Spyro the Dragon (1998)

A finales de los 90 y con PlayStation bien asentada en el mercado, Sony pretendía ampliar el espectro de jugadores que se interesaran por la consola. Hasta ese momento el público más maduro se englobaba en la máquina de Sony, mientras que el más infantil se asociaba a Nintendo 64, quedando el resto de competidores en una posición más residual.

En busca de ese público infantil, Sony se interesó por un proyecto protagonizado por un dragón desarrollado por Insomniac Games, una compañía que ya había debutado con Disruptor pero que habían tenido escaso éxito. No obstante, la crítica había valorado muy positivamente el videojuego y consiguieron financiación para un segundo videojuego. Inicialmente, el juego se había planteado desde una perspectiva madura y oscura, altamente inspirada por la película Dragonheart que se había estrenado en 1996. Pero las presiones por parte de los directivos de darle un caracter más infantil, por el tema de cuota de mercado mencionado antes, hizo que el juego cambiara totalmente de derroteros y empezara a gestarse la saga que hoy en día conocemos.

Spyro the Dragon nos cuenta la historia de un pequeño dragón morado que se ve en la obligación de salvar el Reino del Dragón del yugo de Gnasty Gnorc, un personaje que había sido expulsado del reino y que se vengo encerrando a todos los dragones en estatuas de cristal a través de un hechizo. Spyro es el único dragón que ha evitado ser cristalizado y tendrá que ir por las distintas tierras del Reino del Dragón liberando a los dragones del hechizo así como recuperar los tesoros del Reino, para finalmente enfrentarse a Gnasty Gnorc.

El juego se divide en 6 niveles representado diferentes zonas del Reino correspondientes a distintos clanes de los dragones: Tierra de Artesanos, Tierra de Pacificadores, Tierra de Hechiceros, Tierra de Creadores de Bestias, Tierra de Creadores de Sueños y Mundo de Gnasty. En cada una de estas tierras tendremos una zona principal con una serie de portales que nos llevarán a distintos subniveles. Dichos subniveles pueden ser especiales con enfrentamientos a jefes o fases de bonus. Tanto en la zona principal como en los subniveles, podemos encontrar diversos dragones a liberar, así como diamantes de distintos colores y valor que pueden encontrarse tanto en los escenarios, como escondidos en objetos o liberados para acabar con enemigos. Para viajar de una tierra principal a otra necesitamos la ayuda de un globo aerostático que podremos utilizar una vez que lleguemos a un objetivo de dragones liberados o tesoros rescatados. Esto hace que para pasar de una tierra a otra no necesitemos completar los niveles al 100% y que podamos recopilar en las zonas más sencillas objetos para viajar en zonas más complicadas.

El juego se nos presenta en un entorno totalmente 3D en el que manejamos a Spyro cuyas habilidades se limitan a saltar, embestir, lanzar fuego y planear. Junto a Spyro veremos a una libélula llamada Sparx que nos servirá de medidor de salud ya que irá cambiando de color según nuestra energía vaya cambiando, energía que podremos recuperar con los diversos animales que encontramos en cada uno de los mundos. Si nos quedamos sin energía perderemos una vida, las cuales también se pierden al caer al vacío. Dichas vidas podrán ser recuperadas con los correspondientes items en forma de caparazón o acumulando piedras de enemigos abatidos previamente (la primera vez sueltan un diamante y las siguientes estas piedras).

Spyro the Dragon nos presenta una gran variedad de enemigos que dependiendo del tipo deberán ser abatidos de distinta forma. Por regla general, si presentan algún tipo de armadura metálica deben ser atacados mediante la embestida y con el fuego en cualquier otro caso, no obstante algunos deben realizarse de una forma especial o incluso son invulnerables. Por otro lado también podremos recoger distintos coleccionables como llaves para abrir cofres o huevos robados, que aumentaran los objetos acumulados.

El juego presenta un equilibrio fantástico entre la parte de acción y los puzles dentro siempre del género de plataformas. Además nos encontramos con un control muy fluido para lo tosco que solía ser en los plataformas de la época. Lo cierto es que técnicamente nos encontramos con todo un hito de la PlayStation, ya que se utilizaron diversas técnicas para sortear limitaciones de la consola. La más destacada fue el motor tridimensional panorámico creado por Alex Hastings que permitió la creación de mundos mucho más extensos que los que se habían visto previamente en la consola. Esto fue posible gracias a la incorporación de distintos niveles de detalle de los objetos de los escenarios según la distancia.

Otro punto destacado fue el apartado sonoro. Al doblaje profesional protagonizado por Carlos Alarzaqui y Clancy Brown (habituales en el doblaje de series de Nickelodeon), hay que sumar la banda sonora compuesta por Steve Copeland, ex-batería de la banda The Police, con amplia experiencia en bandas sonoras de películas.

Aunque inicialmente el ritmo de ventas fue lento, Spyro the Dragon terminó alcanzando las 10 millones de copias vendidas. Esto provocó que se continuara la serie con Spyro 2: En busca de los talismanes en 1999 y Spyro: El Año del Dragón en 2000. A partir de 2001, el videojuego saltó a otras plataformas y se iniciaron nuevas series paralelas. La trilogía original tuvo un remake en 2018 bajo el título Spyro Reignited Trilogy.

En estos vídeos tenemos el remake de la primera entrega:

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