó en 1999 el Transfer Pack para la Nintendo 64, al igual que en 2003 el Game Boy Player que permitía jugar a los juegos de la Advance en la Game Cube. Para las Advance se lanzaría el PlayYan que permitía ver video y MP3. También habría otro tipo de accesorios como baterias, auriculares, cables serie, etcetera… que completaba un gran catálogo de «gadgets» para la pequeña de Nintendo.

En este video podéis ver un minirreportaje sobre la evolución de la Game Boy:

Y en éste, una recopilación de sus títulos más destacados:

A Toda Máquina I: Commodore 64

Vamos a empezar una nueva serie de reportajes sobre las distintas plataformas que han existido. Como primera entrega empezaremos por el que, quizás, sea el ordenador de 8 bits más mítico y conocido (con permiso del ZX Spectrum). A pesar de que despues vendría el Commodore 128, con mayores capacidades, es el modelo de 64K el que se ha quedado en nuestras retinas.

Aunque fue lanzado en 1982, su origen se encuentra un año antes cuando una subsidaria de Commodore especialista en circuitos integrados, llamada Mos Technology Inc., comienza el proyecto de creación de los circuitos gráficos (VIC-II) y de audio (SID) de una nueva generación de videoconsolas. El primer proyecto fue creado en Japón por Yashi Terakura llamado Commodore MAX Machine que al final sería cancelado. Depués uno de los creadores del VIC-20 (Bob Russell) y uno de los del SID (Bob Yannes) deciden, con el apoyo de Charles Witerble y Al Charpentier, desmarcarse de la línea de la compañía y crear un sucesor del VIC-20. Se pretendía diseñar un ordenador con 64Kb de Ram, que por aquella época valían 100$, con la previsión de que los precios bajarían antes de que empezara la producción. De esa manera nació en 1982 el Commodore 64.

El Commodore 64 tuvo una presentación espectular ante los ojos incrédulos de las compañías rivales que no podían creer como pdían vender una máquina tan potente al precio de 599$. Esto era gracias a que MOS pertenecía a Commodore, por lo que el coste de producción era de 135$. El resultado de ello fue un gran éxito de ventas a lo largo de todo el mundo y una proliferación de nuevas versiones mejoradas, así como las distintas versiones posteriores con una cantidad de RAM mayor, como fue el caso del Commodore 128.

Utilizaba tanto unidad de cassette como disquetera, existiendo expansiones para cartucho. Su oferta de aplicaciones era de las más amplias del mercado incluyendo juegos, gráficos, etc… Contaba con un intérprete del lenguaje BASIC que permitía crear al usuarios sus propias aplicaciones. Su paleta de colores era de 16, su velocidad de reloj no llegaba a un MegaHertzio. Era muy versátil a la hora de conectarle periféricos como joysticks, puertos series, salidas de television, video compuesto y salida DIN de audio de alta fidelidad.

Este computador se convertiría en todo un mito de la década de los 80 y hoy en día existe una amplia comunidad de nostálgicos usuarios que disfrutaron con su amplio catálogo de juegos o creando los suyos propios con BASIC, asi como comunidades musicales basada en el C64. Para muchos no ha existido en la historia de la informática un computador tan versátil gracias a su facilidad de expansión.

En este vídeo podéis ver uno de los anuncios de la época promocionando el C64:

Y en este otro el contenido del disquete DEMO de la versión alemana que pretendía mostrar las amplias capacidades gráficas que tenía:

Y en este algunos de los juegos más clásicos de este ordenador: