El título que hoy toca analizar corresponde a la conocida Edad de Oro del Software Español y no podemos decir que sea un título especialmente destacado por su calidad, pero si sería clave en el momento de su lanzamiento, ya que Emilio Butragueño ¡Fútbol! se convertiría en su momento en el videojuego español más vendido de la historia con más de 100.000 copias (superando a éxitos como Out Run, Target: Renegade o Match Day II).
Emilio Butragueño ¡Fútbol! es un título que sigue la estela de la epoca de asociarlo a un deportista de élite, siendo desarrollado por el equipo de Animagic, producido por Topo Soft y Ocean Software, y distribuido por Erbe, existiendo versiones para Commodore 64, ZX Spectrum, Amstrad CPC, MSX y PC.
El juego nos presenta la posibilidad de jugar un único partido contra la máquina o contra otro jugador, en el que controlaremos el equipo en el que milita el mítico «Buitre». Aunque el manual nos habla de una hipotética final del Campeonato del Mundo, lo cierto es que el partido en concreto está totalmente descontextualizado, existiendo dos equipos sin nombre, uno de blanco, donde juega nuestro protagonista y que podríamos asociar al Real Madrid; y otro de rojo, que se enfrentan entre sí. Curiosamente, todos los jugadores del equipo rojo son rubios y los del equipo blanco morenos, a excepción de uno rubio que representa al propio Butragueño. Sin embargo, curiosamente, en la portada del juego se tiñó de roja la camiseta del Real Madrid como estrategia de márketing, para no asociar directamente el título a dicho equipo.
Emilio Butragueño ¡Fútbol! se encuentra muy inspirado por Tekhan World Cup, lanzado para recreativas dos años antes. La principal característica es su vista cenital, popular en los videojuegos de fútbol de los 90, pero que en los 80 era más rara, ya que se solía optar por la vista lateral clásica de televisión. Los controles, totalmente personalizables, son bastante simples con unas rutinas de pase y tiro básicas, aunque podía llegar a «simulase» chilenas. Por lo demás, el juego implementa faltas y amonestaciones, algo no muy habitual en los títulos de aquella época.
A nivel técnico podemos hablar de un buen diseño tanto del estadio como de los jugadores, teniendo todas las versiones los mismos sprites, variando la paleta de colores según el potencial de la máquina (de nuevo la versión de PC queda muy desaprovechada al usar la segunda paleta de CGA). El scroll según la versión varía su suavidad, pero en ningún caso es un «handicap» para disfrutar del juego. El apartado sonoro es bastante somero, limitándose a algunos efectos de sonido.
Evidentemente, Emilio Butragueño ¡Fútbol! contaba con muchas limitaciones, más que por el sistema de juego en sí, por la poca capacidad de personalización. Se echó en falta la posibilidad de jugar algún tipo de torneo y modificar algunas opciones como el tiempo de la duración o la dificultad. Sin embargo, una excepcional campaña de publicidad y el tirón de Emilio Butragueño provocaron unas ventas sin precedentes. Así en 1989 Ocean Software (ya sin la participación de Topo Soft) publicaría Emilio Butragueño II, que no era más que la unión de los títulos Gary Lineker’s Superskills y Gary Lineker’s Hot-Shot!, corrigiendo algunas de las carencias del primer título, pero con un resultado más discreto.
En este vídeo podéis ver la versión de Commodore 64:
Y en éste la versión de CPC:
Espero que no fuera igual de fluido que en el vídeo, por que madre mía… xD Es un claro ejemplo de que el marketing funciona. No me imagino yo ahora un juego de futbol sin una liga o un torneo, es más, supongo que no se contemplaría por falta de espacio o limitación técnica, por que es muy raro. El nombre del título super original xD
El tema no era una cuestión de espacio, ejemplos como Match Day II, Michel Futbol Master o el propio Emilio Butragueño II nos demuestran que no es así. Supongo que, como era demasiado habitual por aquellas fechas, no se daría mucho tiempo a los programadores para crear el juego. Hay que tener en cuenta que el volumen de publicación de las compañías españolas respecto al número de programadores que tenían era brutal.
Las licencias eran, y son, así. Este simulador, que compré y jugué hasta la extenuación, era una vil copia de Teckham World Cup, que nos tenía a todos locos en las recreativas.
Más tarde el juego oficial de Italia 90 seguiría esta estela, resultando una mezcla entre ambos. Algo similar ocurrió con Fernando Martín y Perico Delgado, del que hablé una vez (http://www.dehesarama.com/2010/12/perico-delgado-maillot-amarillo…)… en realidad pienso Jaimixx que son juegos un poco cutres todos ellos, pero que no tienen precio porque eran lo más cercano a sentirnos estas estrellas que teníamos por entonces…
PD: Creo que se podría escribir todo un artículo sobre la portada del juego. Como diría el propio Mou «¿Por qué esa camiseta roja? ¿Por qué esa foto de retrato retocadísima en la que Butragueño es pelirrojo? ¿Por qué esa foto TAN MALA? ¡Un saludo!